lunes, 18 de febrero de 2013

Minino~ 26

Hola a todos *-* aquí un capítulo (el más raro qu he escrito alguna vez XD) espero les guste~ un beso *-* y buen inicio de semana~
Médium 
Los tres corrieron con el policía, Simone sentía que no podía seguirles el paso, estaba temblando de pies a cabeza aún no pudiendo asimilar lo que estaba pasando… Ella había cuidado de Bill ya más de cinco años y nada malo de esa manera había acontecido. Se sentía morir, se habían llevado a su bebé.

—No puedo… —dijo con la voz entrecortada, Georg la sostuvo pues quería desvanecerse en aquel aeropuerto.

—Tranquila, Simone —le dijo Tom—. Yo voy con el policía, juro encontrar a Bill hoy mismo, nada malo le pasará. —Ella le tocó la mano con sus heladas manos.

—Por favor, te lo suplico, trae a mi hijo, encuéntralo.

Tom así lo haría, como dé lugar.
 

***

Bill no sabía si estaba soñando o estaba despierto. La cabeza le dolía y solo podía sentir como se movía el auto en donde estaba. Gruñó algo molesto intentando moverse de ahí, del asiento de ese auto.


—Ponle la capucha —habló un hombre a su lado y luego todo fue negro total. Bill no tenía muchas fuerzas, se sentía adormecido.

El auto se detuvo y lo sacaron de ahí cargándolo en brazos, alguien tomó su cola y se la enredó en la cintura.

—Que pequeño es… —dijo el que lo cargaba—. No es como el joven Jared, es… quizá tiene quince años.

—No, él tiene dos años menos que el joven Jared, nació con su defecto…

—Ya veo. Bueno, no es nuestro asunto, tendremos que acostumbrarnos a este gato también. —Bill apenas podía escuchar aquello, solo sentía como el hombre que lo tomaba en brazos caminaba por algún lugar. Podía sentir el olor extraño de ese sitio, completamente desconocido.

Poco a poco era conciente de que algo malo estaba pasando, aunque no podía recordar qué estaba haciendo minutos antes, ni que había estado en el aeropuerto a punto de tomar un avión junto a su familia, pero sabía que había olvidado algo.

Cayó en una superficie suave, como un colchón y ahí se encogió aún con la capucha puesta. Quería despertar de ese adormecimiento extraño, pero no podía. Luego de algunos minutos, el sonido de una puerta le hizo mover las orejas.

—Macky… —le dijo una grave voz para luego sacarle la capucha—. Wow, eres tan perfecto. —Le tomó del mentón y le vio de cerca.

Era aquel hombre que Jared le había mostrado alguna vez, alto y delgado de cabellera castaña y un poco de barba, usaba lentes y lucia serio, algo en él había que a Bill le infundía miedo. Sus manos eran algo ásperas y parecía poseer mucha fuerza, su sonrisa era media chueca y su mirada era penetrante y dominante.

—Agh… —Un sonido raro salió de su garganta, no podía articular palabras, giró su rostro para que el otro no le siguiera viendo con esos ojos.

—Bienvenido a casa, gatito mío… —Aquello le sonó perturbador y terminó por abrir los ojos— ojos celestes como mi Jared, humm… anduviste perdido por mucho, al fin estás en casa, somos de los tuyos, eres mío Macky.

—Agh… grr… —Algo pasaba con su garganta, algo le habían hecho tomar, chilló como un gato con la garganta seca y comenzó a agitarse.

—Ya, calma, estás así por la droga, pronto pasará. Mandaré a que te traigan leche.

Aquel hombre alto salió de la habitación. Bill permanecía en una cama amplia y podía ver a su alrededor el lujoso lugar con algunos cuadros extraños, lámparas extrañas, muebles antiguos pero lujosos y unos ventanales con rejas. Intentó sentarse, pero se sentía débil.

La puerta se abrió y sintió cómo alguien caminaba hacia él y un olor conocido llenó sus fosas nasales, era él, su amigo gato.

—¿Bill? —Fue hacia la cama y se sentó en ella para luego extender sus manos acariciándole el rostro—. No puedo creerlo, te atraparon… grr… —gruñó insatisfecho. Bill lo miraba con la vista que se le cerraba por momentos, aún no podía estar consciente del todo.

—Arg… —intentó hablar.

—Tranquilo, te han sedado, estarás así por algunas horas… ¿Sabías que este es mi hogar? Misha y yo vivimos aquí; bueno, no en este pen house, me refiero a que vivimos con Furst y su gente desde… desde que nacimos, eres parte de nosotros, aunque tú eres diferente, no quería que vinieras aquí, pero ahora no puedo hacer nada, lo lamento pequeño. —Bill trataba de escucharle y entender lo que estaba pasando, pero no podía, estaba tan mareado.

Jared se levantó de ahí y salió de la habitación, Bill se sintió cansado y se relajó en la cama cerrando sus ojos para dormir, una siesta de gato era lo que necesitaba.

Pasaron las horas y luego llegó la noche. Entró a la habitación Jared con una tasa de leche y croquetas de atún. Bill se sentó en la cama y se tocó la cabeza.

—¿Qué pasó aquí? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy? —ya podía hablar y en la oscuridad de la habitación podía ver la silueta de Jared cerca de la cama— ¿Jared?

—Hola, aquí no puedo llamarte Bill, aquí te llamarás Macky —Bill frunció el ceño.

—No, yo me llamo Bill, Bill Kaulitz —Jared suspiró, y Bill comenzó a reaccionar— ¿Dónde está Tom? ¿Qué ha pasado?

—Ya pronto recordarás todo, por ahora debes descansar, mañana hablarás otra vez con el dueño…

—No quiero, ¡no quiero!

—Shh… No grites, él no sabe que entré a verte, tienes muchos guardias, serás la nueva sensación aquí aunque creo que nos mudaremos otra vez —Bill se levantó de la cama, pero cayó de narices al suelo—. No intentes caminar, no podrás por ahora.

—Quiero ver a Tom, ¿dónde lo tienen?

—No está aquí… Lo siento, nunca más lo verás. —Bill volteó a verlo, y simplemente comprendió su punto.

—Jared… —dijo con aguda voz—. No puede estar pasando esto… Yo no soy de aquí… —comenzó a llorar.

—Lo sé, pero no puedo hacer nada. Lo lamento mucho… —Las orejas de ambos decayeron. Ninguno podía hacer algo realmente. 


***

Tom no podía creerlo. No había rastros de Bill. Al parecer había entrado al baño y luego cuando quiso salir una persona lo tomó, el video no era claro, solo se veía a una persona corpulenta salir del baño, dentro de su saco estaría Bill, lo que Tom no entendía era cómo Bill no reaccionó o gritó.

La policía no le dio esperanzas, le dijeron que pensara en que el pequeño planeó escapar por alguna razón, o que pusiera una denuncia de secuestro, pero Simone tenía miedo pues si hacía eso revelaría la identidad de su hijo y eso sería terrible.

Los tres regresaron a Teltow y Tom debía regresar a Berlín. Odiaba regresar sin noticias, pero debía hacerlo y de ahí pensar qué hacer.

No podía creer por todo lo que estaba pasando. El viaje fue largo y cuando llegó a casa e ingresó a su departamento, el llanto le venció. No podía imaginar dónde estaría Bill ni menos qué le estarían haciendo. No podía contarlo a alguien siquiera. Casimir fue con él… Tom se sintió tan mal porque en realidad había salido de su departamento sin pensar en dónde dejar a su mascota Casimir, eso había sido cruel de su parte, el haberse querido ir de viaje sin poner en un albergue o encargar a Casimir con algún vecino. Así que abrazó a su gatito.

—Perdóname Casimir, mi otro gatito me necesitaba, aún me necesita… —El pequeño gato negro no entendía por qué su amo lloraba, pero ronroneó lo cuál causó que él otro intensificara su llanto puesto que esos sonidos solo le hacían recordar a Bill.

Tomó una ducha y decidió descansar, dejando la ventana abierta para que si alguno de esos seres gatunos quiera entrar lo haga sin problemas. 


***

En la oscuridad de la habitación, Bill cerró los ojos y buscando en su mente alguna forma de conectarse con Tom. Entró al mundo de sus sueños en donde caminó por su bosque interior, estaba en invierno y ahora su casita era de color azul, él no quería entrar ahí, así que caminó buscando algún otro ser ahí metido. Era la primera vez que hacía eso, por lo general escapaba de otros seres o voces que escuchaba, evitaba abrir puertas y conocer misterios, él no quería ser diferente, él quería ser como los humanos que no tienen mundos interiores ni otros seres pueden meterse en esos mundos privados. A veces veía a Tom en ellos, pero era la imagen que él creaba de Tom, no era él en realidad como Misha y Jared que podían entrar en sus sueños y hablarle.

Él amaba volar en sus sueños, ahí podía hacerlo, así que alzándose en el aire comenzó a hacerlo. Hacía mucho frío, tanto que los vellos de su cola estaban erizados, y sus orejas también, además el estrés lo tenía todo esponjado.

Lejos de su casa azul cielo, estaba otra casa de color negro con una puerta blanca, tenía las luces encendidas, era una casa que no había visto nunca, tenía árboles alrededor, era hermosa. Así que se paró en aquella puerta y la tocó con temor, ¿habría alguien? Él necesitaba ayuda con urgencia.

—Pase, está abierto —habló una voz conocida, Bill suspiró resignado y entró— oh, eres tú, Macky —Bill enrojeció de cólera.

—¡No me llames así! —le gritó a Jared, éste estaba sentado en una silla con un cuadro al frente, estaba pintando un paisaje de Egipto, unas pirámides enormes con esfinges gatunas.

—Ya…, pasa esta es también tu casa. —Bill entró y se sentó en el sofá, habían muchas galletas de atún sobre una mesa y muchos cuadros y postales de Egipto— ¿Qué te trae por mi casita? Es primera vez que te veo aquí… Por aquí podemos hablar secretos —seguía pintando y le miraba de reojo.

—Deseo comunicarme con Tom, es urgente… tráelo a este mundo —Jared rió a carcajadas.

—¡Oye! Eso es una falta grave, los humanos nunca pueden entrar aquí, aunque podemos verlos, dependiendo si alguien está allá con ellos, Misha o yo, y también tú, pero los tres estamos en la pen house ahora…

—No entiendo… Jared, por favor ayúdame, este no es mi mundo, no quiero despertar en esa pen house, quiero regresar con mi novio y familia, allá yo pertenezco. —Jared suspiró.

—Lo siento, en verdad no puedo hacer nada… —Bill frunció el ceño y se levantó de ahí.

—Me voy, eres un mal amigo, creí que estabas de mi lado… Eres despreciable, Jared —éste le miró con algo de pena.

—Bill, yo no quiero que estés con nosotros, piensas diferente, no eres como Misha y yo, no quiero que Furst te vea y… ¡Maldición! Simplemente no te quiero aquí, pero no puedo hacer nada por ti, será mejor que nos llevemos bien porque no conoces como soy cuando me molesto, ¿entendiste? Ahora, shu, shu, largo de mi casita. —Bill le miró con frustración y salió de ahí.

Debía haber alguna forma… así que voló más alto por aquel bosque blanco, había mucha nieve y luego, al otro extremo había una casa en forma de una torre alta con enredaderas de flores, era extraño ver flores en medio de la nieve. Había una luz allá arriba y Bill entró por la ventana. Adentro Misha alimentaba una pecera de peces de colores y le miró.

—¿Qué haces aquí tú? —Bill caminó hacia ella con los ojos llenos de lágrimas.

—Misha, debes ayudarme, te lo suplico, por favor, solo tú podrás… —Ella sintió pena, pero tenía órdenes estrictas.

—No puedo Bill, en serio, sería meterme en graves, realmente graves problemas. Estarás con nosotros, te ayudaré a que el amo no te toque, lo prometo, pero no podré sacarte de aquí…

—Misha, por favor… Llévame con Tom, tú has estado con él… tú sabes como entrar en sus sueños. —Ella lo miró extrañada.

—Jamás entré en sus sueños, eso no se puede, solo en los tuyos o en los de Jared, como ahora, ya sabes que estamos conectados aquí y a veces, en ocasiones especiales hasta la misma diosa Basted, ella tiene una pirámide a diez quilómetros de aquí… —Bill escuchaba todo eso sin interés, él quería ver la forma de cómo conectarse con Tom.

—Debe haber una manera, no sé, llévame allá, abre un portal, sé que tú puedes… —ella suspiró y sus orejas decayeron.

—No, no puedo, este mundo es exclusivo de nosotros, ni el mismo Furst ha podido entrar… Solo puedo hacerte ver imágenes que he visto yo o Jared, pero llevarte a sus sueños no, no se puede —Bill se le acercó con desesperación y le abrazó por la cintura, pegando su cabeza a su pecho, ella se sobresaltó un poco.

—Te lo suplico —comenzó a llorar de la desesperación, ella lo abrazó cual madre, pero sabía que aunque pudiese ayudarlo, no lo haría pues iría contra todas sus costumbres y crianza, debía ser fiel a Furst.

Bill salió de ahí desilusionado y comenzó a volar en aquel bosque. Se detuvo cerca de un árbol sin hojas y se sentó en sus raíces, así que comenzó a concentrarse en Tom, de alguna manera él lo metería ahí y hablaría con él… de alguna manera, debía buscar la forma.

—Vamos… Tom, Tom, Tom, Tom…. Humm… Tom, Tom… —comenzó a meditar en él, no logrando nada más que cansarse. Logró verlo a su lado, pero era solo una representación no real de Tom, como un holograma, no podía tocarlo, solo verlo o escucharlo.

—Hola Bill, mi minino —hablaba aquella representación, pero Bill sabía que no era Tom, era solo su recuerdo…

Agachó la cabeza sollozando, buscando conexiones en su mente, buscando a Tom, debía encontrarlo. Unas imágenes a blanco y negro invadieron su vista por unos segundos.

—¿Qué fue eso? —aquel flash back era de algo pequeño que se movía cerca al piso de una casa, la casa de Tom… —¡Casimir! —gritó Bill y se concentró en él, cerrando sus ojos logró entrar en la mente del gatito el cual comenzó a caminar por la casa de Tom, Bill podía verlo, y le gruñó para que siguiera—. Busca a Tom, búscalo… —Aunque Casimir no entendiera su idioma sabía que Bill se había metido en su mente, podía verlo ahí sentado en la nieve.

En plena oscuridad, vio a través de los ojos de Casimir, a Tom durmiendo en la cama, Casimir intentaba despertarlo, caminaba sobre su cuerpo y le maullaba desesperado. Tom despertó con el ceño fruncido y se sentó en la cama.

—¿Qué pasa Casimir? —su corazón latió en alerta, Casimir chillaba tanto que Tom tuvo miedo, ¿y si había regresado Misha? ¿Y si tenían noticias de Bill?—. Casimir… —le abrazó y se levantó con él para encender la luz, Casimir parecía histérico—. Shh, tranquilo Casi, ya… Aush… —El gato le arañó el brazo y Tom lo soltó. Caminaba erizado y maullando histérico. Tom fue a su ventana abierta y no encontrando nada extraño, Casimir le miraba fijamente a los ojos, su miraba era extraña y su forma de maullar—. No te entiendo, no sé qué pasa… ¿algo con Misha? —el gato caminó hacia la cama y se revolcó intentando formar unas letras—. ¿Sí? ¿Qué significa esto? ¿Estás poseído? —el gato volvió a intentar formar letras sobre la cama, formando otro “sí”. Tom se asustó un poco, pero se sentó a su lado— ¿Bill está bien? —otra vez Casimir, todo erizado usando sus patas intentaba formar otra palabra: “No”, le dijo. Tom tragó saliva— ¿Dónde está Bill? —Casimir le miró cansado y agitado, era agotador seguir las instrucciones de Bill, todo su pelaje estaba revuelto. Tom lo tomó y le miró fijamente dentro de sus enormes ojos, en lo negro de sus pupilas, las cuales dilató al máximo, estaba Bill, quien miró hacia él y se sobresaltó, comenzó a saltar sobre esa nieve—. ¡Bill! ¡Bill! —Tom no entendía qué pasaba, hasta pensó que Bill estaba en la cabeza de su gato— ¿Me oyes? —Bill dibujó un enorme sí en la nieve, se movía como un gatito allá, y lo veía volar de vez en cuando— ¿Dónde estás? — Bill escribió con su pie sobre la nieve: “En un pen house, arriba, en una habitación, en Teltow”. Tom frunció el ceño— ¿Hay nieve allá? —Bill borró lo que había escrito, y escribió otra cosa: “Este es mi mundo privado, no es la realidad” —Alguien malo te tiene… Quiero sacarte de ahí, ¿estás bien? —Bill borró otra vez las letras y escribió: “No estoy bien, pero nada malo me ha pasado aún” —Escúchame, deberás decirme todo de ese lugar… deberás mostrarme como es, describirme —Tom tomó su laptop y lo puso sobre sus piernas mientras trataba de calmar al aburrido Casimir, se sentía cansado por la invasión mental, era un médium sin ser consciente de aquello realmente.

Pasó toda una hora agotadora en donde Bill le trataba de describir su ubicación y luego Casimir cerraba los ojos de sueño.

Bill, en su mundo, podía ver la imagen en el cielo, como los ojos de Casimir se cerraba y abrían para mirar a Tom quien buscaba imágenes en el Internet de interiores de pen houses en Teltow.

“Esa parece ser” escribió en la nieve cuando vio una imagen en su computadora.

—Iré por ti —le escuchó—. Te amo Bill, no dejaré que nadie te haga daño —Bill le miró con los ojos aguados y asintió para luego escribir un “Te amo” en la nieve.

Casimir cerró los ojos y se durmió. Tom no quiso despertarlo, le acarició el lomo, aquello había sido sumamente raro, pero de algo estaba seguro, él iría a buscarlo como dé lugar.


¿Podrá rescatarlo o no? Lo veremos en los próximos capítulos. No se olviden comentar. Muah *-*

6 comentarios:

  1. OMG!!!
    Pink por dios no lo dejes ahi *n*
    en serio Amo minino
    considerame Fan nuemero uno de esta Fic :33
    hasta el proximo capituloC: (prometo ya no comentar tanto )

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    1. hallo <3 >:3 pronto subiré n_n y gracias por amarlo *-* lo valoro~
      besos <3 ¿por qué prometes no comentar tanto? ;_;
      muah

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  2. Corre Tom!! Ve por tu minino x3 oh Pink Girl ya casi llegas a dondrme te habias quedado en THF! Me da emocion saber eso.

    Esperare el siguiente pronto x3
    cuidate

    Kusses :*

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    1. hallo sçiii ya casi llego~ espero pronto tener un capítulo nnuevo
      besos <3 <3

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  3. No tom no vaayas D; haha ok, si ve, pero no te acerques tanto :B
    Ya casi se acerca *w* se acerca *-* se acercan!!! nuevos episodios :DD wii

    Zuii

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    1. hallo
      jujjuuu tú sabes x_x ya Tom irá a esa pen house
      besos <3 se acerca en donde me quedé

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