Blue

Hola a todos *.*~ otra vez trayéndoles algo nuevo xd Esto salió para el Sexto Concurso Songstav organizado por el Grupo de autores de fics al que amé participar *.*  Aquí para ver el resultado. La consigna era escribir un songfic y me basé en la canción Blue de Bigbang.

Resumen: 

Todo se había enfriado inevitablemente y su corazón se había teñido de azul.

Autora: Pink Girl

Clasificación:  PG +13
Advertencias: Tomstav lol
Género: Romántico, Songfic.
Pareja principal: Gustav - Tom.
Drabble.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama.

Nota de la autora: Dolió hacerlo </3 Dedicado a la maldita confusión.

Banner hecho por mí.

El cielo de Alemania estaba azul intenso y el frío hizo que titiritara. Se cerró el abrigo y se acomodó la gorra de lana que tenía en la cabeza y contestaba una llamada telefónica. 

—Gustav, ¿vas a explicarme qué pasa? 

—No. 

—¿Dejarás Tokio Hotel? 

—¿Es el momento de hablar de eso? 

—Dios, no estás bien, debo verte… 

—No, no dije que no estaba bien, ¿por qué nunca me escuchas? Estoy bien. 

—¿Dónde estás? —Gustav guardó silencio—. Siempre tan frío, solo dime una cosa… ¿Te hice daño? 

—No, todo está bien. 

—Me preocupas Gustav. 

—No tienes por qué, estoy bien. 

—Maldita distancia, pero sabes que puedo tomar un avión ahora mismo, lo sabes, solo tienes que pedírmelo. 

«Bajo el mismo cielo, en lugares diferentes, porque tú y yo somos peligrosos», pensó. 

—No. Mejor así, ¿no crees? —Otro silencio más y luego una risita. 

—Mi Gustav… 

—No me llames así —determinó serio. Sintió sus labios temblar otra vez—. Lo siento Tom, solo no lo digas. 

—¿Sabes? Ya no eres el mismo que conocí, lo siento pero debo decirlo porque me duele. —Gustav cerró los ojos—. Extraño nuestro secreto, extraño tenerte aquí, estoy lleno de melancolía casi todo el tiempo y el trabajo me pesa, ¿quieres saber por qué sigo en esto? Porque tengo la esperanza de que vengas a grabar y viajar por el mundo con el disco nuevo y que esa sea la excusa de sentirme tuyo otra vez. —Silencio en la línea, Gustav no quería responder, no quería darle esperanzas de algo que ya no pasaría. 

«Estoy alejándome de ti, una letra hace la diferencia entre persona especial y extraño». Cerró sus ojos lamentándose mentalmente por pensar así. 

—Tom… —Silencio. 

—A veces siento que hablo con un extraño. —Suspiró—. Y no sé qué más hacer para rescatar esto. 

«Es de cobardes, pero me escondo porque no soy lo bastante bueno». Así lo sentía, no era más para Tom. 

—Tienes a Bill —dijo frío—. Él te ama. Yo solo… no soy lo suficientemente bueno para llevar esto. —Escuchó un quejido de parte de Tom. 

No pensó que diría esas palabras, comenzó a sentirse mal por haberlo dicho así. «Una cruel separación sería el final del camino del amor». Cruel separación, no buscaba eso, pero era inevitable. 

—¿Sabes Gustav? Siento como si mi corazón hubiese dejado de latir, como si estuviéramos congelados. No puedes estar haciéndome esto ahora, no puedes. —Gustav resopló en la línea—. De todo lo que te escuché alguna vez esto es lo peor, ¿crees que no eres bueno en esto? Tampoco lo soy, pero no puedo creer que des un paso atrás después de lo que vivimos, los años, las promesas y todo lo que planeamos tú y yo. —Gustav prefirió guardar silencio—. Me haces daño. 

«Mi frío corazón se ha teñido de azul», pensó, no podía creer lo mucho que se había enfriado con los años. Ya no eran más adolescentes jugando al amor. 

—¿Tuviste que llamar hoy? —Escuchó un quejido de parte del otro. Miró hacia el cielo tan azul. 

«Estoy acostumbrándome a mis lágrimas azules, a mi tristeza azul». Sentía que se condenaba a la tristeza si no hacía algo. 

—¿Es el fin? Dímelo. —Gustav había estado esperando esa pregunta y temía responderla. Sabía que Tom sería capaz de dejar Tokio Hotel por eso, pero ya Gustav no pensaba en regresar aunque los gemelos hayan hecho los trámites necesarios en la disquera para tratar de convencerlo económicamente, ya no regresaría. 

—Es lo mejor —dijo frío, pero su corazón dolió agonizante. Como dijo antes, era un cobarde y ya no podía con el peso de la relación, en cualquier momento saldría a la luz y simplemente no podría con la presión. 

«No hay palabras que puedan consolarme, tal vez sea el último drama de mi vida y el telón está bajando ahora». El fin, el tan ansiado fin venía como tiro de gracia para aliviar ese dolor convertido en culpa por no sentir ya lo mismo que Tom. 

—No puedo creerlo… ¿dónde quedó nuestro sueño? 

—Lo siento Tom, te he amado a morir desde siempre, pero siento que esto se ha enfriado irremediablemente además no puedo más, es eso. —Tom cerró sus ojos pasándose el brazo para secar las lágrimas de decepción que bajaban por sus mejillas. 

—Pues bien, adiós Gustav, adiós para siempre, si es eso lo que quieres respetaré tu decisión. —La llamada terminó y Gustav sintió alivio. 

Un alivio frío que estaba esperando desde hacía años. Nadie entendería esa relación nacida en la adolescencia, nadie podría creer que fueran amantes y no llegarían muy lejos siéndolo. Gustav quería ser libre aunque no deseaba causar daño a un hombre como Tom. 

«No estoy dolido ni me siento solo. La felicidad es solo una reflexión. No puedo soportar nada más complicado que esto y no es para tanto, no me importa. Estoy vagando inevitablemente, la gente va y viene». 

La gente va y viene. 

Se levantó de ahí y guardó su teléfono, quizá esta vez podía ser libre. 

Pues sí, no todo es como uno quiere y las cosas se enfrían inevitablemente. Saludos a todos *-*!!