martes, 11 de septiembre de 2012

Inalcanzable - 2

n_n~ como podrán ver, estoy subiendo este fic, espero terminarlo, gracias por los lindos comentarios, los valoro muuucho *.*
Era fin de semana.

Bill había inspeccionado la gran mansión de los Kaulitz en busca de aquel chico que vio el primer día, pero no lo encontró más. 

Aún así no había perdido el tiempo, ahora conocía un poco más ese lugar. 

Ese día llegarían invitados a la casa y por eso su madre preparaba un gran buffet. No pudo prestarle mucha atención a su hijo, así que volvió a dejarlo a su suerte.

Bill salió como de costumbre rumbo hacia la casita que había cerca de los jardines, esta vez resignado. Miró por la ventana y no lo encontró. Ya ni le importaba. Caminó un poco más alrededor de la casita y quiso ir hacia la piscina, pensó que estaría vacía y podría pasear por ahí sin problemas. Pero escuchó pasos, alguien caminaba cerca de aquel lugar, se puso en alerta y trató de ocultarse entre los árboles. Pero pisó mal unas ramas y cayó, gritando un poco por el susto para luego maldecir por lo bajo al estar en el suelo lleno de hojas.

—¡Hey! ¡Tú! —Reconocía esa voz.

Se levantó y quiso correr, pero ya era tarde, aquel chico de rastas lo tomó del brazo antes de permitir dejarlo escapar.

—Ahh… —gimió Bill al sentirse atrapado.

El de rastas lo miró fijamente, escudriñando su rostro, pestañeó un poco y lo soltó.

—¿Quién eres? —Preguntó serio.

—Yo… —Bill no quería decirle que era el hijo de una de las cocineras del lugar—. Yo… me perdí, lo siento —dijo nervioso.

—Eres hijo de alguna de las amigas de mi madre —prácticamente lo afirmó, y Bill asintió.

—Oh… —Tom miró sus ropas, nada elegantes, nada sofisticadas, lo analizó, pero no le dio importancia.

—Me llamo Tom, ¿y tú?

—Bill.

—Tú viniste antes, ¿no es verdad? Yo… te recuerdo. —Las mejillas de Bill ardieron, se había dado cuenta.

—Bueno… —Se mordió el labio nervioso, él no entendía qué le pasaba, no entendía por qué era tan tímido con un chico que acababa de conocer.

—Vivo aquí. Hay una fiesta, pero es de señoras nada más. ¿Cómo se llama tu mamá?

Y así empezó toda una serie de mentiras de parte de Bill, él quería encajar en su mundo ahora sabía que Tom era el hijo de esta familia muy rica, los Kaulitz.

Tom paseó con su nuevo amigo por todo el jardín, luego lo invitó a pasar a su casa, Bill se sentía nervioso, tratando de no parecer un ignorante de todo ese mundo de glamour, aunque Tom pareciera un rebelde por el cabello y la clase de ropa que llevaba, era muy culto y de buenos modales. 

A Tom le parecía intrigante su nuevo amigo, él no se había creído para nada el cuento de que él era hijo de alguna de las amigas de su madre pues no aparentaba ser un chico de alta sociedad. Eso le atraía aún más ya que veía la atención del pelinegro en todo lo que él hacía, pero no le preguntaría quien era; no, porque quería tenerlo cerca.

Ya el tiempo había avanzado mucho, eran casi las seis de la tarde y Bill sabía que tenía que regresar donde su madre o ella empezaría a buscarlo y mandaría a los guardias a preguntar por él. Entonces su farsa sería descubierta y perdería el contacto con su nuevo amigo. Así lo veía Tom.

—Es tarde —dijo tímidamente. Estaban en la habitación de Tom, él le enseñaba algunos libros que estaba leyendo y habían jugado video juegos, aunque Bill perdía a cada rato, disfrutó hacerle ganar a Tom todas las veces, hasta que Tom ya no se sentía bien de tanto ganar. Quiso que Bill sonriera un poco y le mostró algunos libros de su pequeña biblioteca.

—¿Quieres que algún chofer te lleve a casa? —preguntó tomando en sus manos los libros que Bill le pasaba. Bill dudó mucho, no quería responder. Tom preguntaba para ver si le podía decir la verdad…

—No es necesario… yo… puedo ir solo.

—¿Mañana volverás? 

—Sí. —Tom le sonrió.

—Mañana entonces, nos vemos Bill.

Lo acompañó hasta la salida, Saki, el mayordomo, miró a Bill con el ceño fruncido pues sabía que era el hijo de la cocinera, no sabía qué hacía dentro de la casa ni qué hacía en la habitación del único hijo de sus patrones.

Hablaría con Simone, pero no diría nada a Tom, no antes de investigar bien qué se traía entre manos ese niño.

A la salida, llevó a Bill a la cocina, tirando de su brazo con algo de brusquedad.

—¿Qué pretendes? Sabes que no se puede entrar a la casa, no tú. —Eso hizo sentir mal a Bill, excluido, discriminado—. Anda, ¡responde!, si mañana te veo merodeando por aquí cerca haré que despidan a tu madre, ¿me entendiste? —Ante eso Bill se asustó.

—No volveré, lo juro —prometió con un hilo de voz, sería muy horrible dejar a su madre sin trabajo sólo por mantener una amistad con el hijo de la familia esta.

Al llegar a la cocina una Simone un poco alterada lo esperada —¡Dios! ¡Hijo! ¿Dónde has estado? Te estuve buscando por todos lados.

—Señora —habló Saki—, él ha estado merodeando por donde no debía, si es posible no lo traiga mañana o habrá problemas. —Simone vio con desaprobación a su niño quien un poco avergonzado sólo optó por agachar la cabeza y morderse el labio. 

Fue empujado junto a su madre y se quedó ahí parado con la cabeza gacha escuchando todos los sermones que ella tenía que decirle.

—No lo vuelvas a hacer… quien sabe y te encuentras con personas desagradables, Bill mírame. —Tomó el rostro de su hijo y lo alzó—. Tú no sabes cómo es la gente de dinero; cariño, suelen ser tan déspotas, no quiero que te acerques a esa casa.

—Pero… —Él pensó en Tom, vino a la mente las conversaciones animosas que tuvo esa mañana y cuando jugó videojuegos, en ningún momento lo maltrató o lo hizo sentirse inferior, lo contrario, solía alentarlo y animarlo como un amigo. 

—Nada de peros, ¿me escuchaste? —Y siguió regañándolo por el resto de la tarde, hasta la noche.

Simone era buena madre, sólo que era algo sobreprotectora, por eso no quería dejar a Bill con alguien para poder ir a trabajar, pero ahora lo pensaba, si no podía vigilarlo en el trabajo tendría que dejarlo con alguien, en algún lado, pensaba y pensaba dónde podía ser.

***

Al día siguiente, muy temprano, Simone se levantó y dejó la comida sobre la mesa, revisó toda la casa en busca de algún peligro o algo, tuvo una idea, una no muy buena, pero era una idea. Fue a la habitación de Bill quien descansaba plácidamente.

—Perdóname hijo —le susurró y le besó la frente para luego salir de su habitación, bajar por las escaleras y enrumbarse a la puerta, sacó el manojo de llaves y echó llave a la casa, dejaría a su Bill encerrado ahí. Dejó una nota de disculpas y se fue a trabajar. Sabía que estaba mal lo que hacía pero era mejor que dejarlo deambular en la casa de los Kaulitz.

En la mansión un travieso Tom despertaba muy animado, sabía que no tendría un día aburrido pues había quedado con su nuevo amigo, él estaba ilusionado con mostrarle algunas cosas suyas, pues a Tom le gustaba mucho la fotografía más que la música, tenía unas fotos de sus vacaciones que quería mostrar a Bill y convencerlo además de tomarse una foto.

Bajó a desayunar encontrándose con sólo su madre, su padre andaba de viaje de negocios, y cuando él no estaba su mamá era un manojo de nervios, así que para calmar esa ansiedad agobiante organizaba fiestas sociales en casa, eso le fastidiaba mucho a Tom porque veía una excusa para gastar dinero y poner la casa de cabeza sólo para que ella esté tranquila. Pero con los años había aprendido a tolerar todo eso. 

—Cariño, hoy habrá una fiesta. —Eso significaba para Tom que tenía que estar presentable, amarrarse ese cabello ante todos desastroso y vestirse de la mejor manera posible, todo para guardar las apariencias. Pero él era un rebelde en ese sentido, le incomodaba las fiestas sociales y también todo lo que tenga que ver con mantener composturas, él quería ser libre.

—Hemm… ¿será posible no asistir? —preguntó temeroso—. Es que acordé pasarla con un amigo, me visitará hoy y pues estaré con él en la casa del jardín. —Su lugar privado.

—¿Qué amigo?

—Un amigo.

—Pero sabes que esta fiesta es especial Tom, vendrá Ross, con su hija, ella es tu amiga debes atenderla, ¿con quién la pasará ella? —Detestaba la hija de la señora Ross, tan engreía y superficial, la tal Brigitte. Puso los ojos en blanco, debía pensar en un plan educado para librarse de todo.

Esa tarde, Simone tuvo mucho trabajo, preparar otro buffet más. Cuando aceptó ese trabajo, no pensó que alimentar a tres personas sería tan trabajoso, pero es que no sabía la manía de la señora Kaulitz de armar fiestas y eventos sociales. “Felizmente y no traje a Bill” pensó aliviada, con tanto trabajo qué hubiera podido velar por su pequeño. 

Tom entró a la cocina disimuladamente, sin que nadie lo viera, él tenía la extraña esperanza de ver a su amigo ahí, buscó con la mirada y no lo halló. Su celular sonó captando la atención de las que cocinaban.

—Joven Tom —dijo una de ellas, la más joven—, en qué puedo ayudarle…

—Yo… —sacó el celular de su bolsillo, era su madre—. Aló, sí… ya voy, sí ma, sí… —Salió de la cocina Simone lo vio irse, Tom era un poco más alto que su hijo, eso le hizo suspirar pensando en Bill ¿Qué estaría haciendo?

***

En casa, un día nuevo empezaba para él. Aún tenía la esperanza de que mamá le llevara a su trabajo, así que decidió darse una ducha y alistarse. Pero había un silencio raro en toda la casa. Simone solía escuchar música mientras preparaba el desayuno, hoy la casa estaba en silencio. Así que decidió salir a buscarla. La casa estaba vacía, ella no estaba, una nota en la mesa hizo que frunciera el ceño.

«Cariño, tuve que ir sola por tu bien, te he dejado desayuno, almuerzo y cena en la refrigeradora, tienes películas para ver y un teléfono por si alguna emergencia pasa, es el teléfono de tu tío. Te quiero mucho, regreso a más tardar a las diez de la noche. Tu mamá».

—Oh, no —suspiró rendido—, aún tenía la ligera esperanza…

Que mal le cayó eso, él… él quería verlo otra vez. Es que el recordar el día de ayer le ponía de buen humor, ¿qué estaría haciendo Tom? ¿Estará jugando algún videojuego, estará leyendo algún libro, estará en su casita del jardín tocando el piano?

—Tom —dijo su nombre. En el silencio de la casa, sonaba muy bien, rió tontamente, todo esto lo sentía tan tonto, estaba aburrido y completamente solo…

Allá en la mansión, el sonido de la fiesta era demasiado, Tom estaba tan aburrido con Brigitte, ella era un poco pesada.

—Llévame al jardín, vamos —insistió otra vez, lo cierto era que estar solo con ella no le gustaba mucho, ella era muy tentadora, y él quería estar solo, al menos hoy. Pero si Bill hubiera venido tal vez las cosas serían diferentes— Tom…

—Sí, vamos. —La condujo y ella le tomó de la mano, él solo sonrió educadamente.

Detestaba algunas formalidades, pero es que no tenía otra opción. Pasaron por la piscina, las amigas de su madre eran todas como ella. Miró a otro lado, es que cuando la gente tomaba por más glamorosa que sea, terminaban igual siempre, gritando y exagerando todo, felizmente era una fiesta de solo mujeres, pues si su padre se enterara, hasta podía pedirle el divorcio. 

—Tom —volvió a llamarlo— ¿Por qué no tocas algo para mí? —Estaban dentro del lugar favorito de Tom, uno al que no hacía entrar a alguien así no más, pero ella lo conocía, también su amigo Bill, aunque a él no le había hecho pasar… No sabía lo que había pasado, él creía que vendría…

En la intimidad de su lugar favorito, la chica se sentó en un mueble, invadiendo todo lo que él consideraba privado. Se sentó en el banco del piano y tocó alguna melodía, pensando en la naturaleza, no en ella, en el brillo de los ojos de Bill y en la calma que le invadía en ese lugar. Pero sintió unos brazos rodearle el cuello y le sacaron de su concentración, giró su rostro, tenía a su amiga colgada.

—Brigitte —dijo sorprendido.

—Tocas tan bien. —Ella se acercó demasiado ¿acaso quería…? Sí lo quería, lo besó y por consideración a una dama él no retrocedió, sólo se tensó en sus jugosos labios, la sensación era buena, pero ella no lo era para él. 

Y Tom quería que su primer beso sea con alguien especial… cerró sus ojos perdiéndose en este beso que sabía a lápiz labial, uno bastante fresa… ugh…

e_e las metidas como siempre, pero veremos si el pequeño Bill regresa a la mansión a ver a su nuevo amigo~ Besos<3

8 comentarios:

  1. Ke mal! Billito kedo solo por lo ke le advirtió Saki, odiosooo!! Y ahora esta trite y piensa en thomas komoel tmb en su amiuito y ke zorra esa niñata le robó su 1er beso!!! FUCK!! Me encanta el fic Y todo lo ke escibes DamitaRosa :) TKUM :) Espero otro kpi!! :D ♥

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  2. gracias *-* tú siempre apoyándome~ veremos qué más pasa, pronto subiré lo que sigue,
    Besos <3 <3

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  3. era.. el primero beso de Tom? :O
    me cuesta creer eso.. es decir.. es Tom!... :S el chico precoz... :O
    :( alguien especial hubiera sido perfectamente Bill :( lastima... :(
    Brigitte...ya esta en mi lista negra vv' xD

    muy interesante el cap.
    espero el prox. con ansias.
    cuidate! küsses!
    Criis.

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    1. Hallo <3 sí, es su primer beso y salió así de mal x_x
      alguien especial no tardará en besarlo jojjoo veremos n_n~
      Besos<3<3

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  4. Pink... Ya no amo Polizón e___e
    Ok no .-..
    Por favor, por favorsito publica este pronto *--*'
    Ok ya, me encanto *ww*.
    Brigitte e__e Stupid Fucking Bitch ><'
    Ok ya es solo un niña >< .-.
    Me encanto. Me gustaria que Bill & Tom se vieran de nuevo *ww*
    Como amigos & asi *uuuuu*.
    Fin.

    Besitos Pink :3 Cuidate Ü

    Atte: July C:

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    1. XDD n_n gracias *.*~ pronto lo publicaré hasta darle fin, no te preocupes~ veremos qué más pasa.
      Y sí, esa chica lo besó :x
      Serán muy buenos amigos, ya lo verás~ n_n~
      Besos <3 <3

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  5. *-* Billi mentiroso! pero así comienza su linda "amistad" :B'
    Me encanta esta historia es tan romántica que asta me derrito...

    Brigitte, una jovensita metida!! no me cae ese tipo de persona. :P

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    1. Halo <3 gracias *-* y sí, así comienza su amistad especial :3 veremos qué más pasa n_n
      tampoco me caen chicas como Brigitte.
      besos <3<3

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