viernes, 1 de febrero de 2013

Demente - IV

Hola a todos, ya algo tarde pero debía poner la última parte de este pequeño minific un poco perturbador. En esta última parte verán más la percepción de Bill y lo que piensa de Tom así como el desenlace final. Los quiero *-* y gracias a los valientes que siguieron este fic~
Me fui a casa lo más rápido que pude.

Casi corriendo, subo las escaleras para ir a mi habitación y ducharme. Me desnudo con las manos temblorosas y es que… aún siento su esencia en mi cuerpo y quiero bañarme pues no me siento tranquilo conmigo mismo. Y lo hago.

Me ha dejado marcas en el cuerpo y por alguna razón me gustan. Mi mente es inundada por los recientes recuerdos… No sé por qué lo quiero aun sabiendo que está mal, él no está bien, Tom está loco o algo le pasa, ninguno de mis novios fue así conmigo alguna vez…

Ya he tenido más de dos parejas estables desde que he tenido quince años, ahora con dieciocho he conocido a Tom, muy guapo él, me gustaba como me miraba cuando salía de la universidad, parecía querer comerme con esa mirada. Su forma de tratarme… en parte me daba temor por lo posesivo que era y por otra parte me gustaba que sea así rudo conmigo, que me dominara… Y por eso nunca le dije que ya antes había estado con otras personas ni mucho menos que no era virgen, hace ya dos años no lo soy, pero quería que él se sintiera especial conmigo.

Salgo de la ducha y me siento en mi cama con la toalla envuelta en mi cuerpo… Aún mi trasero duele y es que lo que pasó hoy fue demasiado intenso y lamento que me haya gustado, eso no es correcto.


Otra vez mi celular vuelve a timbrar y sé que es él. Lo veo y tengo treinta y siete llamadas perdidas y la batería está baja. Suspiro apagándolo. Debo pensar qué hacer ahora… Sé que no me dejará en paz, lo sé y tengo miedo no solo por él sino por mí y es que mi corazón late tanto de solo pensar en él, lo quiero a pesar de que últimamente ha sido asfixiante conmigo, pero lo quiero.

***

Dejé la universidad por unos días, sé que hago mal, pero siento que es lo mejor… Hoy decidí salir y visitar a Georg, le dieron de alta y está en casa también perdiendo clases.

Le gusto a Georg, ya me lo ha dicho y no le he correspondido puesto que solo lo veo como un amigo nada más, él es muy paciente y me ha dicho que sería capaz de esperarme todo el tiempo que necesite, pero no necesito tiempo, simplemente no lo quiero como quiero a Tom…

Llego a su casa y me siento observado. Y es que Tom ha estado rondando la casa, los vecinos me lo han dicho, quiere hablar conmigo, me ha mandado muchos mensajes de texto pidiendo explicación y luego… terminó con una amenaza de buscarme así yo no quisiera, ahora salgo solo de día y trato de ser rápido.

La madre de Georg me abre la puerta, es muy amable, me deja pasar con una agradable sonrisa y me indica subir a la habitación de su hijo, se lo agradezco y subo. La casa de Georg se ve tan reconfortante, como de dulces.

—¡Bill! —me dice él desde su cama en cuanto me ve y me le acerco con una sonrisa.

—Amigo, me da gusto verte, y adivina, falté a la universidad y mañana tampoco iré, quiero acompañarte un tiempo. —Me mira emocionado y me siento al borde de la cama.

—Gracias, eres un buen amigo. —Me sonríe y yo me pongo serio—. ¿Cómo estás? —Si él supiera…

—Bien.

—No te veo bien, algo te pasa. —Toca mi brazo y hace una presión entre mi codo, me zarandea con delicadeza y yo suspiro—. Sí… algo te pasa.

—Bueno, terminé con Tom y es por eso que decidí faltar algunos días, temo que él no entienda que quiero alejarme un tiempo. —Georg me mira atento y suelta mi brazo.

—Siempre sospeché de ese sujeto, se ve que tiene malas intenciones, temo que te haga daño.

—Soy mayor de edad, sé defenderme y no me hará daño. —Me muerdo el labio, una sensación extraña me inunda y es algo así como si extrañara que eso pasara, que me tome con sus fuertes manos y me tire en la cama, entonces me haga lo que desee, pero sé que eso no está bien…

—Es un obsesivo, no te dejaba ni conversar, aishh, Bill, abre los ojos y olvídalo de una buena vez —le miro y asiento con mucha pena, es lo correcto, olvidarle.

Las horas pasan y almuerzo en su casa, hablamos de muchas cosas y decido pasar la noche con él, su mamá me ha traído un colchón para ponerlo en el suelo, en su habitación y seguir charlando, me gusta tener alguien con quien hablar y Georg es de escuchar mucho.

—¿Le quieres? —me pregunta otra vez. Al principio le dije que no, pero ahora dudo.

—Humm… un poco. —Aunque no pueda definirlo como amor, es más como una sensación de querer ser suyo.

***

No puedo pasar más días, debo regresar a casa.

Salgo para tomar un taxi pues no saqué mi auto. Paro uno y me subo. El auto avanza y creo ver a un hombre con capucha meterse en su auto, uno como el de Tom… Mis manos se ponen frías al instante, es él y comienzo a temer.

—Lléveme a la estación de tren —pido con voz temblorosa. Mi plan es ir donde mi tía Natalie y refugiarme allá con ella… No quiero regresar a la casa sabiendo que me lo puedo encontrar.

El taxi da un giro y comienzo a relajarme. Él no se atreverá a acercarse cuando hay muchas personas, algo me dice que no.

Llego a la estación de tren y al salir camino lo más rápido que dan mis piernas. Miro a mi alrededor y me siento vigilado.

—Bill… —Es él, al voltear logro verlo. Sus ojos están rojos, algo le ha pasado. Trato de caminar hacia adelante, buscando la gente que está sentada en el paradero esperando por su tren. Le siento seguirme y me alcanza—. Bill. —Me mira a los ojos y yo alzo la mirada.

—Tom, hola —apenas digo y él toma una de mis muñecas, apretándola con sus manos—. Me duele, suéltame.

—Vienes conmigo —dispone de mí como una cosa, me resisto forcejeando con él.

—¡No! No puedes llevarme o te denunciaré… —Se ríe de mi amenaza y yo le frunzo el ceño— Tom, es en serio. —Se pone serio y me jala del brazo.

—Debemos hablar, vamos. —Me jala y yo intento zafarme sin éxito, ¿por qué simplemente no puedo gritar o pedir ayuda? Mi corazón late y es que cuando se porta así de esa manera, me rindo nada más. Mis piernas avanzan por sí solas, es lamentable y suspiro para relajarme.

Me sube a su auto y me pongo frío, él está serio y temo que me grite o algo, así que trato de no enojarlo. Comienza a manejar, sé que vamos a su casa. Hay una parte de mí que quiere ir con él, pero mi razón me dice que quizá no sea una buena idea, quizá sea peligroso, pero él me agrada, es contradictorio, pero así me siento…

—Qué poca comunicación la tuya, Bill, tenemos algo, eres mi novio —dice a pocas cuadras de llegar a su departamento.

—Yo lo siento, pero creo que no estás bien…

—¿Qué te hice? Dime, qué pasa contigo. —Me muerdo el labio, no sé cómo explicarle, es difícil, no quiero que se moleste o algo parecido.

—No me grites… —Me mira serio y frena en su departamento—. No quiero entrar —trato de sonar firme, pero su mirada se torna mala, detesto eso de él, y es que no puedo analizar qué puede estar pensando.

—Vienes conmigo.

Soy subido a regañadientes, creo que no podré razonar con él, debo fingir que lo entiendo y luego otra vez ver la forma de escapar, esto comienza a asustarme.

Me siento en su cama y veo las pinturas que hay en su habitación, todas de mí. Se me hace algo escalofriante más al ver algunas en las que no tengo ropa, me llevo las manos al rostro al observarlas, me pongo rojo de vergüenza y es que son dibujos sexuales míos.

—Tom, cómo pudiste pintarme así, destruye eso. —Le pido angustiado, pero él sonríe y me pasa una soda.

—No mi niño, amo verte así a cada segundo. —Se ríe como si hubiese dicho un halago, me siento intimidado, pero tomo la soda y la bebo. Se sienta mi lado y me mira fijamente—. Te amo Bill, no me dejes —pide y eso suena tan… no lo sé, suena sublime y me agrada, no puedo creer que le sonría como si nada malo hubiera pasado entre nosotros, como si no contara que me haya tratado como un objeto de satisfacción la última vez.

—Yo… —prefiero callar, pero luego comienzo a pensar—. Quiero que me respetes, no que me trates como… como una cosa… —Y él asiente, ¡asiente! Ante eso asintió y no lo puedo creer, toma mi mano y la besa cual príncipe azul.

Qué rápido… la sensación de molestia se me va, ahora me siento algo cómodo, es extraño.

Me comienza a contar sus cosas, hablamos como si nada malo hubiera pasado, ¿seré yo el que esté mal? No lo sé… Veo el reloj y casi va a ser de noche, debo regresar a la casa y se lo digo cosa que le incomoda.

—Tom, en serio.

—Puedes pasar la noche aquí.

—No, debo regresar. —Me levanto de la cama y él me toma del brazo.

—No vas a salir Bill, esta vez no vas a salir. —Lo miro asustado, ¡parece loco! No sé cómo reaccionar.

—Déjame Tom, hablo en serio, quiero irme. —Pero me tuerce el brazo, mi corazón late asustado y la adrenalina comienza a fluir en mis venas, respiro agitado y forcejeamos.

Lamentablemente él es más fuerte que yo, aunque le he dado dos fuertes patadas. Grito asustado y quiero hasta morderlo, pero termino en su cama con él encima de mí, estoy perdido.

Lo extraño de todo esto, es que sé que si coopero con él, la pasaré bien de alguna manera… él es bueno en la cama, y me dejo hacer, total, espero y me deje salir.

Le miro mientras me folla y me ve deleitándose en mí, intento articular palabra, pero él me besa con insistencia y arremete contra mi cuerpo, no puedo negar que me agrada, me hace vibrar cual hoja de papel. Casi gritando, casi gimiendo, no sé cómo pude llegar a esto otra vez, él parece una fiera hambrienta.

Y no lo hace una sola vez. Luego de aquello y de beber un vaso de agua, vuelve a empezar, no puedo negar que me agrade… pero sé que no está bien.

—Tom, para… ahh…—que contradictorio, gimo diciéndole que pare y me sonríe alzando mis piernas para hundirse más, abro la boca de puro goce y cierro los ojos comenzando a gemir.

Al cabo de veinte minutos, el sueño me vence… estoy bañado en mi propio semen y tengo el de él también dentro del cuerpo, quiero bañarme, pero mis ojos se cierran de tanto cansancio. Lo siento acomodarse a mi lado y acariciar mi desnudo y sudado cuerpo.

—No te vas a ir de mí —me susurra. Espero que sea el día siguiente para regresar a casa…

***

Otro día más y el cuerpo me duele, Tom me levanta a besos y hasta me penetra sin aviso, es doloroso, es muy doloroso y grito asustado terminando de despertar, lo miro angustiado.

—Buen día… —me dice besándome, abro más las piernas tratando de encontrarle ese gusto… que termine de doler para que me guste.

Esto comienza a angustiarme, simplemente no está bien. Y lo dejo acabar.

Ahora comienzo a vestirme algo desesperado… debo ver la forma de hacer que entre en razón, de alguna manera. Intento negociar con él, pero otra vez me dice que no me iré…

—Estarás conmigo Bill, por siempre. —Me sonríe como si me dijera algo lindo, yo le miro con desaprobación—. ¿No me quieres? —No sé qué decirle y dudo mucho de mis sentimientos.

—No me agrada esto… no… —Me toma de los hombros y presiona contra mí a la cama, otra vez el forcejeo y me siento débil, cansado y aturdido.

Me rindo.

Esto ya se ha salido de control hace tanto, no sé cómo pude ser capaz de llegar aquí no sé qué podrá pasar, pero dudo mucho quererlo, esto ya no es querer… él me ha hecho mucho daño.

—¿En qué piensas? —pregunta mirándome de cerca y yo le volteo la cara—. Bill, dime, qué piensas.

—No lo diré. —Al menos quiero tener el control en mis palabras, él presiona mi brazo y me hace doler— ¡Esto no está bien! —reclamo con aguda voz.

Me suelta y me mira extrañado, suspiro resignado, él no está bien… Me acaricia la cabeza, las mejillas, seca mis lágrimas y besa mi frente. Me confunde.

***

No sé si es de noche o de día… Creo que he pasado aquí ya más de dos días, me siento adormecido y débil. Solo he estado bebiendo agua. Me pregunto si podré salir de aquí con vida.

No ha dejado de follarme cada que ha podido, no ha salido de casa durante estos días ni me ha permitido siquiera levantarme de aquí. Me ha estado pintando, estoy hastiado de él. Cierro los ojos para dormir otra vez.

Siento que estoy flotando en un sueño raro, como una pesadilla, mi instinto de supervivencia se activa en cuanto no lo veo… me siento en la cama tan rápido como puedo, y siento mi sangre correr en mis venas, como una corriente eléctrica que termina de despertarme. Me agito y mis ojos se abren ante la tenue luz de esta habitación, él se ha ido.

Me arrodillo y me levanto con pesadez, mis piernas tiemblan, me miro el cuerpo semi desnudo, comienzo a buscar mi ropa, la encuentro en el suelo, comienzo a vestirme desesperado y asustado.

Debo llamar a alguien, debo intentar salir de aquí. Escucho el agua de la ducha correr, está aquí, en casa… eso me da temor, pero a la vez profunda pena. Aún no sé cómo llegó a tal extremo de maltratarme así, casi siento esto como una pesadilla más que la realidad.

Temblando llego a ver su laptop cerca de las pinturas que tiene, está semiabierta y cuando quiero usarla, me pide una clave, comienzo a hiperventilar, estoy seguro que si él me pesca será capaz de hacerme mucho daño. Pruebo palabras alternativas, su fecha de cumpleaños y nada, decido probar con mi nombre, me da miedo ver si entra, pero entró… Me quedo algo sorprendido y voy directo al buscador de internet; escucho que gira la manija de la ducha y el agua deja de correr. Tiemblo de pies a cabeza y mando un mensaje de texto al celular de Georg y otro al de mi tía, le doy la dirección para que me vengan a buscar y les digo que es: Peligroso.

Casi corriendo, voy a la cama y me recuesto ahí, quiero dejar de temblar, todo mi cuerpo está frío y lo veo salir del baño, me mira extrañado y cierro los ojos tratando de disimular sueño.

Viene a la cama conmigo y me besa, abro los ojos un tanto incómodo.

—Dúchate… —me dice oliendo mi cuello, suspiro y me muevo apenas para salir de la cama, me pasa una toalla, estoy seguro que luego de ducharme querrá seguir follándome, no es algo que me desagrade, solo que simplemente estoy cansado, molesto, frustrado y débil.

Me dirijo hacia el baño y termino de desnudarme, mi ropa está algo sucia, no es para menos.

¿Cómo caí en esto? ¿Cómo no pude reaccionar a tiempo? ¿Alguien me sacará de aquí, me ayudarán las personas a las que he contactado? No lo sé y tengo miedo.

De repente escucho la voz de Tom, está hablando con alguien, me agito y cierro la llave de la ducha, me visto rápidamente, es gente… alguien está en casa y me emociono pensando en que han venido a ayudarme.

Cuando salgo del baño, Tom me toma del brazo y me lleva a la cama, él luce nervioso y aprieta mi brazo haciéndome doler.

—Tom, espera… qué tienes —intento razonar con él.

—Shh… mi Bill, nadie me separará de ti, nadie. —Me acaricia el rostro y me besa, yo solo estoy más confundido que nunca y algo consternado.

La puerta vuelve a sonar y Tom se separa asustado, me mira de reojo y eso me asusta, trato de no ver directamente su mirada es… es amenazante.

Tom camina conmigo hacia su pequeña cocina y… me pongo frío al ver sus intenciones.

—¡Tom! —grito asustado y es que ha sacado un cuchillo y mirándome me lo ha puesto en el cuello. Siento el frío metal querer hundirse en mi piel y lo miro asustado. Mis piernas tiemblan cual gelatinas y mis manos van a su brazo apretándolo para impedir que me mate.

En este momento muchas imágenes cruzan mi mente, mi familia, mi vida, Tom… lo que él era antes, mi gato Pochi. Y cierro los ojos rogando tenga piedad de mí. La puerta vuelve a sonar y mi corazón se quiere salir de mi pecho al oír las voces de los oficiales de policía querer entrar.

—Nadie te alejará de mí, nadie —me susurra al oído, me tiene en sus brazos, pegado a mi espalda con el cuchillo en el cuello, la energía que él me trasmite me indica que sería capaz de cortarme el cuello si me muevo, solo trato de no moverme y de no provocarlo.

Camina conmigo así hacia la puerta y se pone a un lado. Los sonidos se intensifican.

—¡Le ordenamos abrir o entraremos! —Él está mirando de lado hacia la puerta, su corazón retumba en su pecho pegado a mi espalda. Mi vista está nublada de lágrimas y solo retengo su brazo el cual tiene un cuchillo en mi cuello.

Le siento acerarse a mi oído y suspirar intentando calmar sus nervios, él también tiene miedo.

—Tranquilo Bill, tranquilo mi niño, te amo —me dice y besa mi mejilla.

—¿Por qué me haces esto? —pregunto con pequeña voz.

—No lo sé… sé que está mal, lo sé, pero… creí que te perdía, y no quiero eso, quiero tenerte conmigo y como ves, hay gente que te quiere arrebatar de mi lado.

—Tom, no estás bien… —Me presiona en sus brazos y miro hacia el frente, doy un sobresalto viendo a un hombre asomarse por la ventana… ¡cómo logró subir por ahí! Abro la boca y Tom me aprieta en sus brazos, el tiempo parece detenerse y me pongo tenso, muy tenso pues la fuerza con la que el cuchillo aprieta en mi cuello me hace pensar que será el fin.

Oh, Tom, ¿Cómo llegamos a esto? ¿Por qué fuiste capaz de tanto? Yo no valgo la pena… no así, no es normal, es demente…

El sonido de un proyectil aturde mis sentidos y siento que él suaviza su agarre. Y cae.

Creo que aquello fue mucho para mí, tantas emociones juntas me enceguecieron que caí desmayado en cuanto fui consciente que le habían disparado.

***

Ahora estoy yendo al cementerio. Nadie me ha creído ser capaz de esto, pero… siento que debo hacerlo, algo me tiene atado a él en cierta forma.

Hay mucha lluvia y abro un paraguas. Decidí venir hoy después de casi dos meses, decidí venir solo puesto que no quiero dar explicaciones a nadie de esto porque simplemente no lo entenderán…

«Bill, eres perfecto, perfecto, jamás conocí alguien como tú, te amo, no lo olvides». Escucho su voz en mi mente y los ojos se me llena de lágrimas. Pocas veces, luego del incidente, me he permitido llorar y es que últimamente he estado rodeado de gente, casi he sido una celebridad en la universidad la cual he pensado dejar, siento que me miran raro, todos ya saben que Tom me hizo daño y que murió estando loco por mí…

Veo su tumba, es una simple tumba de cemento en un jardín, le coloco flores, no ha tenido flores desde que fue enterrado.

Me arrodillo mojando mis rodillas y pongo mis manos leyendo su nombre «Tom Trümper».

—¿Por qué Tom, por qué?

No hay respuesta.

Saco el celular que tengo en el bolsillo y reviso la primera foto que tengo de él, su mirada de adoración me trae nostalgia.

Lo extraño, ¿estaré mal? No lo sé, pero lo extraño y recordaré todo lo que vivimos, aunque precisamente aquello me atormente.

Estoy condenado… Y aún siento que le pertenezco.

Fin.
Gracias por leer y bueno, Tom estaba mal, era un obsesivo que ya estaba bordeando lo psicótico, o sea, un poco más y ya estaba loco... a veces ni nos damos cuenta de qué tipo de pensamientos tenemos :/ En fin,  un beso grande y será hasta un próximo fic.

11 comentarios:

  1. Es muy difícil darse cuenta de cuando ya es demaciado para las personas, es extraÑo, pero conozco muchas personas así, amigos, familiares, conocidos, que han estado y estan en relaciones destructivas, y creo que ahora entiendo un poco mas el porque son así... Aunque claro, no es lo mismo.

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    1. hallo<3
      sí, a veces no hay un límite.. hay mucho de estas cosas en el mundo aunque quizá no tan extremas como este Tom, pero que manipulan a sus parejas de otras formas..
      besos <3 gracias por leerlo
      <3

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    2. De nadaa!!! Un placer leerte siempre pinky! <3

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  2. :D tal vez suene (lea) raro, pero me alegro que haya terminado así... vv
    es que yo pensaba que quien moriría era Bill.. y no lo merecía :(
    bueno, pobre Tom también... se paso.
    Ok Tom estaba casi loco, o loco.. pero y Bill, ¿Qué explica la actitud de Bill de extrañar a Tom y todo eso?, si le hizo daño... :/
    me gusto mucho el fic.. :D Te felicito.. :D

    Cuidate! besos!
    Criis.

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    1. hallo <3
      pues sí u_u también siento lo mismo, me alegra que haya terminado así porque bueno, Bill sufría más...
      Bill era de tener el sindrome de estocolmo, se enamoró de quien le hio daño :/
      besos <3 <3

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  3. halo <3 bueno sí, el desenlace se venia así u_u
    sí u_u Tom estaba ya muy mal que no etendia razones... y bueno, Bill se desmayó porque ya no soportó tanto..
    besos <3

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  4. Ufff cuanta gente no tiene este tipo de relaciones tan tormentosas y así son felices. A menor grado pobdremos ejemplos más seguidos como el de Rihanna que hasta ella misma dice que es su error de todo lo sucedido con Brown. En fin, el cerebro humano es un misterio y no importa sexo, religión o clase social. Que enfermo dirían muchos pero bueno hay límites para todo :(

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    1. hallo <3 sí, existe este tipo o derivados de relaciones tormentosas... parece que el amor ecegueciera a las personas que les impide ver la realidad
      gracias por comentar <3

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  5. No pense que Tom terminaria asì :c nuestros pensamientos muchas veces no son buenos :c por eso yo cada que puedo me abro ante alguien para que me diga "no, estas mal" o asì xD no esque me compare con Tom solo que muchas veces pasamos por momentos malos y asi... e.e bueno AME el fic porque tu no solo escribes por escribir, tu buscas dejar un mensaje y nos llega :) ojala le Tom se hubiera dejado ayudar u_u

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    1. hallo <3 exacto, lo que haces es normal, cuando la gente te dice que algo no está bien uno debe analizarse y ver en qué sentido no está mal porque a veces teemos pensamientos dominantes que nos perjudican...
      gracias y sí, Tom se hubiera dejado ayudar, quizá otro hubiera sido el descenlace final
      besos

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