Póster - 55

Hola *-* les traigo un nuevo capítulo de este fic. Agradezco a los nuevos lectores que se acoplan, aún no lo creo *o*! y pues, este es un capítulo crucial y además un poco largo~ Para ti, Scotty :3

Bill quemaba, Tom no podía evitar sentirse envuelto por todo él, no podía parar, no quería esta vez.

Bill estaba semidesnudo repartiéndole besos en su pecho, casi lamiéndolo como su fuera un felino. Pasaba sus manos por sus brazos desnudos y luego hacia su cuello para atraerlo a sus labios y besarlo, Tom se dejaba, estaba hipnotizado por sus encantos y le seguía el ritmo.

—Bill, mi Bill —le decía cada que podía, acariciando sus cabellos.

—Estoy… estoy tan caliente, ¿está bien? —preguntó algo asustado, mirando a Tom a los ojos. El de rastas tragó saliva, ¿qué pregunta era esa? Alzó su cadera y colisionó contra la de Tom, gimiendo, haciéndole notar su erección—. Estoy duro… —dijo jadeando.

En ese momento Tom se puso a pensar en muchas cosas, en lo que estaba a punto de acontecer puesto que no tenía el valor de levantarse de la cama y explicarle que sería mejor parar. Lo observó por un instante, su frente sudada brillaba en la noche y su respiración jadeante le ponía los vellos de punta, se veía sensual. Pasó sus dedos por su rostro y Bill los tomó en su boca, chupándolos uno a uno, estaba desesperado, ansioso que ni él mismo podía controlar, confiaba en Tom y eso sólo incrementaba sus ganas de más, aunque precisamente no sabía exactamente a dónde podía llevarle todo eso.

Tom comenzó a moverse sobre él, y Bill gimió ante eso llevando una de sus manos hacia su entrepierna palpitante, quería quitarse ese bóxers que le apretaba todo, Tom lo notó y le ayudó con manos temblorosas, ahora todo él era un manojo de nervios teniendo a Bill así de excitado entre sus brazos. Le vio acariciarse a sí mismo, pidiendo con todo su cuerpo atención.

Tom se levantó de sobre él para buscar algo.

—No me dejes… —reclamó el otro, Tom puso sus dedos en sus labios mirándole con cariño.

—Voy por una cosa, espérame aquí. —Lo besó y Bill trató de relajarse.

Dentro de él estaba la seguridad y la casi necesidad de entregarse a Tom, sentía que lo perdía, cada noche que él entraba en el cuarto para arroparlo y dejarlo dormir lo sentía lejos, esa era una angustia instalada en su pecho, perdía a su hombre, a su mundo en sí, ¿qué sería de él? Casi se sentía un usurpador de identidad, pero él también quería vivir plenamente, sentía que lo merecía. Y esa noche no estaba cansado, así que esperaba concretar su unión con Tom de alguna manera, una unión la cual él sabía que significaría un nuevo paso entre ellos.

Tom regresó con algo en sus manos, estaba solo con sus bóxers, a comparación de Bill que le esperaba en la cama sin nada de ropa, aún agitado tomando su erección en sus manos.

—Esto es… —gimió por sus propias caricias, parecía descubrir algo nuevo. Sacó la lengua y se la pasó por sus labios enloqueciendo con eso a Tom quien tenía las manos temblorosas y gateó hasta él.

—Oh, no hagas eso —le habló con aguda voz y Bill lo volvió a hacer, sacar su lengua para lamerse los labios. Tom apretó los dientes y no pudo más, tomó las piernas de Bill separándolas un poco para tocarle bajando una mano por la cara interna de su pierna suave.

Nunca había hecho algo semejante con un hombre y tener a Bill ahí simplemente le hacía flotar en una nube de excitación, era fascinante.

—Tómame Tomi, quiero estar unido a ti —dijo con la voz excitada y luego se arqueó al sentir los dedos de Tom untados con una sustancia viscosa en ellos tocándole donde nadie lo había hecho, en su propia concepción—. Eso… eso duele —se quejó con aguda voz, aferrando sus uñas a los brazos de Tom.

—Lo siento. —Le besaba el rostro con devoción—. Es necesario, prometo que no dolerá más…

—Sí —gimió bajito.

Tom no podía creer lo que estaba haciendo en esos momentos, preso del deseo que casi dominaba todo su cuerpo y en lo único que quería concentrarse era en el bonito chico que tenía gimiendo bajo su cuerpo, lo que sus manos sentían al tocarle y sus dedos al entrar en él, tan angosto, solo deseaba poder concretar esa unión.

Al momento en el que Bill tomó la mano de Tom para hacer hundir más sus dedos en él fue lo que le llevó al descontrol así que tomando su pequeña cadera quitó sus dedos oyéndole quejarse y entró en él cerrando los ojos fuertemente y gruñendo de satisfacción por lo que su parte sensible sentía, ser recibido por el cuerpo de Bill. El pelinegro ahogó un grito desgarrador cuando lo tuvo dentro, de todas maneras era su primera vez pese a que lo deseaba tanto. Enredó ambas piernas en la cintura de Tom y mantenía las manos a ambos lados de su cuerpo, prendido de las sábanas como un gato, estaba tenso.

—¿Estás bien? —susurró Tom cerca de sus labios al ver descender lágrimas de sus ojos.

—Oh sí… —mintió para complacerlo y cerró los ojos buscando sentirlo más, concentrado en él, en su mundo.

Tom comenzó a besarle con insistencia, acariciando todo su cuerpo como podía. Jamás antes había podido imaginar que tendría a su artista favorito entre sus brazos alguna vez.

Por un momento se concentró en sólo él, el que estaba ahí, sus facciones de placer, sus gemidos, su cuerpo entero a toda su disposición, como buscaba complacerlo con sus movimientos y el abrir de sus piernas; ese momento duró muy poco pues inevitablemente veía a Bill, al otro Bill ahí, cerrando los ojos y concentrándose en todo lo que había vivido con él, la última vez que estuvieron en paz, sin pelear, lo mucho que a Tom le gustaba una de sus sonrisas sinceras, y cuando alzaba la voz para gritarle, lo imponente que lucía y le hacía estremecerse, sus atrevimientos… de repente se daba cuenta que le hacía el amor pensando en otro que era Bill también. Abrió los ojos y lo vio, toda la cara perlada de sudor y sus labios húmedos. Hermoso. Le tomó de la cadera fuertemente y le alzó un poco para un mejor ángulo, logró entrar profundo hasta su cadera topar sus firmes nalgas y lo hizo una y otra vez deleitándose en todos sus gemidos y como le arañaba los brazos con desesperación.

—Precioso Bill, mi Bill… —Cerró sus ojos imaginando al otro, era tan palpable, hasta que su propia consciencia le reclamó que no era correcto pensar en el otro haciendo lo que le estaba haciendo a éste. Así que abrió los ojos para verlo y le besó el cuello, ese largo cuello sudado.

—Siento que… explotaré —advirtió Bill gimiendo audiblemente, a su antojo, sin restricciones—. ¡Tom, Tom, Tom, ahh! —su cuerpo tembló.

—¡Bill! —exclamó pensando inevitablemente en el otro, teniéndolo presente casi involuntariamente.

Su estrella favorita, con tantos defectos encima, pero al fin y al cabo, todo suyo ahora.

O quizá no completamente… era su otro lado, uno que a su manera había sabido engatusarlo hasta caer en la cama con él, ahora tenía una responsabilidad para con él, pero en ese instante Tom no quería pensar en otra cosa que no sea satisfacerse y satisfacer al otro, vivir la noche.

Tom cerró los ojos llevando la cabeza hacia atrás gruñendo desesperado por la presión que Bill le hacía en su miembro, estaba en el orgasmo corriéndose sobre su vientre y le siguió Tom fuertemente.

Agitados y sudados, se abrazaron y Tom salió de él con cuidado para recostarse a su lado. Aún no lo creía… le había hecho suyo.

—Tom —suspiró hondamente—. Te amo, te amo mucho. —le dijo cerca del oído aún jadeante a punto de cerrar sus ojos para dormir.

Tom cubrió con las sábanas su desnudo cuerpo atrayéndolo más hacia él para abrazarlo. Le besó en los labios y Bill aún esperaba una respuesta.

—Duerme, mi amor —le dijo y Bill sonrió con los ojos cerrados.

El de rastas no podía dormir, suspiraba hondamente y era evidente que su cuerpo gritaba por descanso luego de acabar la noche de esa manera, pero no podía evitar pensar en el otro Bill, en lo que se removía en su pecho de solo pensar que mañana le reclamaría ese hecho, estaba ansioso y deseaba verlo con muchas ganas, aún así no dudó en abrazar al chico que dormía a su lado con una sonrisita de satisfacción en sus labios.

Bill, en el fondo de su corazón, sabía que había ganado una batalla, ya no se sentía más niño, se sentía todo un hombre y tenía la pequeña esperanza de que lo que había pasado sería el inicio de mucho, se sentía triunfante y aunque quisiera estar despierto para pasar la noche con Tom, el cuerpo le ganó, se rindió y durmió.

Y bien, ¿qué piensan? Ahora Tom está más unico a Bill, pero... lo hizo pensado en el otro u_u malo Tom, Bill tierno merecía que se lo hicieras pensando en él!!!! XDD ok, yo misma me comenté :D espero sus opiniones *-*