martes, 12 de febrero de 2013

Minino~ 25

Hola a todos *-* les traigo un capítulo de este fic~ estén atentos :x y quiero agradecer infinitamente a Twc_kaulitz01 por el bello regalo que me dio a mi facebook *o* subo aquí por primera vez, muchas gracias por semejante cosita tierna y bella *-*

Cadenas

Bill tomaba una ducha rápida mientras los demás armaban maletas. Georg miraba de reojo a Tom, ya no le caía mucho.

—Ten presente que es virgen —dijo serio. Tom lo miró algo sorprendido.

—Lo sé, sería incapaz de hacerle daño, descuide…

—Sí, ¿no? Será mejor que sepas como tratarlo o te las verás conmigo. —Tom frunció el ceño.

—Descuida Georg, le amo, no podría tratarle mal.


Simone bajó las escaleras dándoles el alcance en la sala con algunas maletas, Tom estaba sentado en el sofá con una laptop en sus piernas, buscaba un vuelo disponible para cuatro personas esa misma madrugada, qué difícil, eran excesivamente caros y no había cuatro en un avión…

—Creo que tenemos que ir en vuelos separados… —avisó Tom— No encuentro otra salida. —Simone miró a Georg algo preocupada.

—Está bien —dijo ella acercándose a Tom—. Siempre he cuidado de Bill, me lo he llevado a muchos lugares, y siempre lo he protegido con mi vida, por favor haz lo mismo. —El de trenzas asintió a la joven madre.

—Lo haré, se los juro.

Bill bajó con una mochila y se sentó junto a Tom, éste ahora terminaba de comprar los boletos, le informó a Bill que irían en vuelos distintos, pero que todos se encontrarían en el aeropuerto de Atlanta y de ahí verían donde hospedarse. Éste asintió.

Aquella noche fría, Georg escribía una nota a los dueños de la casa dejándola sobre la mesa, después que el peligro pasara, pensarían en cómo recuperar sus cosas, por ahora, la prioridad era viajar aunque él y Simone realmente no conocían el peligro en sí, pero podían intuirlo.

Salieron de la casa y ya casi era el amanecer, Bill suspiró siendo abrazado por su novio y yendo a su auto, Georg y Simone irían con ellos. Tom realizaba muchas llamadas telefónicas incluso a su mamá para decirle que viajaría a América por una emergencia que no podía explicar. Ahora todos en el auto se dirigían al aeropuerto, tardarían algunas horas…

***

Furst despertaba y como siempre, le gustaba desayunar junto a sus gatos, pero esta vez solo estaba Misha con él, vestida de negro y muy bien maquillada como siempre.

—¿Dónde está Jared? —preguntó por tercera vez y ella agachó la cabeza.

—No lo sé —Él la miró crítico y sacó su celular.

—El niño apagó su localizador, sabe que eso está prohibido. —Aquel aparato ya no existía, Misha lo había destruido y de Jared no sabía nada. Furst se levantó de la mesa y salió de ahí por un momento. Sabía que Misha tenía la habilidad de escuchar hasta los murmullos de otros, por lo que escribió una nota y se la dio a uno de los guardias para luego entrar al comedor otra vez.

—Amo… —habló ella—. Sé que está molesto con él, pero creo que él no está de acuerdo con algunas cosas.

—¿Cosas como qué? ¿Qué sabes tú? —Ella suspiró y se limpió los labios de la leche que tomaba.

—Él no quiere que Bill entre aquí…

—Bill es de aquí, su nombre es Macky, lo creé yo, no puede estar andando por las calles pudiendo ser capturado por el gobierno o por algún científico, no lo permitiré, sabes que le hago un favor. —Sonrió de lado entendiendo algunas cosas—. Debí suponerlo —rió burlonamente—, mi Jared está celoso… no es como cuando estoy contigo. —Misha esquivó su mirada—. Como sabe que traeré otro gatito, creerá que lo cambiaré por él, no sabe que todos son míos por igual, aishh, Jared. —Sacó su celular y tecleó un mensaje para que Misha no escuchara.

Ella estaba algo molesta, eso no era lo que quería escuchar.

—¿Le advertiste a ese tal Tom que sus días están contados? —Ella asintió—. ¿Y qué dijo?

—Hem… pues que no renunciaría.

—Tonto, muy tonto, ahora tendré un gatito llorón por su culpa, pero se repondrá con todo lo que tengo por ofrecerle. —Una llamada entró a su teléfono el cual contestó rápido. Él prefería hablar en inglés con sus sirvientes como para que Misha no entendiera—. ¿Qué? ¡Qué esperan para traerlo! ¡Y encadénenlo! —gruñó hablando en otro idioma y luego cortó la llamada—. Misha, tu hijo Jared, ese niño me las pagará, lo están trayendo, el muy idiota casi sale del país.

—Por favor, no le haga daño… —suplicó con las orejas caídas levantándose de la mesa yendo junto a él, sentándose en sus piernas.

—Mishita, todo le he dado, ¡todo! Y mira… se quiere escapar de mí, ¿debo pasar eso por alto?

—Es un adolescente tonto, no le haga daño. —Furst le miró algo convencido, ella sabía como hacerlo.

—Cuando lo traigan aquí, te permitiré hablarle y luego hablaré yo. —Ella lo abrazó, ahora no sabía qué tenía que decirle, pero algo le decía que él podría ser severo.

Jared estaba esposado y con una cadena en el cuello siendo detenido por dos hombres de Furst, estaba más que molesto.

—Malditos, ustedes me conocen, ¡por qué las cadenas! —Uno de ellos que estaba a su lado le miró algo apenado.

—Lo siento Jared, son órdenes estrictas, no queremos hacerte esto, pero ya sabes, Furst manda…

—¡Grr! ¡No pueden llevarme como un animal, no soy uno! —Aquellos hombres sintieron pena, eran amigos de Jared desde que éste era un niño gatito y ahora habían tenido que golpearlo y encadenarlo por órdenes superiores.

Lo habían encontrado queriendo secuestrar un auto para mandarse a mudad quien sabe a dónde. Furst tenía sus espías y uno de ellos conocía a Jared, lo vio subir la pen house en la noche, y fue así como lo siguió cuando bajó de ésta para querer escapar.

Llegaron a la pen house y entraron por el estacionamiento, tenían el carro blindado y con lunas negras, le pusieron una capucha que lo enfureció más y lo sacaron encadenado para subir el ascensor.

—¡Esto es estúpido! ¡Ya sé que están en un pen house, maldita sea! ¡Es ridículo!

—Joven Jared, por su bien no grite, el señor Furst está muy molesto… y sabe que puede dañarle, pídale disculpas, él entenderá… él es humano.

—¡Una mierda! —gruñía intentado zafarse, sin éxito alguno. El ascensor se abrió y entraron por una puerta que tenía una clave el cual Jared escuchó como tecleaban y ésta se abría.

—Estamos en casa —le dijo uno de los guardias y Jared gruñó solo para que Misha supiera que estaba ahí, quería verla.

Lo arrodillaron en la alfombra y le sacaron la capucha, intentó pararse y saltar hacia algún lugar alto, pero tropezó en el intento cuando supo que estaba encadenado del cuello a una viga cerca de la pared, se quedó recostado en la alfombra algo magullado, con la respiración acelerada y luego, la gran puerta de la sala se abrió, entrando Misha casi corriendo, se arrodilló hacia él con un trapito blanco con algo de alcohol.

—Jared, Jared, mi niño. —Le abrazaba y luego comenzó a lamerle el rostro, tenía algunas heridas, tomó sus manos y las lamió, luego le pasó por las heridas el trapito con alcohol, Jared se quejó un poco—. No podré ayudarte… no sé qué hacer por ti, el amo me permitió entrar a mí primero, pero no sé qué te hará, no tengo idea y tengo miedo, no debiste escapar. —Le lamía el rostro hasta hacerle ronronear.

—Ya, no te preocupes… no sufras por mi culpa, sabré librarme. —Trató de sonreír.

—Gato mañoso, no debiste escapar, no hay donde ir… —Él la miró con esos ojos celestes y le metió una imagen en la mente, las enormes pirámides—. ¿Egipto? Estás loco, allá ya no es como los tiempos antiguos, no existe nada de la diosa Basted; Jared, no seas infantil, nada de nosotros existe en este mundo, estamos en el siglo veintiuno, nada de lo que nos es revelado en sueños existe… —Tomó su rostro en sus manos, acariciándole las mejillas—. Nuestro mundo está aquí, lo tenemos todo…

—No, no tenemos nada, él nos tiene a nosotros, somos una raza especial que no debe convivir con los seres humanos, esa es la verdad… ellos nos han hecho daño desde siempre… —Misha no entendía cómo él tenía esos pensamientos ni de dónde los había sacado.

—Mi nene, no le vayas a decir tal cosa al amo, él está por entrar, cuida tu boca, no lo digas, hazle caso, pídele clemencia y acepta sus condiciones, por favor… —Volvía a lamerle parte del rostro y Jared se sentó, Misha quería arrancarle esas cadenas que tenía en el cuello y manos, las órdenes de Furst eran tan estúpidas.

Y la puerta se abrió entrando un hombre con traje negro, era él, el amo, Misha se arrodilló para ponerse en pie, con las orejas decaídas y la cola hacia abajo, las manos detrás de su espalda y se mordió el labio.

—Misha, sal… y obedece a mis guardias.

—Amo, tenga piedad…

—¡Shh! Fuera gata. —Ella salió de ahí caminando de puntitas y un guardia la tomó del brazo llevándola a otra habitación, una que habían acondicionado para evitar que el sonido entrase o saliera. Ella no podría oír nada.

Jared se arrodilló y miró retadoramente a Furst.

—¿Te parece interesante tenerme así, como si fuese un animal salvaje? ¿Eh? ¡Respóndeme! Siempre me decías que no era uno, que era una preciosidad, tu mascota especial, ¡y así me tratas! —Furst rió un poco y se quitó el saco comenzando a desabrocharse las mangas de su camisa negra.

—Todo esto lo haces porque te he descuidado… te entiendo y te pediré disculpas. —Jared abrió la boca no sabiendo qué decirle—. Perdón por no tratarte bien y esto de las cadenas es solo un juego. —Rió—. Sé que te gustan esas cosas. —Le movió las cejas—. Estás cansado de lo mismo de siempre, crees que te dejaría por Macky, el nuevo gatito que allá se llama Bill. Pero no es así, tú tienes un lugar conmigo. —Jared agachó la cabeza, sus palabras lograban convencerle.

—No quiero que ese gato entre aquí…

—Lo sé, te entiendo, pero mi amor da para todos. —Jared gruñó, no le gustaba como mezclaba las cosas, metiendo sentimientos en cosas que él comenzaba a ver que eran perversas.

—Los humanos no tienen muchos amores, solo uno, se casan con uno y tienen hijos… no tienen dos o tres parejas, no tienen harenes en este tiempo. —Lo miró molesto y Furst comenzó a quitarse la camisa en su delante.

—Los humanos comunes… los mediocres, la gentuza, esa gente que no es nada, ellos, pero yo no, siempre he podido darles a ustedes todo lo que han requerido y hoy, seré condescendiente contigo, pídeme algo y te lo daré, cualquier cosa, ¿un viaje? ¿Egipto quizás? Tienes muchas fotos en tu habitación… ¿Quieres un auto? ¿Quieres una mujer? Eso también podría darte sin resentimientos, ¿quieres que nos mudemos? Eso también, ¿quizá algo de libertad? Te la he dado y casi escapas ¿Qué quieres? —Jared lo miró algo ilusionado y su cola se levantó del suelo agitándose.

—Quiero una casa fuera de aquí y alguien a quien querer. —Furst rió un poco.

—¿Ser mediocre? ¿Trabajar para mantener esa casa y mantener una persona viviendo de ti? Jajaja —Rió estrepitosamente—. Es como si uno que lo tiene todo decida no tener nada solo para saber cómo se siente, ¡es estúpido! ¡Vives en un pen house y me tienes a mí! ¡Qué más podrías pedir! —Furst se le acercó y de un movimiento logró ponerlo boca a bajo, Jared comenzó a toser y a querer librarse, la cadena en el cuello comenzaba a asfixiarle—. Me tienes… y yo lo soy todo.

—Solo tengo un pedazo de usted… —Él podía visualizar en su mente como era Bill teniendo todo de Tom y al revés, él anhelaba aquello—. Pedazos, nada más que eso —susurró.

—Voy a demostrarte que me tienes entero —susurró al oído gatuno y le bajó los pantalones—. Quieto mi gatito, solo te quiero a ti. —A Jared se le formaron lágrimas en sus celestes ojos, los cerró y se apoyó en la alfombra, dejándose hacer por su amo todo lo que estaba acostumbrado.

—Espero cumplas tu palabra… ahh… —Sus uñas se clavaban en el suave suelo, se mordió el labio para no gemir mientras Furst le penetraba—. Y espero no traigas ese gato aquí… —Furst rió un poco.

—Le están esperando en el aeropuerto, he mandado a cazarlo. —Jared se removió gruñendo, girando su rostro para verlo, a lo que el otro lo besó rudamente—. Pero no se ponga celoso mi gato favorito, Macky no es como tú…

—Oh, maldición… —cerró la boca recostando su cabeza en la alfombra viendo muchas luces, todo su cuerpo temblaba incapaz de concentrarse en otra cosa, aunque había una preocupación instalada en su pecho, su igual corría peligro.

Furst se corrió en su espalda, y luego le lanzó al lado un cascabel de oro, Jared cerró los ojos no queriendo ver su brillar, recostándose de lado suspiró hondamente.

—Quítame las cadenas… no es sexy —dijo mostrándole sus colmillos. Furst desnudo, sacó de un cajón un collar metálico y se arrodilló frente a su mascota—. ¿Qué es eso? No quiero. —Le ponía en el cuello un nuevo rastreador.

—Así te localizaré y éste no podrás quitártelo. —Tenía un pequeño control remoto el cual activó una pequeña luz roja en el collar. Jared le gruñó, pero Furst se le acercó y besó su frente de manera dulce, de forma que le hizo recordar que lo “quería”, así logró apaciguar su ira, suspiró y Furst le pasó un manojo de llaves con el cual él mismo se quitaría las cadenas—. Ve a bañarte y anda con Misha…

—Sí…

***

Bill tenía puesta una capucha y un saco largo, por debajo de éste su cola se movía ansiosa de un lado para el otro mientras era jalado de la mano por Tom. Detrás de ellos iba Simone y Georg. Era ya de mañana y habían llegado al enorme aeropuerto, Tom llamaba una empresa de autos para que llevaran su auto de regreso a su departamento y éstos le decían que tardarían en encontrarle por las llaves cerca de media hora. Pensaba dejar abandonado su auto en el aeropuerto, pero no perderían el vuelo programado a dos horas más.

—Cariño —llamó su mamá—. Tu cola, se nota, enróllala. —Tom lo miró y le palmeó el trasero y el minino subió su cola hacia su cintura.

—Necesito los pasaportes —habló Tom, ahora venía la parte incómoda, tener que hacer una cola inmensa, el aeropuerto era enorme y confuso.

Bill bostezó de sueño y se apoyó en el hombro de Tom, éste le miró mientras hacía la cola.

—Gracias Tomi… por sacrificar todo por mí. —Tom le sonrió.

—No podría dejarte, ahora menos, saldremos de esto y nadie nos acosará —le dio un pequeño beso.

—Quiero ir al baño… —se mordió el labio aguantando las ganas de orinar. Tom miró a Georg y le llamó, éste decidió llevarlo.

—Hijo, sé que algo malo está pasando… —le decía en el camino a los servicios higiénicos, el minino le miraba angustiado.

—Sí, hay otros como yo y alguien interesando en tenerme, aún no entiendo por qué…

—Eres de los nuestros, Bill, eres mi hijo aunque no seas de mi sangre, eres humano aunque tengas esa cola y orejas. Te protegeremos —Bill le sonrió y entró al baño—. Te espero aquí.

Muchos otros hombres entraban ahí, Georg se quedó casi cinco minutos viendo entrar y salir a muchos menos a Bill, así que decidió entrar.

—¿Bill? Es algo tarde… —habló fuerte, pero en aquel baño habían otras personas, Georg comenzó a angustiarse— ¿Bill? ¡Bill! —Y a casi gritar ante la atenta mirada de los demás. Tocó cada puerta de los cubículos incomodando a los demás hombres— ¡Bill! ¡Por Dios, responde! ¡Bill! —Entró un policía.

—Señor, está alterando en orden.

—Busco a mi hijo, no está. —Sus ojos denotaban tal angustia, sacó su teléfono llamando a Tom— Bill no está —le dijo apoyado en la pared con el policía y otros hombres mirándole extrañado.

Tom casi corrió junto a Simone dejando su equipaje en la fila, llegó donde Georg y lo encontró llorando en la puerta del baño.

—¡Qué pasó! —Tom reclamada asustado. Georg abrazó a Simone que comenzaba a palidecer.

—No lo sé, él entró aquí y no salió, lo juro… él no salió y no hay por donde pudo irse… no contesta el teléfono, está fuera de servicio.

—Vengan conmigo —habló el policía—, tenemos cámaras en casi todo el aeropuerto, quizá podemos dar con él, ¿qué edad tiene?

—Quince… o dieciséis —dijo Tom con un nudo en la garganta.

Esos malditos habían logrado llevárselo y ahora no sabía qué hacer, por donde empezar a buscar…
Al fin, llegamos a la parte crucial del fic, de aquí en adelante empieza la especie de "guerra" veremos si salen ilesos o no. Besos *-* no olviden comentar~

9 comentarios:

  1. Mierdo ya tiene a Bill :c
    Ojala y no le haga daño, Se que Tom luchara por el, Un beso Pinky:3

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    1. hallo <3
      sí u_u veremos si puede luchar contra tanto D:
      besos <3 <3

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  2. Ahhh, se llevaron a Bill!! pero como?? D:
    Hay nooo!! y ahora lo llevaran al "amo" >.< pobre Bill, espero que nada malo le pase!!
    Me dejas con las ganas de leer!! Pero se que no esperare mucho :D
    Cuidate!! xoxo ^-^

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    1. hallo *-*~
      sí u_u se lo llevaron... y sí, no esperarás mucho porque subiré pronto *-*
      besos <3

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  3. Hallo!!
    No tengo mucho que decir, lo unico que pues .______.
    ya casiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii llegan a los nuevos capítulos, se me perdieron todos u.u pero pude salvar uno y fue el 29 o.O asi que creo que me quede en el 31 o 32 pero, por si hay nuevos lectores... no diré lo que pasara! solo que T-T llorare en lo que viene y que geniial que ya casi es *w* amo este fick no sabes cuanto hehehe!!! y este capitulo es muy triste para mi u.u y los otros pero genial.

    Besos y cuidate Pinky
    Zuii

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    1. Hallo *-*<3
      gott, sí u_u creo que escribí este fic hasta el capítulo 34 sino me equivoco, espero poder seguirlo~
      gracias por amarlo *-*!!!!
      muah <3

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  4. Hermoso como siempre *-*
    mierdo tiene a Bill :c en parte es bueno porque de ahora en adelante todo sera más emocionante...creo ._. XD
    besos *3*

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    1. hallo <3 muchas gracias *-*
      jajaja y bueno, sí, habrña mucha acción
      besos <3 <3

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  5. NOOOOOOOOOO LOOOO SECUESTRAAAROOONNNN recordaba esto!!! Tonto Georg!! FUCK!! y si viene muy angustiosos kpis yo lei hasta el 31 :'( P.D. Furst mentiroso y desagradable sujeto TE ODIOOOOO!! fuck! Sigo leyendoooo DamitaRosa ♥

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