Póster - 13

Otro capítulo más de este fic que va por pedacitos, este capítulo será decisivo para los demás >:3 saludos a todos *-*

—¡Estás con Georg! —reclamó Tom y Bill abrió la boca sintiéndose descubierto. 

—¡No! ¡No digas eso! —Se soltó de Georg y corrió hacia la puerta para abrirla y salir de la habitación por un momento en busca de los de su seguridad. 

Georg lo miraba fijamente y Tom solo estaba tenso también mirándolo sin saber qué decirle. 

—No sé cómo los fanáticos extremos logran violar nuestra seguridad y meterse así a la vida privada de sus artistas, ¿crees que Bill te hará caso así? —cuestionó molesto. 

—Tú no sabes, ¡estuve con él en mi casa! Hace apenas minutos. Y ahora no me recuerda. —Georg rió burlonamente y luego se escuchó las voces de personas acercarse a la habitación. 

—Es él —señaló Bill con el dedo índice a dos hombres altos vestidos de negro—. ¡Les pago para que no permitan tal cosa y miren! —gritó airado, los dos hombres se acercaron a Tom inmediatamente y lo tomaron de los brazos. 

—¡Esperen! —gritó Tom—. Yo no pedí venir aquí, vine con Bill; mira la ropa que traes puesta, ¡es mía! Debes recordarlo. —Bill se miró a sí mismo de pies a cabeza y luego tocó la camiseta negra súper larga que tenía puesta. 

—¿Cómo tengo esto? Jamás usaría algo semejante —dijo Bill y luego miró a Tom con el ceño fruncido—. Me lo pusiste mientras dormía… no puedo creerlo, ¿qué clase de acosador eres? —Tom abrió la boca indignado, no podía reconocer al Bill que conocía, al de la sonrisa y mirada cálida, éste que tenía al frente era casi todo lo contrario. 

—No puedo creer lo diferente que eres aquí… ¡Y tampoco que estés con el guitarrista de tu banda! Algunas fans tenían razón, tantas miradas indiscretas en los escenarios y tanto filtreo, ¡todo era verdad, tienen una relación! 

—¡Shh! ¡No! ¡No es lo que piensas! 

Bill tenía un problema, tenía secretos que quería que permanecieran así. Tenía una imagen muy bien cuidada que mantener y ahora ese sujeto de rastas estaba arruinándolo todo. 

—Yo los vi, agarrados de la mano y estuvo en tu cama semidesnudo, duerme contigo… —Tom dijo eso con desilusión y bajó la cabeza, las manos de los de seguridad se apretaron en sus brazos. 

—Tráiganlo a mi despacho —pidió Bill saliendo de la habitación. 

Tom era conducido por esa enorme mansión hacia una oficina en donde se encendieron las luces y Bill buscaba algo en un escritorio. 

—Déjenme solo con él —pidió a los de su seguridad y ellos solo salieron de ahí, aunque sabían que debían estar al tanto así que aguardaron en la puerta. 

Bill le indicó sentarse frente al escritorio y sacó un montón de papeles. 

—¿No me recuerdas ni un poco? —preguntó Tom con algo de esperanza. 

—No sé de qué hablas. 

—Apareciste en mi habitación ya dos veces, saliste del póster que compré. 

—¿Pretendes que crea eso? Mira —le extendió una hoja—. Esto es un contrato de silencio. 

—¿Quieres sobornarme? —Bill lo miró y frunció el ceño. 

—No lo veas así, míralo como una oferta; bien podría denunciarte por acoso y por allanamiento de casa. Pero no lo haré. —Sonrió un poco y Tom suspiró ante eso. 

Esa sonrisa le recordaba al Bill que él había conocido. 

Tomó una pluma y firmó. 

Bill le pagaba veinte mil euros por su silencio.

jojo~ pagará por su silencio, veremos qué más pasará >:3