domingo, 13 de enero de 2013

Demente

Hola a todos~ luego de pensarlo mucho decido subir este minific que consta de cuatro capítulos en los cuales se narra la oscura historia de un obsesivo. Las advertencias están hechas, no es algo que recomiende leer, así que con cuidado, por favor. 
Resumen: 
Lo deseo mucho, es algo que me domina, cada vez que lo veo, lo deseo, y después, cuando no está, pienso en él a cada momento, me tiene loco, me tiene así y ya no sé qué más hacer.


Autora: Pink Girl
Clasificación:  +18
Advertencias: Twincest no relacionado, lemon, sadomasoquismo, violación, muerte de un personaje.
Género: Drama, angustia, romántico, psicológico.
Pareja principal: Bill - Tom.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama.
Ahí está él… Y ha venido muy guapo.

Lo deseo mucho, es algo que me domina, cada vez que lo veo, lo deseo, y después, cuando no está, pienso en él a cada momento, me tiene loco, me tiene así y ya no sé qué más hacer.

Bill camina por toda la escuela, esa forma que tiene de hacerlo es tan… es tan sensual, deseo pasar por su lado para sentir su aroma. Hoy se ha peinado diferente, tiene el cabello erizado como un leoncito, que bello se le ve, y ese maquillaje, ¿por qué tiene que existir tan perfecto ser? Lo quiero para mí, solo para mí, no soporto ver que los demás lo miran… Detesto mucho eso.


Salgo del salón de clases, quiero pasar por su lado, quizá me mire, quizá no; no lo sé, espero tener suerte… Él es muy sociable, tiene muchos amigos todos unos idiotas, ninguno le merece, no sé cómo puede andar con esos tipos, Georg y Gustav, son de lo peor, me molesta mucho verlo con ellos.

Bill Kaulitz camina rápido, se está alejando de mí, así que apresuro el paso, deseo verlo, estar cerca de él. Empujo a un estudiante que se me cruza por el camino.

—¡Fíjate por dónde andas, idiota! —me grita el imbécil ese, pero ni le miro, solo prosigo apresurado, deseando verlo por última vez antes que se vaya a casa.

Al fin logro alcanzarlo, y el precioso parece estar cantando una canción, voltea a verme y esquivo su mirada, ¡maldición, por qué siempre hago lo mismo! Cuando regresó la mirada para verlo, ya no me mira. Sale de la universidad y se dirige al aparcamiento de autos, se irá… Suspiro al verlo acercarse a su auto. Otra vez mis piernas se mueven solas, estoy muy nervioso, pero hay como un impulso que me guía hacia él, hacía ese ser tan perfecto, es que lo quiero, cómo lo deseo…

Se para en la puerta de su auto, alza sus manos y se acomoda el cabello, ni idea cómo pudo parárselo así, desearía pararle muchas cosas… El niño se arregla el cabello viéndose en el espejo de su auto, sonríe y luego me mira, ¡oh, Dios! Esta vez no le esquivo la mirada, sé que estoy parado como idiota cerca de él, ¿qué estaría pensando de mí?, pero en estos momentos no me importa… Por primera vez le sonrío y él, oh, él también lo hace. Creo que aquello fue lo mejor que me ha pasado en este día, sentir su mirada fija en la mía y luego ver su bella sonrisa, necesito que vuelva a pasar. Ahora entra a su auto y se va… Me quedo parado viéndolo salir de aquel lugar, una extraña fuerza me domina, deseo verlo otra vez, no quiero irme a casa sin poder saber algo de él, donde vive, quizá, ¡Sí, esa es una buena idea!

Corro como loco por aquel lugar en busca de mi auto, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Otra vez me tropiezo con muchos idiotas que se interponen en mi camino, como odio a la gente que camina feliz cerca de mí.

Al fin encuentro mi auto y entro tan rápido como dan mis piernas, Bill se fue por una calle conocida, de seguro será fácil encontrarlo.

¿Cuánto sé de Bill Kaulitz? Muy poco lamentablemente, y es porque apenas lo conozco hace cinco días… Él es alumno nuevo, estudia, al igual que yo, Arquitectura, solo que él está en primer año, ha de tener dieciocho apenas, y yo ya voy a cumplir veintitrés muy pronto.

Acelero rápido, no me da temor de que me cobren una multa, ya sé librarme de todas esas mierdas. Necesito verlo… Mi auto es blanco y el suyo es negro, que perfecta combinación. Acabo de verlo, ha frenado en una luz roja, que perfecta oportunidad. Un auto me toca el claxon pues estoy esquivando algunos, y la gente se enfada cuando adelanto, pero eso me importa un comino. Al fin estoy detrás de su auto, me miro por el retrovisor, aún tengo mis trenzas arregladas, cubierta mi frente por una badana, así que acelero.

Logro estar a su lado, él voltea y oh… Que sensación más agradable, sus ojos sobre mí, me sonríe otra vez, pero ahora Bill baja la cabeza como riendo, le sonrío alzando una mano, saludándole, él hace lo mismo y luego acelera, me quedo en blanco. Se me había olvidado acelerar ¡maldición! Parezco torpe, quizá lo sea, él me vuelve torpe.

Gira una esquina y se adentra en un pasaje angosto, detiene su auto en una casa. Freno antes de voltear la esquina, no quiero que me vea, no quiero que piense mal de mí. Él baja de su auto y entra en aquella casa… ¡Bingo!, descubrí donde vive, es en una casa pequeña de dos pisos, ¿vivirá solo? No lo creo, apuesto y tiene padres, hermanos, alguien en casa que lo acoja. Me da una curiosidad maldita, esto puede conmigo. Comienzo a impacientarme, pero desgraciadamente debo irme. Espero verlo mañana, ¡sí! Mañana en la mañana.

Sentado en mi auto saco mi libreta especial, mi libreta que se llama Bill, la abro y anoto lo que pasó hoy, “me sonrió dos veces, me miró y ahora sé dónde vive”, anoto la dirección subrayando las palabras una y otra vez. Debo regresar a casa.

Vivo solo desde hace cuatro años en el séptimo piso de un edificio, pago por él pocos euros. Trabajo dibujando y pintando cuadros, esa es la fuente de ingreso que tengo, espero poder llegar a ser un arquitecto dentro de poco y así poder trabajar en algo más rentable. Mi pequeño departamento es un desastre, pero lo amo, está hecho para mí, telas y telas pintadas, hago muchos cuadros y recientemente tengo una colección de él… De Bill Kaulitz.

Ya en casa me recuesto en mi cama después de haber merendado algo pequeño, saco la libreta que tenía en el bolsillo, la ojeo. Hace cinco días lo conocí, que lindura de chico, jamás me había sentido así en mi vida, con otras parejas no había sentido esa atracción a primera vista, solo con este precioso ser, así que tiene que ser mío, cueste lo que cueste, no descansaré hasta lograr mi cometido.

—Bill Kaulitz —hablo su nombre para escucharlo en el silencio de mi habitación de colores, cierro mis ojos y lo veo, sus ojos sobre los míos, esas mejillas redonditas que tiene, ese cuello largo y oh… esos labios. Me muerdo el mío comienzo a respirar agitado, ¡demonios! De solo pensarle logro excitarme… Quiero tocarlo.

Esto me tiene enfermo, algo malo está pasándome y es que creo que no es normal… ¿O sí? No lo sé, no dejo de pensar en él. Es como una fiebre que me enloquece… Mañana, juro que mañana debo hablarle, debo tocarlo, ¡sí! Tocarlo sería tan gratificante.
 

***

Espero a que sea la salida, no lo vi llegar a la universidad, lamentablemente tuve que entrar a clases y es que hoy tuvimos examen, que decepción para mí no haber dado uno bueno… Él tenía la culpa, ayer no pude estudiar como se es debido solo por pensar en él.

Los minutos pasan y al salir, camino apurado por el pasillo otra vez, hacia su salón de clases, sus aniñados compañeros salen, pero él no… ¿no vino hoy? ¡No puede ser! Que tal desgracia. Hago lo que nunca creí ser capaz, me acerco a ese compañero con el cabello liso y que siempre sonríe, Georg. Le toco el hombro.

—Disculpa… Bueno, sabes si Bill vino hoy —pregunto no demostrando interés, al menos intento no demostrarlo aunque mi pregunta lo denota.

—¿Por? —trato de contenerme y es que me desesperan los rodeos, pongo los ojos en blanco y luego lo miro serio.

—Quiero saber, vino o no. —Él me sonríe y niega con la cabeza, no le veo el chiste. Doy media vuelta y salgo de ahí.

No vino, no vino, no vino. Aquello atormenta mi mente y decido buscarlo. Manejo rumbo a su casa, estoy seguro que está allá, tiene que estarlo.

Demoro algo pues el tráfico está de mierda, pero al llegar aún veo su auto en aquella calle angosta, así que estaciono el mío en la entrada de esa calle. Camino sigiloso ¿qué se supone que haré ahora? Quiero verlo, pero la verdad es que sé que sería muy arriesgado tocar su puerta. Suspiro resignado, pero luego de estar parado en la puerta de su casa algo se me ocurre, ¿y si me quedo espiando aquí? Eso sería mucho mejor. Camino de regreso a mi auto y avanzo hacia el pasaje estacionándome detrás de un auto el cual está cerca al de Bill y ahí me quedo.

Una, dos y tres horas después, él sale de la casa… Lleva una bolsa negra en las manos, es la basura. Está vestido de negro, se ve sexy así, parece sonreír hasta para botar la basura, qué curioso. Entra de nuevo a su casa, las luces del piso de abajo están encendidas; mierda, ya es de noche y ni cuenta me di, es decir, sí me di cuenta, pero ahora que lo pienso ni he comido, ni he hecho otra cosa que no fuese estar espiando. No importa, él vale la pena. Luego de minutos la luz de una habitación en el segundo piso se enciende, acabo de descubrir su habitación, estoy casi seguro que es allá arriba… ¡Oh, cómo será verlo dormir! Otra vez me siento intranquilo, no podré irme a casa con esto en mente, no me deja pensar en otra cosa.

Han pasado creo que dos horas más, el tiempo se me hace confuso y tengo unas enormes ganas de ir a mear, pero cómo hacerlo… No hay baño por aquí, ¡maldita sea! No quiero irme sin… sin verlo dormir. Y ya tengo una idea, sonrío ante ello, eso es lo bueno de mí, mientras más pienso en algo suelo encontrarle una solución.

Así que veo la hora de mi reloj, casi media noche, salgo del auto y las piernas me duelen, pero no me importa. Camino como un ladrón en la noche; bueno, haré algo como lo hacen los ladrones. Tengo una soga en una mano, una que siempre cargo en el auto, pues bien, ésta me servirá mucho hoy. La amarro en el poste que está justo al frente de su casa, que suerte la mía, es el maldito destino conspirando a favor mío, oh sí.

Es agradable sentir toda la adrenalina que recorre mi cuerpo al ser consciente de que hago algo prohibido, es genial, nunca antes me había pasado así de intenso como ahora… Él me hace vivir todo esto, se lo agradezco, a mi precioso Bill.

¡No puedo creerlo, estoy en su ventana! Respiro agitadamente, parezco enfermo; sacudo la cabeza, necesito concentrarme en lo que estoy haciendo. Mis manos ya están en la ventana y… ¡Oh, por Dios! ¡Está abierta! Mi niño olvidó poner el seguro… Esto es genial. Sonrío de oreja a oreja cuando comienzo a abrirla, haciendo silencio total, como un fantasma… ¡Y lo consigo! Abrir aquel vidrio que me separa de él… de mi Bill.

Entro sigiloso, mis pies pisan el suelo alfombrado de su cuarto, me siento en las nubes, ¿qué pasaría si no hubiera hecho tal cosa? Estaría en mi casa perdiéndome de esto. Me siento orgulloso de lo que hago, es una sensación extraña pero muy gratificante. Estoy dentro de su mundo…

Y lo veo… está durmiendo boca abajo en su cama, tapado hasta la cintura con sus cobertores, no distingo el color, está todo oscuro. Escucho su respiración pausada, casi como ronquidos, deseo reír de la emoción, pero me reprimo, eso sería arriesgado. Me acerco a él, nunca antes lo toqué, necesito hacerlo, pero tiene que ser con cuidado o podría despertar.

Estoy a centímetros de él y se remueve en la cama, comienzo a sentir calor, se ve hermoso. Su cabello muy negro resalta sobre su almohada blanca, apenas puedo verlo. Me inclino hacia él y toco su mejilla, detengo mis dedos al verle fruncir el ceño, deseo hablarle, decirle algo, alguna cosa. Mi corazón late tan rápido, me siento perdidamente enamorado.

—Eres mío… —digo y luego él abre sus ojos, veo el brillar de sus hermosas orbes, es como un ángel. Atesoro estos perfectos segundos, jamás los olvidaré y corro hacia la ventana para salir de ahí.

Le oigo gritar y también el sonido de su cama al él moverse. Estoy bajando por la cuerda, bajar se me es más fácil, y luego corro hacia mi auto. Veo hacia arriba, él ha sacado la cabeza por la ventana, ¿me habrá visto? No estoy seguro. Me quedo hasta verle entrar cerrar la ventana en la oscuridad de la noche.

Suspiro aliviado, esto ha sido genial. Antes de poner a andar mi auto, saco la libreta y escribo lo que hoy pasó… Hoy crucé una barrera. Mañana quiero más.
 

***

Los días han pasado y me han entregado las notas de los últimos exámenes, estoy algo aliviado de haberlos pasado todos a pesar de tener la cabeza en otra parte. Debo mantener mi semi beca o no podré estudiar más.

Regreso a casa puesto que necesito centrarme un poco en mi trabajo. Soy pintor y dibujante, y eso no es lo mismo.

Me recuesto en mi cama y reviso mis cuentas en mi pequeña laptop… Tengo una galería de cuadros a la venta, depende de eso para tener algo de dinero en la semana.

—A ver… a ver… —canto al darle clic—. ¡Sí! —Río emocionado, amo el hotel Tokio, suele comprarme algunas de mis pinturas, pues esta vez ha comprado tres cuadros míos, eso significa dinero extra para esta semana…

Suspiro aliviado, no tendré preocupaciones de ese tipo. Me levanto y tomo un lienzo. Se supone que debería estar pintando alguna cosa surrealista, a la gente le gusta, es más rentable. Pero no puedo, mis manos toman el pincel y comienzo a trazar las líneas de aquel bello rostro, es inevitable, quizá pierda este trabajo, solo pinto a él. Sus facciones son perfectas. Suspiro enamorado, me tiene loco.

Le he estado siguiendo todos estos días, temo que hasta se haya dado cuenta, eso sería fatal… Lo bueno es que me sonríe cada que me mira, ya me conoce, me reconoce, y eso me hace feliz.
 

***

—Tom.... —llama Cindy, mi ex novia. Exactamente no la considero novia, fue solo una más a la cual follé a mi antojo, pero por respeto la llamo ex novia.

—¿Qué quieres? —Ella estudia Ingeniería de Sistemas, así que suelo verla por estos pasillos, me incomoda su actitud, al parecer no ha superado que ya no la quiera. Me mira algo apenada y sigue caminando a mi lado.

—Quiero hablar contigo… —Me mira, sus ojos azules resaltados con ese delineado solo me recuerdan a Bill, aunque éste no tenga ojos azules ni sea rubio, pero está en mi mente.

—Dime, habla ya que debo irme. —Se muerde el labio y luego toma mi brazo, me detiene en el camino, muchos estudiantes están a mi alrededor, detesto eso, ella lo sabe, así que suspiro comenzando a impacientarme.

—Te quiero… —dice pensando que sus palabras cambiarían mi condición, esquivo su mirada, me siento ridículo, quiero dejarla hablando sola, pero sus manos están en mi brazo—. Te quiero Tom, no sé qué pasa contigo ahora, no llamas, no me buscas… —Y es que Bill había aparecido, ella solo era un pasatiempo, algo sexual, un desfogue, ¿cómo explicárselo?

—Ya no eres mi novia, lo siento, yo… —Y lo vi, saliendo de su salón, Bill estaba allá otra vez con ese peinado. Los ojos de la gente se van hacia él y eso me molesta.

Bill pasa por mi lado y me sonríe, y esta vez alza su mano en señal de saludo ¡hacía mí! Me quedo petrificado, detesto eso de mí, pero luego reacciono y dejo sola a Cindy y comienzo a caminar entre la gente otra vez, siguiéndolo. Oigo a esta chica gritar mi nombre, pero no me detengo.

Bill Kaulitz me ha saludado.

Camino cerca suyo y me mira otra vez, sonríe y saca su celular, es uno negro brilloso. Busco palabras en mi mente, alguna cosa qué decirle, quizás un hola, ¡maldita sea, no tengo palabras solo sentimientos asfixiantes! Y luego… él me apunta con ese aparato tomándome una foto. Abro la boca y me quedo ahí parado del asombro, acaba de tomarme una foto descaradamente, no puedo creerlo, esto es… ¡es emocionante!

Reacciono y camino por su tras otra vez, debo alcanzarlo, él camina rápido, debo hablarle hoy sí o sí.

Otra vez lo veo mirándose en el espejo de su auto, me detengo ahí, en medio de los otros autos y él me mira otra vez, es ahora o nunca, así que me acercó, parece sonreír más, todo mi cuerpo se tensa, me pongo frío, es tan emocionante.

—¿Vienes a reclamar la foto que te saqué? —me dice con una sonrisa, y le imito, le sonrío y me acerco más—. Hola, soy Bill Kaulitz. —Extiende su mano y se la tomo… Que delicia, le estoy tocando, su mano es suave y tibia, creo que la mía está fría.

—Hola… —Mi voz sonó grave y carraspeo un poco—. Me llamo Tom y estudio Arquitectura. —¡Qué estúpida presentación! Que poco estilo el mío, pero no importa… Le miro a los ojos y él baja la mirada y deja mi mano, sigue con una sonrisa tímida, se ve hermoso, sus mejillas están infladitas, su cuello tiene un hermoso collar y viste una polera negra; huele delicioso, avanzo un paso más y él se agita.

—He notado que… —dice eso y luego se ríe, no me mira, solo se balancea en su sitio como nervioso—. Creo que me conoces. —Me mira con esos bellos ojos y no sé qué decirle… sé de él mucho. Sé dónde viven sus padres, qué es lo que hacen, sé donde estudió antes, quienes son sus amistades, sé que vive solo con un gato color blanco, sé que su tía le visita interdiario, sé que se ha desaprobado algunos cursos en esta semana, sé que le costó el traslado de universidad, sé qué marcas de ropa usa y qué suele pedir para comer en el comedor, sé muchas cosas como para conocerle… Pero él no se refiere a eso.

—Bueno, no. Sé que eres alumno nuevo, por eso me llamaste mucho la atención; ya sabes, estar en primer año, los profesores, las nuevas materias, todo eso. Me preocupabas puesto que también me trasladé de universidad hace años y vivo solo —dije todo aquello sin pensar mucho en mis palabras y él… me sonríe otra vez.

—Oh, pues, qué bueno conocerte ahora… Creo que necesitaré ayuda en algunas materias, Diseño y Estadística me están matando —hace un puchero y deseo abrazarlo, esto está matándome— ¿Me ayudarías? —pide y mi corazón late tan rápido… No sé qué cara tendré ahora, pero solo tomo su mano y asiento.

—Sí, puedo ayudarte, deseo ayudarte. —Él sonríe algo extrañado, fue cuando supe que debía controlarme…

Y este día se convirtió en el más feliz de mi vida.

Todo esto es extraño, era… Demente. Pero no me importa, al fin había logrado mi cometido, al fin éste era el primer gran paso. Y faltaba mucho más, no me rendiría hasta conseguirlo, todo de él, toda su vida, porque es mío, solo mío, desde el primer día en el que lo vi.


Lo sé, el tipo está loco, pero al parecer Bill aún no lo nota, veremos qué más pasa.

19 comentarios:

  1. Jojojojo, me encantó e.e
    Espero el próximo, saludos! ^^

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  2. wow, me fasció... amm y sí, esta loco...
    parece psicopata :O
    esto esta interesante...
    me has sorprendido con este fic, es tan diferente :O
    me encanta la trama...

    cuidate! besos!
    Criis.

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    1. ¬¬ fascinó* xD error de dedo xD

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    2. Halo <3
      sí u_u está loco, está mal... es diferente a todos :x quise escribir uno con una trama así y felizmente es corto
      Besos <3

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  3. haha, si que esta loco! pobre Bill que ni cuenta se a dado que él a sido quien entro por su ventana esa noche!!
    Esta muy loco!!! es que Bill es Bill haha xD
    me encanto!! lo seguire leyendo, quiero saber que mas pasa!! :D
    Subre cap. prontoo!!
    Cuidate!! xoxo ^-^

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    1. hallo <3
      sí, está loco y bueno, creo que Bill no lo ve así... aún.
      pronto se ver´quçe más pasa
      besos <3

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  4. Wooooooow! :O
    Este Tom si que esta un poquito obsesionado, note se mi sarcasmo.
    Aun no salgo de mi asombro por su actitud, es tan...Dios! no lo sé.
    Bill no a notado que esta obsesionado con él... espero que mas adelante no la valla a pasar tan mal, pero algo me dice que no sera así.
    Bueno este fic, también me engancho como todos los que escribes.
    Espero que lo continúes pronto.

    Que estés bien, Cuídate!
    Besos

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    1. hallo <3
      ¿un poquito? XDDD claro~
      es demente :/ esperemos Bill se dé cuenta.
      lo continuaré pronto, pero sí es muy diferente a todo lo que he escrito
      besos <3

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  5. Oh por Dios yo hice algo parecido en la secundaria ._____. Pero no taaan loco xD solo perseguiamos al chico hasta su casa e ibamos a misa para verlo porque el era monaguillo xD pero no lo secuestramos :// xD hahaha pena me deberia de dar al contar esto pero esque leia el capitulo y me acordaba :x esta genial *-* lastima que tenga pocos capitulos :// sigue pronto :)

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    1. hallo <3 xdd no creo que sea así como este psicópata. Ese tipo de cosas como las que cuentas son tan awww~ cositas de adolescencia *nostalgia*
      verás por qué mejor que tenga 4 capítulos...
      besos <3

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  6. Esta Genial :3 me encanta! hehe y no hay problema con eso de las advertencias, es bueno ver algo diferente *-* a las ficks de amor n.n aunque todas son geniales!
    Espero tengas tiempo para Actualizar n.n porque me gusto, quiero leer *ww* y me encanta como se ve el Blog *wwwwwwwwwwwww*
    Cuidate
    Besos <3
    Zuii

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    1. hallo <3
      sí, quise escribie algo diferente en ese tiempo, pero de todas formas, las advertencias ayudan a estar prevenidos y seleccionar mejor.
      gracias *-* y sí, mi blog rosita<3
      besos <3

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  7. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, me encanta me encanta *-*

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    1. hallo, este fic no es e "encantar" D:
      pero gracias
      besos <3

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  8. OOOOOOOOOOOOO: Tiene continuación? *3* Mierda, lo amé.

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  9. Esta legal a mi gustan mucho las novelas así ,espero el próximo capitulo :D

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