martes, 26 de febrero de 2013

Minino~ 27

Hola a todos~ les dejo este capítulo cuo título es "Manipulaciones - El amo". Disfrútenlo :D si es que se puede XD Quiero agradecer el hermoso dibujo que me mandó Bianka Ramos<3 muchas gracias, es precioso *-* hecho a mano *o* y justo va con el capítulo pues el Minino~ está pensando en su Tom. Besos.

Tom sabía que debía sacar a Bill de ahí, el problema era cómo hacerlo.

Un día nuevo había comenzado y en aquella pen house todos despertaban muy temprano, en especial Bill quien se levantó asustado de esa cama grande en donde dormía, al parecer los síntomas de los sedantes había pasado.

Un hombre en traje entró a la habitación haciéndole una reverencia.

—Buenos días, aquí tiene su vestimenta —le dijo poniendo un paquete en la cama y otro en el piso, tenía un listón negro como un regalo—. El amo le espera, solo salga de la habitación y alguien lo escoltará. —Bill lo miraba extrañado, comenzó a temer.

—Quiero irme de aquí… no sé qué pretende ese señor, solo sáqueme de aquí por favor —pidió con minúscula voz.


—Lo lamento, no se me está permitido —diciendo eso dio media vuelta para salir de ahí.

Bill salió de la cama. Aún mantenía su ropa con la que había llegado, unos jeans negros con una polera rayada blanca y negra. Se acercó a la caja y le quitó ese patético listón negro, adentro estaba un traje negro de cuero muy a la moda que incluso el pantalón tenía un agujero especial por donde saldría su cola. Bill jamás había tenido tal atuendo, y recordó que Misha y Jared eran de vestirse así. Al pie de la cama había una caja algo grande, y al abrirla eran un par de botas de cuero que brillaban. Si otras fueran las circunstancias, él no dudaría en ponerse todo el atuendo, pero no quería agradar a ese hombre.

Cuando estuvo por salir, Jared entró a la habitación algo agitado, al parecer había corrido y aunque un guardia quería impedir su ingreso a la habitación, igual él entró.

—Bill… —Éste corrió hacia él buscando alguna ayuda.

—No quiero verle… quiero irme de aquí. —Le abrazó y Jared le correspondió.

—Escúchame, debes seguir mis instrucciones o la pasarás muy mal… El amo quiere desayunar solo contigo, pero Misha está celosa… —Él también lo estaba, pero no quería decírselo—. Le arma todo un drama en la habitación, por eso vine, para advertirte algunas cosas. —El pequeño Bill le miraba con desesperación.

—No quiero que me haga algo… no quiero ni verlo. —Jared le acarició el rostro.

—Desayunaremos los cuatro, y deberás hacer todo lo que él te diga, no lo contradigas, no hables si no estás seguro, ni le mires a los ojos, ni me desafíes, nada Bill. Él te llamará Macky y ante eso tú asentirás con la cabeza y cuando intente tocarte, no le rechaces, solo mírame a mí o a Misha, pero no atentes contra él. —Bill comenzó a temblar, pero Jared parecía querer protegerlo.

—No quiero que me toque, no quiero…

—Lo sabemos, tampoco queremos nosotros, Furst puede ser vengativo, pero si… bueno, simplemente sigue mis órdenes.

El collar que Jared tenía en el cuello sonó como un despertador, era Misha que le llamaba.

—Debo irme, tú sigue los pasos que te encargó el mayordomo, nos vemos en el comedor —se soltó de Bill y salió de ahí muy rápido.

Debía obedecer a ese hombre para no provocar su ira… entonces no podía ir con la ropa que tenía, suspiró fastidiado, debía hacerle caso y ponerse aquel atuendo de cuero y así lo hizo.

Minutos más tarde estaba saliendo de la habitación vestido todo de negro y con las botas que le pesaban un poco… Simone nunca me había podido comprar tal cosa, siempre era de Jeans y zapatillas. El guardia lo miró meneando la cabeza como diciendo “otro gato más de Furst”, todos estaban acostumbrados a su forma de ser, de tratar a sus posesiones.

—¿No me estará llevando solo con ese hombre, no? —preguntaba algo temeroso, pero el guardia no le hablaba, estaba prohibido—. Señor, ¿sabe cómo podría escapar? No le delataré… Necesito salir de aquí…

Entraron a una sala, una gran sala con una mesa larga. Una señora estaba acomodando los platillos, había comida diversa, entre la común que él conocía en casa y otras cosas extrañas las cuales le hicieron agua a la boca, poseían un olor particular, era como una mezcla de cosas hechas pasteles, galletas y cremas… Comida para gatos. El guardia le jaló una silla elegante y Bill se sentó algo tímido. Sus orejas gatunas podían captar una discusión acalorada en alguna otra sala, era verdad lo que Jared le había dicho, Misha discutía con ese hombre de voz grave, ella parecía querer llorar, él no entendía por qué.

Una puerta de al fondo se abrió y entró Furst algo rojo de rabia, caminó imponente y detrás de él estaba Misha, la cual entró sumisamente, Bill nunca la había visto así, con las orejas decaídas y la mirada hacia el suelo.

—Buenos días, Macky —le saludó el alto hombre acercándose a él para sentarse en el asiento principal de aquella mesa. Bill no lo miró, solo mantuvo la cabeza agachada.

—Buenos días —apenas dijo.

Por la puerta de al fondo por donde habían ingresado los dos antes, apareció Jared algo intimidado, Bill podía verlo en lo erizada que estaba su cola la cual movía de un lado para otro con la finalidad de regresarla a la normalidad. Se sentó a su lado sumisamente y Misha se sentó al otro lado de Furst. Todos en silencio, ninguno se veía a los ojos, Bill alzó la mirada solo para volverla a bajar.

Furst le miraba de reojo mientras le servían el desayuno, algo en aquel niño le llamaba la atención.

—Macky, sírvete —le pasaba un platillo con croquetas, Bill miró fugazmente a Jared y luego estiró su mano para tomar el platillo—. Así me gusta. —Le sonrió y vio como Misha y Jared se compungían un poco—. Sabes, luego del desayuno quiero tener una conversación en privado.

—Amo… —interrumpió Misha. Él golpeó la mesa chistándola enseguida.

—No quiero escenas, Misha —le advirtió.

—Macky es aún pequeño —dijo Jared con el ceño fruncido—. Y no es virgen —habló con seguridad.

Bill enrojeció enseguida y miró a Jared asustado, no viendo los ojos de rabia que tenía Furst.

—¿Qué dijiste? —habló el hombre alto.

—Ya lo escuchó, mi amo. —Furst se levantó de la silla tan inesperadamente que Misha y Jared temieron, Bill solo observaba todo aquello con sumo temor. Furst le miró y Bill se encogió en su asiento.

—¿Es verdad aquello? —le cuestionó, y él miró a Jared, éste le había dicho que no lo confronte.

—Yo… —calló no sabiendo qué decir.

—¡Ese Tom osó tocarte! —le gritó en la cara y Bill se tensó, comenzó a temblar y sintió mucha rabia en ese instante—. ¡Responde, Macky!

—Yo no le quiero a usted… Yo amo a Tom, no debo estar aquí. —Furst le miró ladeando la cabeza, aquella mascota le había hablado de otro hombre que no sea él. Con un rápido movimiento le tomó del brazo, alzándolo de la silla, Bill le daba por debajo del hombro aún. Casi chilló algo atemorizado y Misha se lanzó sobre la mesa lo más rápido que pudo encarando a Furst el cual la miró extrañado.

—Baja de la mesa, Misha. —Ella estaba arrodillada ahí con la mirada suplicante, Furst aún no soltaba a Bill, éste miró a Jared a su lado, lucía asustado respirando por la nariz y con los puños apretados, Misha era como su mamá, a pesar de compartir el afecto de Furst.

—Amo, no te lo lleves, no hoy —pidió ella suplicante, Bill temblaba y aunque en realidad no tenía por qué temer, pero lo hacía porque percibía gran temor en los de su especie, podía adivinar que algo malo pasaría si el se rebelaba o si intentaba defenderse.

—Baja de la mesa —pidió algo molesto.

—No le hable así —dijo Bill, pero luego que Furst lo mirara con desaprobación él bajó la cabeza llevando sus orejas hacia atrás.

—Silencio, Macky, tú y yo tenemos algo de qué hablar y en privado. —Bill comenzó a respirar agitado en cuanto aquel hombre raro jalaba de su brazo.

—¡No me tocarás más! —amenazó Misha con un nudo en la garganta—. ¡No me dejaré! Si te lo llevas yo… yo dejaré de quererte, Furst —le dijo suavizando su tono de voz y sus ojos se le aguaron.

—Mishita, hemos hablado de eso, y esto va para los dos. —Miró a Jared y Misha aún cogiendo a Bill del brazo—. Yo no dejaré de quererlos, pero Macky necesita de mí ahora.

—¡Noo! —chilló Bill. Jared comenzó a angustiarse y saliendo de su lugar se acercó a Bill para abrazarlo jalándolo un poco.

—Estuve con él… ya no es virgen, ya no es tuyo —le dijo con seguridad en sus palabras. Bill le miró algo asustado, pero luego se aferró a su pecho cuando la mirada de aquel hombre alto se tornó diabólica, Misha bajó de la mesa y se le acercó a Furst tomando su brazo con mucho temor.

—Amo… —decía ella, pero Furst miraba con odio a Jared.

—¡Cómo dices! —usando su fuerza jaló a Bill para su lado y lo empujó hacia la mesa, aplastándolo con una de sus manos. Bill comenzó a llorar de puro susto, él otro era demasiado fuerte e intimidante, con solo su mirada lograba paralizarlo. Le tomó el rostro aplastando sus mejillas con una sola mano—. ¡Dime! ¿Es verdad? —Sus iguales estaban paralizados mirando aquella escena, incluso habían entrado dos guardias los cuales mantenían distancia esperando alguna orden superior—. Habla, Macky —Le presionó las mejillas con saña, Bill miró de reojo a Jared y éste agachó la cabeza.

—Arg… no soy virgen —le dijo bajito. Furst no podía creer algo semejante, el más pequeño de sus mascotas ya no era virgen y al parecer propiciado por su otra mascota, comenzó a airarse tanto que Bill vio como retrocedían los de su especie.

—Quiero que se retiren todos de esta sala, ¡ahora! —gritó con coraje y los dos guardias que estaban ahí se le acercaron a Misha y Jared, tomándolos del brazo.

—Te olvidarás de mí, Furst —habló con dolor la mujer gato, Jared bajó la cabeza, no sabía cómo enfrentarse a semejante ser el cual podía dominar todo su mundo y su voluntad… De todas maneras, aunque fuese raro, ellos lo querían, habían sido criados para quererlo y quizá por eso también era su desesperación para que no osara tocar el cuerpo de otro ser que no fuese ellos dos. Es que dos ya era demasiado, tres era doloroso.

Aquellos dos aliados salieron de esa habitación, la gran puerta de madera se cerró y Jared tomó a Misha librándola de los guardias.

—Algo debemos hacer —le dijo él—. No quiero que Furst lo haga suyo. —Ya Misha comenzaba a llorar de impotencia.

Dentro de aquel enorme comedor, Furst forcejeaba con el pequeño Bill escurridizo, y él sabía cuáles eran sus puntos débiles, le mordió el cuello cual fiera y Bill se paralizó del dolor, arañándole los brazos. Furst lo subió a la mesa y ahí lo recostó.

—No me haga daño… —sollozaba.

—No lo haré —le dijo, pero luego le comenzó a abrir el cierre de la chaqueta de cuero juntamente con el de su pantalón.

—¡Ahh! —gritó comenzando a agitarse y Furst tomó su cola torciéndola un poco.

—Quiero ver mi creación sin todo esto —le dijo con una pequeña sonrisa—. No temas, no te haré daño. —Le bajó los pantalones quedando el otro en bóxers, Furst le miró las caderas algo magulladas, habían moretones a sus lados, como mordidas… Y él supo de quién venía eso, él sabía que Jared gustaba hacerlo así. Frunció el ceño fastidiado, era verdad, Bill no era virgen, ya le habían tocado—. ¡Te ha tocado! ¡Se atrevió a hacerlo aún sabiendo que eres mío! —Bill cerró sus ojos respirando agitado con la camiseta remangada y los pantalones abajo, recostado en aquella mesa llena de comida, aplastando con su cuerpo su colita adolorida porque el otro se la había doblado.

—¡No soy suyo! —le gritó para luego mirarlo mostrándole sus pequeños colmillos y gruñir como gato. Furst rió, aquello le recordaba a Jared de pequeño hace dos años atrás cuando aparentaba tener quince años. Lamentablemente Furst sabía que tenía que disfrutar a Jared y ahora a Macky lo antes posible porque el tiempo estaba siempre en contra… Así de frío a veces era. Le tomó de las muñecas cuando sintió que el minino estaba por darle un zarpazo en el rostro.

—Te creé, bueno, exactamente yo no, pero te mandé a hacer. Hace cinco años te esperaba, se supone que todo saldría bien, pero no fue así, el maldito científico te implantó en una mujer impura, una cualquiera… y te perdí. Pero no creas que te había olvidado, aquí pensábamos mucho en ti, estaba al tanto de cualquier señal extraña para ir por ti… Y cuando mis investigadores me dijeron que te habían encontrado, hubo una gran fiesta en tu honor. Luego Misha me hizo reflexionar, no era justo que te arrancara de tu mundo así como si nada. Entonces le mandé a ella a meterse en tus sueños, siempre pasaba eso con ella y Jared, así que era lógico que contigo pasaría. Los dos comenzaron a espiarte por mis órdenes, me decían que salías con un impuro, un cualquiera, que tenía un trabajo en una revista y qué crees —le sonrió triunfante—, investigué su vida, es un don nadie, mató a su hermano menor en un accidente de tránsito, ha tenido tantas mujeres, solo quiere tu culo que por cierto es mío. Ese Tom no vale la pena, no te dará todo lo que yo tengo para ofrecerte. —Le soltó las muñecas y se alejó un poco de Bill para luego meter su mano en su bolsillo y sacar de ahí un ratón de hule, Bill lo miró extrañado con el entrecejo fruncido, había visto una imagen así alguna vez, cuando Furst jugaba con Jared con ese juguete el cual presionó y soltó un aroma agradable cerca de su nariz. Sus ojos se pusieron bizcos ante ello y luego terminó recostado en la mesa con una pequeña sonrisa en su rostro, aquel olor entraba por su sensible nariz directamente a inundar su cerebro en sinapsis agradables, como ver miles de estrellas fugaces explotar en aquel lugar—. Que lindo. —Le sonrió Furst—. Yo podré darte felicidad… todo lo que deseas, conmigo serás libre, aquí puedes ser quien eres, aquí no usarás esas capuchas o gorras horrorosas que ocultan tu belleza, aquí podrás mostrar tu cola, ninguno de mis gatos se avergüenza de los que son…

—Quiero… esa estrellita… jijiji —hablaba incoherencias, Furst se dio una suave palmada en su rostro, se le había pasado la dosis, aquel ratón de hule poseía un químico especial que había creado su ex científico muerto con la finalidad de calmar las angustias de los hombres gato. Pero para Bill había sido demasiado.

El pequeño sentía que dormía otra vez, sus ojos no distinguían muy bien a Furst, solo podía sentir leves cosquillas en su cuerpo y como se sentía flotar.

Furst desistió sus ganas de tomarlo. Aún debía de hablar con Jared, la desobediencia se pagaba muy caro. Quiso decirle más cosas a Bill, pero prefirió dejarlas para cuando el efecto de aquella droga extraña pasara.

—Bueno —le dijo levantándole el pantalón—. Ahora debo pensar qué hacer con Jared y luego tú y yo tendremos una cita especial, te mostraré tu nuevo mundo…  

***

Tom manejaba su auto a una gran velocidad que temía ser detenido por algún policía. El pobre Casimir maullaba desesperado metido en una bolsa especial de tela.

—Lo siento Casimir, debo llevarte por si Bill quiere decirme algo, quizá ahora no lo entiendas. —Se quedó pensando por un momento—. Bueno, quizá nunca lo entiendas, pero eres muy útil, te prometo que cuando estemos con Bill, no más de estas cosas —el gato no dejaba de maullar metido en aquella bolsa.

Llegó al inmenso edificio y entró por la puerta trasera con la bolsa en sus manos, el gato no era muy silencioso que digamos, Tom lo abrazó sacando su cabeza le acarició las orejas.

—Por favor Casimir… te lo suplico, no te asustes. —Lo abrazaba con cariño descubriendo una escalera que quizá le conduciría al último piso.

Que arriesgado era todo, pero había una motivación tan grande que todo temor era absorbido por el deseo de encontrar a Bill y sacarlo de ahí, sabía que quizá eso sería imposible… Pero lo intentaría.

Su plan era conocer todo aquel lugar y luego quizá regresar con refuerzos, sabía que Georg estaría dispuesto a ayudarle…

Subió las escaleras sigiloso, piso tras piso, todo el lugar tenía puertas muy bien cerradas, aquel lugar era bastante extraño. Casimir se agitó un poco en cuanto Tom llegó cerca del último piso…

—Casimir, shh… —Casimir maulló de una manera extraña y luego mantuvo su boca abierta en señal de peligro—. Oh, Dios no sé qué pasa contigo. —Tom trataba de calmarlo—. No hagas ruido.

Dentro del pen house, Misha y Jared escucharon el llamado de Casimir, el gato, ellos no podían entender su lenguaje, pero podían intuir qué quería. Aquel gato maullaba de temor, así que Misha le respondió maullando.

—Jared, conozco ese gato… —le miró extrañada— Creo que el dueño de Bill está aquí —Jared enarcó una ceja.

—¿Tom? —ella asintió.

—Está en las escaleras, no ha subido por el ascensor… —Jared le miró consternado, pero luego de agudizar sus oídos logró escucharlo.

Misha caminó por el ancho pasillo alfombrado rumbo a la salida principal, Jared le siguió. En la puerta un guardia les impidió la salida.

—El joven Jared no puede salir.

—Vamos, tengo el collar puesto —se lo mostró.

—Solo saldrán si reportan a dónde irán. —Misha le frunció el ceño.

—Cosas de gatos, vamos a cazar ratas cerca de la escalera, estamos aburridos y si no nos dejas salir ahora… —le mostró una mano llena de uñas largas—, te despellejaré. —Le mostró sus pequeños colmillos. El guardia se incomodó un poco, ya Furst le había advertido que no haga enfurecer a sus criaturas, pero también le había advertido que no los dejara salir sin saber a dónde iban… Que confusión la del pobre hombre.

—Tranquila señorita, salga y también Jared.

Pasaron de aquel guardia y salieron; bajaron las escaleras hasta el piso que le seguía encontrando a un Tom sumamente nervioso con el gato desquiciado en sus manos. Misha rió un poco ante ello y Tom le miró, retrocedió un poco al ver a los dos hombres gatos vestidos de negro.

—Tom… —le canturreó ella y él sintió alivio, ellos habían salido para ayudarle, podía intuirlo.

—Quiero ver a Bill…


Llegó *o*! ¿Podrá sacarlo de ahí? Es la gran pregunta x_x Besos y los quiero *-*

6 comentarios:

  1. hasta que pude poner al día con todo el fic :)
    Tom llego a rescatarlo >.<

    espero el próximo, saludos

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    1. hallo <3 geacias ^.^ si, llegó a rescaptarlo, pero veremos si lo logra o no
      besos <3

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  2. Siguelaaa!! Oh Tom ya llego donde su Bill? Ojala que Jared y Misha si le ayuden al pobre de Tomy, que se apiaden de el!! Pobre Billy tan asustado!

    Nos leemos en el otro..

    Un beso :*

    Bye, bye

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    1. La seguiré *-* ya llegó, sí, pero veremo si logra sacarlo o no T_T
      muah <3

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  3. No gracias a ti pink por escribir estas hermosas historias ,Go go Tom salva a Bill de las fuerzas oscuras de Furst

    Una pregunta el cabello de Jared y de mischa como es??
    :)


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    1. hallo <3 *-* gracias, ojalá Tom lo salve aunque ;_; ya verás..
      sobre el vcabello: el de Jared es negro como el de Bill, sus ojos son celestes como Bill, se parecn un poco ;) te pondré una foto XDDD
      se acerca a este look, solo que un poco más joven en mi mente http://www.magweb.com/picts/actor/27559/jared_leto.jpg

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