Niñerías - XII

Hola a todos, antes de empezar mi ardua semana les dejo capítulo nuevo y quizá sea este el capítulo en donde la relación comenzará a florecer (? XD veremos~ Un abrazo grande. 

Nicole no podía creer lo que estaba pasando en esos momentos. Bill la besaba como nunca antes lo había hecho y ella se agitó un poco y se dejó. Bill parecía descontrolado besándola cada vez más. 

Un pensamiento pasó por su mente en ese momento, se sentía como Tom, solo satisfaciendo esa necesidad física de sentir. Se separó de su amiga un poco sorprendido, mirándola a los ojos brillantes, casi lagrimosos y dilatados, y casi ni podía articular palabra, solo jadeaba mirándolo, esperando por las tan ansiadas palabras de amor que le indicaría que empezaría algo serio con ella. 

—Lo siento —eso fue lo que pudo decirle—. Yo… yo creo me precipité. 

—¿Bill? Bill… —Acarició sus mejillas y quiso volver a besarlo, pero Bill no se dejó. 

—Lo siento, creo que estoy confundido, no quiero hacerte daño. 

—No me haces daño, todo lo contrario y te entiendo Bill, sé que no me quieres como yo a ti pero a mí me basta saber que me deseas. 

—Yo… —Podía ver a Nicole muy esperanzada como quizá él estuvo el día de ayer—. Dame tiempo. 

—¿Estarás conmigo? 

—Quiero, pero necesito tiempo. 

—Todo el que quieras. —Nicole lo abrazó tan fuerte y Bill se quedó pensativo. 

*** 

Algunos días habían pasado y era de esperarse que Bill evitara ver a Tom en todo momento. Cada vez que Tom bajaba él se distraía o buscaba alguna cosa con tal de estar indispuesto para el otro. A veces Tom lo llamaba para conversar, pero era ignorado. Hasta que un día la indiferencia de Bill llegó a exasperarlo. 

—¿Qué pasa contigo? ¿El ratón comió tu lengua? —Bill estaba en la cocina terminando de hacer la cena. 

—No puedo hablar contigo, ¿de acuerdo? Es más, no quiero. 

—Hey, ¿qué pasa? Llevo preguntándote lo mismo y tú no me respondes algo razonable. 

—Ya te dije, no insistas. Ahora, si me lo permites, debo alimentar a tu hermano. 

Bill quiso salir con un batido de frutas en una mano, pero Tom lo detuvo tomando su muñeca. La forma en cómo Bill lo miró llegó a intimidarlo un poco, pero eso no hizo que lo soltara. 

—Quiero hablar contigo. 

—Déjame ir, no voy a hablar, no tengo tiempo. 

—Sí lo tienes, después de darle de cenar a Liam puedes venir a mi habitación. —La manera en cómo Tom lo miraba le dio a entender que aún había esa atracción y fue eso lo que le incomodó aún más. 

—¿Qué pretendes? En serio no te entiendo Tom, ¿no te bastó esa chica que llevaste contigo? 

—¿Qué tiene que ver ella en este asunto? —Tom ladeo la cabeza y sonrió cerca del rostro de Bill, lo observaba y se había dado cuenta de algo—. Estás celoso. Vaya, niñero… 

—¡No! Qué estupideces dices, no me importa con quien estés ni lo que hagas. 

—¿Me espiaste? Supiste lo que estaba haciendo con Heidi ese día. —Bill se puso más rojo de lo que estaba y forcejeó con Tom para librarse. 

—¿Espiarte? Ni que me importaras. Suéltame. 

Tom torció la boca y lo soltó, Bill salió de ahí rápidamente. 

Lo que Bill no podía perdonarse eran las sensaciones que sentía en ese momento. Si bien era cierto que estaba muy molesto, también su corazón estaba latiendo como loco y sus piernas temblaban un poco, Tom lograba desequilibrarlo de esa manera y él no tenía idea del por qué, ¿qué tenía Tom que no tuviera otra persona como por ejemplo Nicole? Prefirió no pensar mucho en eso y centrarse en Liam. 

—Oye, estás raro —dijo el pequeño mientras tomaba su jugo—. Pareces como asustado. —Bill sonrió para disimular. 

—No me pasa nada, estoy bien. Ahora come. 

—Es Tom, ¿verdad? Te pareces a Karina cuando estaba así, quería que comiera rápido para meterse en el cuarto de mi hermano. —Bill frunció el ceño, él jamás correría al cuarto de Tom, quería tener eso en claro. 

Llegó la hora del baño del pequeño y eso significaba para Bill tiempo libre sin hacer nada, así que bajó a la sala a leer algún libro mientras esperaba por Liam ya que debía arroparlo y cerciorarse de que se acostara para dormir y así poder irse. 

Tom ya podía caminar sin la muleta y bajó las escaleras al saber que encontraría a Bill abajo. El corazón del pelinegro volvió a acelerarse cuando se percató que Tom se acercaba a él y se sentó a su lado. Alzó más el libro para cubrir su cara y Tom soltó una risita. 

—Déjate de niñerías, ¿quieres? Vamos, da la cara. —Bill cerró el libro y lo miró molesto—. Ahora bien, dime qué te hice para que estés así. ¿Es por el conejo? ¿Acaso se ha muerto por haberlo tomado de las orejas? —preguntó con una cierta preocupación, Tom había llegado a esa conclusión y se sentía mal—. Ya no lo traes… 

—Tu mamá no quiere que lo traiga y él está bien. 

—Me alegra que esté bien. Entonces, dime. —Bill dejó de mirarlo y no sabía cómo explicarle sus molestias. ¿Debía estar molesto? Ahora comenzaba a dudar de eso. Tom y él no eran nada, no se sentía en derecho de reclamarle el haberse acostado con una mujer la otra vez. 

—No pasa nada, solo es que no me simpatizas, no tenemos nada en común. ¿Por qué habría de gustar de ti? Solo me generas repulsión. —Bill se sintió satisfecho de decirlo pues eso tenía algo de verdad. 

—Ja, ¿hablas en serio? Me besaste la otra vez, ¿no lo recuerdas? Y sé que te gusto, lo sé por cómo me miras incluso hoy. —Estiró una mano y quiso tomar la suya a lo que Bill lo evitó. 

—Fue un error y me arrepiento. No vine aquí para estar contigo, ni para ser uno más de tus diversiones sexuales. —Tom no lo entendía. 

—Me gustas y te gusto, ¿por qué complicas todo? 

—No miras más allá de eso, ¿no? Para ti es simple, crees que porque me gustas iré a tu cuarto a encerrarme contigo ahí. 

—¿Por qué no? Dame una razón. —A Bill se le pasó por la mente su padre y se puso serio. Se alejó un poco de Tom y se quedó mirando un punto fijo en el suelo—. ¿Bill? 

—No soy como él ni como tú, esa es la razón. —Tom estaba confundido, trató de entender a Bill, pero casi no podía. 

Para él las cosas eran simples, nunca antes se había enamorado, siempre había tenido a su disposición a cada quien que le gustaba y la había pasado bien. No entendía por qué Bill se rehusaba si era evidente que había atracción mutua. 

Tom se le acercó un poco más y tomó su mano contra la voluntad de Bill quien le dio la cara algo sorprendido. 

—Quiero entenderte —dijo sincero y Bill se estremeció ya que pudo ver que no bromeaba—. Quiero conocerte más, lo digo de verdad. —Bill frunció el ceño no sabiendo cómo explicar todo lo que sentía por dentro. 

—Tu madre me dijo que tus intenciones no eran buenas para conmigo, hasta ella sabe que tienes deseos que me vaya de aquí y lo haces de la manera en como botaste a las demás niñeras. —Trató de liberar su mano, pero Tom la presionaba más. 

—Ella me va a escuchar, ella cree saber todo lo que pasa por mi cabeza y no veo la hora de mudarme de aquí para que me deje en paz. 

—Si te mudas sería mejor. Ahora suelta mi mano. 

—No hasta sentir que estamos bien. 

—¿Bien? Tú y yo no vamos a estar bien. 

—¡No te hice nada, Bill! No entiendo por qué ahora me miras con desprecio y huyes de mí sabiendo que me deseas y te mueres porque te bese otra vez. —Intentó hacerlo, pero Bill casi gritó y estaba dispuesto a golpearlo si era posible por su atrevimiento, Tom retrocedió. 

—¡Ve a besar a tus mujeres y déjame en paz! 

—¿Por qué no admites que estás celoso? Es por Heidi, lo presiento, pero ella es una amiga con la que de vez en cuando… 

—¡Tom! —interrumpió indignado, aún forcejeaba por librar su mano—. No deseo saber tus cochinadas, puedes hacer lo que quieras con las personas, pero no conmigo. 

—¿Acaso no tienes deseos? ¡Entiéndeme! Estoy casi un mes sin poder salir y estuve otro tiempo más inconsciente, necesitaba de alguien. 

—Sí claro, te entiendo, no pudiste con tus ganas —ironizó. 

—Exacto, al fin me entiendes. —Bill lo miró con indignación y volvió a forcejear por recuperar su mano, cosa que no consiguió. 

—¡No puedo creer que pienses así! ¿Sabes lo que eres? ¡Un cerdo! Si estaba ilusionado contigo ahora solo siento asco. —Y eso era verdad, ahora estaba más seguro que no quería saber nada más de él. 

Tom lo soltó pues supo que decía la verdad, lo sintió así y lo dejó ir escaleras arriba. ¿Qué había pasado? Tom no lo entendía, pensó que porque Bill era un chico como él lo sabría entender, ¿no se supone que debía ser así? Reír un poco de las aventuras del otro y pasarla bien, Tom creyó que esa sería la reacción de Bill y que podría atreverse a tocarlo como quisiera y así ambos pasarían un buen rato de mutua satisfacción, pero ahora, después de sus palabras fuertes, Tom se quedó sentado ahí y una extraña incomodidad le recorrió el cuerpo, se había molestado. 

Pasados algunos minutos Bill bajó y evitó verlo, Tom no fue tras él, solo lo dejó ir y le miró el trasero, era increíble sentir que ahora le atraía más que antes y eso logró sacarle un gruñido de frustración al escuchar la puerta cerrarse y quedarse solo ahí. 

Bill era el primero que le había dicho que le producía asco. 

*** 

Bill sonreía en las calles mientras regresaba a casa, sonreía porque creía había podido superar ese problema con Tom, ya no le gustaba y ya no quería pensar en él, así era mejor, ahora solo pensaría en sus estudios y en hacer bien su trabajo para cuando sea fin de mes cobrar y ese dinero pudiera ayudar a quedarse en esa ciudad y no tener que mudarse donde su padre. 

Al llegar a casa cenó y fue a estudiar. Revisó su teléfono y tenía mensajes de Nicole, muchos mensajes de amor, se puso serio porque no sentía lo mismo que ella, solo quería que estuviera bien, que sea feliz y siga siendo su amiga, pero no podía amarla como ella quería, aún así se vio comprometido en corresponderle pues la noche anterior la había besado. 

—Aló —decidió llamarla. 

—Bill… —su voz emocionada lo intimidó un poco—. Hola mi Bill, estaba pensando en ti. 

—¿Tanto así? —Bill rió—. Estaba por dormir después del trabajo. 

—¿Cómo te fue? 

—Bastante bien, el chico que me molestaba ya no lo hará más, es un cerdo, si supieras… 

—Cuéntame. 

—Quizá otro día. Solo quería darte las buenas noches. Mañana nos vemos. 

—Sí, hasta mañana te espero en clases. 

Bill cortó y fue a dormir. Esperaba que mañana sea un día bueno, no más de esos dramas del corazón que lo confundían y hacían sentir mal. 

Despertó con energías y ganas de seguir ese día. Se alistó como de costumbre y bajó a hablar con su madre mientras tomaba el desayuno. 

—Mañana irás con tu padre. 

—Lo sé mamá, no tienes que repetirlo todo el tiempo, ya tengo listo mis cosas. 

—Hum, espero no le digas nada de lo que te he dicho, no quiero causar problemas. —Bill resopló, no quería problemas tampoco pero sí hablaría con su papá del tema. 

Ese día en la escuela Nicole estaba muy cariñosa y atenta, Bill en cierto modo valoró eso con resignación, ella era casi su novia y debía corresponderla. Pensó que quizá los sentimientos podrían dominarse y tener la voluntad de escoger de quién enamorarse, entonces tuvo una pequeña esperanza, si se enamoraba de Nicole estaría bien pues ella lo amaba. 

Estudió y presentó los trabajos de ese día y a la hora de salida salió junto a Nicole. Bill caminaba algo apresurado por los pasillos rumbo a la salida y notó que Nicole se agitaba. 

—Lo siento —se disculpó por dejarla atrás y se percató de las tímidas intenciones de tomarlo de la mano cosa que aceptó—. Ahora sí nos creerán juntos —dijo y ella sonrió emocionada. 

—Pues que se enteren, no me importa. 

Bill se alzó de hombros, tampoco le importaba mucho, trataba de sentirse cómodo a su lado y tratarla como se merece. 

Al salir y bajar las escaleras de la puerta principal de la escuela se paralizó cuando vio al otro lado de la autopista a Tom esperando por alguien. 

—¿Qué pasa? —preguntó Nicole al notar su nerviosismo y cómo Bill retrocedía intentado regresar a la escuela—. ¿Te olvidaste de algo? 

—No, no… —No quería decirle. 

—¿Regresarás? 

—Tampoco. Vámonos. —Decidió seguir avanzando, no huiría como un cobarde. 

—Sí. 

Bill frunció el ceño pensando muchas cosas. De seguro estaba ahí por la chica de la otra vez, quizá estudiaba en su escuela, le creía muy capaz de meterse con alguien menor. Pero por otro lado estaba esa preocupación extraña por cómo había podido llegar hasta ahí si aún tenía la pierna afectada. Tom estaba con un gorro que le cubría parte de la frente y tenía lentes de sol, aún así lo había podido reconocer de lejos. 

Tom lo vio y soltó una risita, podía ver cómo intentaba escapar y el hecho de que llevara a esa chica de la mano le llamó la atención. Cabello negro y largo, rostro de niña, no escotes, no minifalda, ni tacones, jeans no ajustados y camiseta manga larga con estampado de florcitas, una mochila simple y zapatillas; qué poco sexy la vio, a él le gustaban todo lo contrario, mujeres hermosas, atrevidas y fogosas. 

Aunque no podía caminar muy bien, ese día había salido porque al fin le habían quitado el yeso y tenía una venda; la recomendación que le habían dado era que debía caminar así que no vio otra mejor idea que ir a buscar a Bill, pero no esperó encontrarlo con compañía, menos que esta sea femenina. 

Cruzó la pista y trató de seguir a Bill quien intentaba perderse entre los demás estudiantes. 

—No te entiendo Bill, ¿viste a alguien? 

—No, solo estoy apurado, tengo trabajo. 

—Ya veo. —Ella sonrió, pero Bill apretó los labios buscando con la vista a Tom, ya no lo veía al otro lado de la pista, comenzó a agitarse y era evidente para Nicole que buscaba o escapaba de alguien. De todas formas Bill pensaba en su pierna, inevitablemente no podía dejar de pensar que de seguro haya querido seguirlo y se haya lesionado más. Bill podía escuchar que Nicole le hablaba una serie de cosas buscando explicación pero él no podía decirle nada. 

—Hola cariño. —La voz de Tom sonó detrás de él y volteó. 

Tom estaba con una sonrisa socarrona y luego de verlo a los ojos enfocó su vista en la jovencita que tenía al lado, Nicole se puso roja al notar la mirada atrevida de Tom y apretó la mano de Bill, pero al ver que no reaccionaba lo miró y le causó mucha extrañeza ver que su novio estaba sonrojado, nervioso y que los ojos le brillaba. 

Entonces ella supo que ese tipo sería un peligro en su relación.

¿Por qué Tom le habrá ido a buscar? Él no aceptará un no como respuesta >:3 pero tampoco Nicole dará su brazo a torcer. Así que veremos n_n~