martes, 18 de septiembre de 2012

Inalcanzable - 4


Hola a todos n_n les traigo otro capítulo más de esta historia. Un abrazo grande.

Dos nuevos amigos corrían por el jardín. Bill le había dicho que le encantaba jugar fútbol, entonces Tom sacó una pelota, él no era mucho de hacer deportes y esas cosas, en realidad no tenía con quién, pero su nuevo amigo tenía mucha, mucha energía. 

Había estado yendo a la mansión todos los días, Simone estaba algo preocupada pues sabía las órdenes de Saki de que su hijo no debía acercase a Tom, el hijo de los señores. Pero el mismo Tom iba a la cocina a buscarlo, ella no podía negarle nada, además su hijo necesitaba un poco de vida social, con lo social que era antes de mudarse de casa. Pobre nene. 

—Solía estar en el equipo de fútbol en mi anterior escuela —dijo Bill aún corriendo con la pelota por el césped, Tom tomaba un poco de aire con las manos sobre sus rodillas, evidentemente cansado. 

—Qué rápido eres —dijo jadeante mientras acomodaba sus rastas movidas por el viento—. BQué eras en tu equipo? —Bill le sonrió. 

—El capitán —sacó pecho—. Mi equipo era el mejor —dijo con una gran sonrisa, eso le gustó a Tom. 

—¿Y cómo se llamaban? 

—Los Leones. —Tom rió, imaginándose a Bill como un leoncito corriendo detrás de una pelota—. No te rías, es en serio. —Tom se le acercó un poco observando sus cortos cabellos negros. 

—¿Y si un día te los haces como un león? —Le tocó la cabeza—. Serías como un gatito, pero podrías hacer el intento. —Bill le apartó la mano sonriéndole, lo empujó un poco para luego reír. 

—Mírate, tu cabello, no sé cómo puedes tenerlo así. 


—Otro más que me dice lo mismo. —Puso los ojos en blanco. 

—Lo siento. —Estiró una mano y tomó una rasta—. Es suave, ¿por qué lo tienes así? —Tom pensó un poco. 

—De otra manera sería común, y todos quieren que lo tenga común, yo no quiero, quiero tenerlo así. —Bill sonrió y puso la rasta detrás de la oreja de Tom, con cuidado. Sus ojos se encontraron, ambos sonreían y Bill pestañeó observándolo de cerca. 

—Te quedan bien, como una melena —le sonrió—. El león eres tú. —Se miraron una vez más en silencio. Y luego, ambos se separaron corriendo otra vez, se suponía que Bill le enseñaría a jugar fútbol, Tom había recibido clases antes, pero se hacía al que no sabía. Siempre recibía clases particulares, sobre todo en las tardes, aunque evitaba decírselo a Bill. 

Tom pateó la pelota tan fuerte apropósito como para terminar con el juego, la pelota dio a parar en la copa de uno de los árboles. 

—Oh, Tom, ¡mira a dónde la lanzaste! 

—Lo siento —dijo el otro con una sonrisa de lado. 

—Pues, espera aquí —diciendo eso, Bill fue tras ella. 

—Espera, déjala allá, ya mandaré a que la saquen más tarde. —Bill no decía nada, así que más cerca del enorme árbol miró hacia arriba, analizando cómo subir, con ayuda de sus brazos y piernas empezó a escalarlo—. No, no hagas eso. —Tom empezaba a preocuparse, él lo había provocado, no pensó que Bill sería capaz de querer subir un árbol. 

Empezaron a discutir y Tom no aguantó la ansiedad que sentía, no se iba a quedar de brazos cruzados viendo cómo Bill subía aquel árbol, así que se animó a seguirlo. Bill había conseguido subirse a una rama, apoyado con sus brazos, miró hacía atrás y vio a Tom. 

—Descuida —le dijo. 

—No, si tú te caes te sostendré. 

—No me caeré, siempre subo árboles. 

Tom lo sostuvo aún así poniendo su mano en la espalda de Bill, éste se alzaba aún más tratando de coger las ramas del árbol para seguir subiendo. Tom empezó a sentirse un poco incómodo porque la polera de Bill se alzaba debido a que él se estiraba, dejando a la vista un poco de su piel. Tom no sabía por dónde mirar para no sentir lo que sentía, una especie de calor lo fastidiaba. Su respiración fue rara y deseó bajar. La pelota estaba aún lejos del alcance de Bill y éste seguía subiendo, tanto así que ahora su trasero estaba cerca del rostro de Tom, entonces ya no deseo bajar, quiso ayudarlo, con un impulso logró subir a la rama en donde Bill estaba, poniendo sus manos apoyadas en el tronco del árbol alrededor de Bill, a sus lados, lo tenía aprisionado. 

—Lo siento —dijo Tom al estar tan cerca y pegado a Bill, miró a atrás tratando de separarse un poco, pero estaba temeroso así que mientras más pegado a Bill, mejor. Bill le daba la espalda tratando de seguir subiendo. 

—Tom… no puedo subir más… si tú… —Se removió un poco causando muchas sensaciones en Tom. Entonces él comenzó a odiarse mucho. Cerrando sus ojos soportaba todas esas sensaciones. Su cuerpo lo traicionaba, el trasero de su amigo le rozaba la entrepierna y algo ahí empezaba a crecer— ¡Tom! ¡Mira! —Abrió sus ojos dando con la nuca de Bill, tan fina, Bill giró su cabeza y miró a Tom—. Mira —señaló una rama—, un nido, de alguna avecita. 

—Oh… —Trató de concentrarse en eso y olvidar lo que crecía en su short de deporte. 

Bill se movió tratando de alcanzar el nido sobre una rama. 

—Creo… poder… —Estirándose aún más, con un brazo extendido quiso tomar el pequeño nido— Tom, ayúdame, sostenme un poco, por favor… —Pidió inocente y Tom miró su espalda y luego su cintura, ¿de dónde tomarlo? Tenía sus manos en el tronco del árbol, Bill mientras más se estiraba hacia delante más se inclinaba y se pegaba a Tom y su polera se alzaba un poco, eso hizo que Tom lo dejara de ver por un momento, empezaba a hacer calor, uno muy raro. 

—¿Vas a tocarlo? El nido… debe estar sucio, Bill, no es buena idea, debemos bajar, la pelota no importa, el nido tampoco. —Su incomodidad lo ponía borde. Bill se dio la vuelta dando con los ojos de Tom mirándolo fijamente, aún mantenía sus manos apoyadas en el tronco, no quería tocar a Bill. 

—Está bien —contestó con voz triste—. Pero es mi pelota… y… —Eso hizo que Tom se sintiera culpable. Bill pestañeó algunas veces, quería descifrar la mueca que tenía el otro en su rostro, ese rubor extraño, el sonido de su voz diferente, algo le pasaba—. ¿Estás bien? —Tom agachó la cabeza temiendo ser descubierto. Se sintió culpable por estar algo caliente. Pensamientos raros pasaban por su mente, él nunca se sintió así con un chico. 

—No me pasa nada, sólo quiero bajar… bajemos de una vez, tu pelota prometo mandar a sacarla. 

—De acuerdo… —dijo apenas y luego se giró estando frente a Tom tan cerca. El de rastas prefirió no mirarlo a los ojos, buscaba la manera de bajar. 

Si subir había sido un poco fácil, bajar no lo sería. 

—Bill… —no sabía cómo decirlo. 

—Te ayudaré, espera. —Bill lo rodeó por la cintura con sus manos, causando un jadeo extraño en Tom quien se mordió el labio y se puso nervioso. 

—No, no… no me toques, no… —Piso una rama, y se desesperó cuando ésta crujió, se rompería. 

Miró con desesperación a los ojos de Bill, una mano se extendió y Bill se la tomó, todo pasó como en cámara lenta cuando Tom cayó hacia atrás jalando de una mano al pelinegro quien no pudo seguir sosteniéndose más del árbol y cayó al vacío junto con el otro. 

Ambos gritaron como niñas mientras caían sostenidos de una mano. La espalda de Tom dio contra el suelo verde y Bill cayó sobre él. Un dolor horrible se extendió en todo su cuerpo desde la cabeza hasta los dedos de sus pies. Cerró los ojos y se quejó. 

Bill en cambio, estaba con el corazón acelerado, sin dolor y solo sumamente emocionado. Pero al ver el cuerpo de su amigo ahí debajo del suyo, con esa mueca de dolor, se preocupó en sobremanera. 

—¡Tom! ¡Estás bien! —Se levantó de ahí lo más rápido que pudo para ponerse de rodillas a su lado, tomando su mano entre las suyas y moviéndola para que reaccionara—. Tom… —Éste abrió los ojos con lágrimas y asintió. 

—Creo que estoy bien… 

—¿Puedes levantarte? —Tom se sentó ahí sintiéndose un poco mareado—. Lo siento tanto, no más de fútbol, lo lamento Tom. 

—No te preocupes. —Aún tenía esa cara de dolor. 

Bill lo ayudó a levantarse. Tom no quería mucho su cercanía, pero en ese momento no había otra opción. Tom sabía que no podía regresar en ese estado a casa o su mamá pegaría un grito al cielo y haría pagar a Bill. Eso sería catastrófico. 

—Vamos a mi casita —ofreció como mejor idea. Quería darse un baño ahí y revisar su cuerpo por si habría algún hematoma de real importancia. Sentía que en su espalda había uno, le dolía mucho. 

Por su lado, Bill no podía evitar sentirse culpable, su rostro irradiaba total preocupación, estaba angustiado. Fueron a la casita y ayudó a Tom a entrar. 

Tom se quitó la polera ancha que tenía, tirándola a un lado, y Bill pudo ver aquel hematoma morado y se asustó un poco. 

—Me duele un poco… —dijo para calmarlo—. Creo que tomaré una ducha, ¿me esperas? —Bill apretaba sus labios, estaba tan mal, y Tom no esperó lo que él hizo. Casi de un impulso desesperado, se abalanzó encima para abrazarlo, casi llorando. 

—¡Lo siento! ¡No quise ir por la pelota ni ver el nido de ave! —Tom lo sintió temblar, ¿estaba llorando? 

Con los ojos muy abiertos, solo pudo rodearle la cintura, pegándolo más a él. 

—No es tu culpa, los accidentes pasan, Bill. Solo tomaré un baño y luego me echaré una crema, ¿me esperas aquí? —Bill asintió aún en sus brazos. 

Tom fue a bañarse y luego de un pequeño botiquín sacó una crema para hematomas, se colocó un poco en la espalda y sintió poco a poco alivio. 

Salió por Bill encontrándolo sentando junto al piano, él no sonreía, estaba serio. Tom se le acercó y le extendió una mano. 

—Prométeme que seguirás siendo mi profesor de fútbol, mi capitán. —Bill sonrió un poco y extendió su mano, tomando la de Tom. 

—Sí… 

Y luego de eso, los dos amigos se sentaron juntos. —Ahora, toca clases de piano —dijo y Bill se pegó más a él. 

Algo en Bill saltó en cuanto empezó la melodía… era su corazón.

Corazones latiendo *-* En el siguiente capítulo más de esta amistad. Besitos <3<3

4 comentarios:

  1. me siento impaciente... quiero masss! :D
    pobre Bill, sintiéndose culpable cuando en teoría no fue su culpa...

    Cuidate! küsses!
    Criis.
    PD: me gusta el nuevo fondo! :)

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    1. hallo, pronto veremos más n_n~ y bueno, Bil es considerado *.* eso es lo que a Tom llegará a gustarle~
      Besos <3 y gracias, estuve probando fondos y quedó este, pero veremos, quiero uno rosado XDDD
      muah

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  2. HOLAAA! he llegado y te dire ke no me gusto... ME ENCANTOOO el kpi anterior: ke tienus los dos, Billito lo extrañaba y Thomas se ve ke tmb :D menos mal ke pudieron estar juntos otra vez y ahora... SE IRA O NO THOMAS??? y en este kpi SUPEROOO EL ENCANTAMIENTOOO!!! Thomas siente MUCHO por Billito, SU CAPITÁN(hasta se excitooo) <3 ;) y el pequeño tmb lo empieza a kerer :) KOMO A UN AMIGO O ALGO MÁS??? jijiji Esperooo otrooo TKUM :) ♥

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    1. hallo, gracias!! veremos si se va o no con Tomi :3 por ahora ambos tienen una amistad, aún no hay confusiones de otro tipo, pero pronto las habrá...
      Besos <3

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