domingo, 6 de enero de 2013

Fresas amargas I

Hola a todos, esta es la segunda parte de Helado de Fresa, y como decía en thf.es, en sí Helado de Fresa tiene siente capítulos y los que se quieran quedar con eso está bien porque esta segunda parte es un poco caótica y busca ser realista. Los años cambian a las personas y la vida misma muchas veces no nos da lo que debería.
Resumen: 
Cuatro largos años han pasados. Bill y Tom volverían a encontrarse, pero ya nada sería como antes y el significado de las fresas se tornaría amargo.
"Secuelas de un lejano primer amor."
Segunda parte de Helado de Fresa


Autora: Pink Girl
Clasificación:  +18
Advertencias: Twincest no realacionado, lemon (e_e no se compara en nada a Helado de fresa, ya han crecido)
Género: Romántico, drama.
Pareja principal: Bill - Tom.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, solo la trama.

Adorados dieciocho años.

Las promesas infantiles muchas veces no se cumplen, ni recuerdan, ni se piensan… Solo quedan suspendidas en los recuerdos.

Tom seguía estudiando en Hamburgo, ahora vivía solo. Eso le había costado más a Simone que a él mismo, al fin gozaba de su tan ansiada independencia.

Su departamento era pequeño, pero cerca de la universidad. Estudiaba para ser un médico. Ya los profesores y personas mayores le habían dicho que debía rasurarse esa cabeza de rastas, que siendo estudiante de medicina no podía tenerlas, pero a él le gustaban mucho.


Los días de arduo estudio y el estrés hacían que viviera el día intensamente y llegara exhausto para dormir y comenzar otro día. Pero las fresas siempre traían recuerdos a su mente, recuerdos que muchas veces terminaban doliéndole: Bill, su primer amor, al que consideraba como su número uno.

Nunca pudo olvidarlo del todo.

Hace cuatro años atrás, lograban comunicarse por teléfono. Las primeras semanas lloraban mientras hablaban, tenían tanto que contarse, no podían evitar declarar sus sentimientos cada vez que tenían que colgar el teléfono. Luego Bill entró a una especie de internado allá en Francia en donde no podía usar seguido el teléfono, pero a veces el Internet. Eso se volvió adictivo para ambos. Muchos mails y tarjetas electrónicas, los dos intentaban mantener su amor.

Lo que ellos consideraban amor eterno y verdadero…

Luego de apenas dos meses, Tom discutió por primera vez con Bill. Fue muy rudo aquella vez, él tenía vacaciones en Hamburgo, pero Bill no en Francia y después de una semana de esperar noticias éste apareció como si nada en el Chat y eso fue el detonante. Pero esa no fue la única discusión, vinieron más por las mismas razones, no podían coordinar tiempo para ellos dos y las promesas se hacían débiles sin acciones que las respaldaran.

Bill envió una carta en papel con una foto comiendo unas fresas para Tom, lo cual causó más sufrimiento que emoción, cosa que Bill no esperaba que fuese así, él quería que Tom se emocionara y le escribiera una carta, que hiciera lo mismo, tantas cosas. Pero lo que obtuvo fue un frío mensaje: “Que gano antojando si el postre está lejos, no lo vuelvas a hacer”. Aquella única foto había hecho llorar a Tom toda una noche, Bill lucía precioso con ese maquillaje en los ojos, el cabello más crecido y esa sonrisa hermosa con las fresas cercas de sus apetitosos labios. Todo minuciosamente preparado para agradar a Tom, lo cual no fue así.

Bill no lo entendió, le dolía cada reacción de Tom y cada vez fue peor.

Luego de tres meses más de altos y bajos en la relación, Bill, con el dolor en el corazón, le escribió un último mail: “No sé qué está pasando contigo, yo sí te quiero, tantas veces lo he dicho y solo recibo recriminaciones de mis demostraciones… Lo siento Tom, no puedo más con esto.”

Tom sintió que se moría, se desaprobó muchos cursos en la escuela y Simone tuvo que pedir ayuda profesional cuando prácticamente lo vio intentando tomarse muchas pastillas para dormir. Estuvo en terapia por dos meses y el psicólogo supo mantener el secreto para con Simone, Tom no quería que supiera que era por Bill. Aquella terapia le ayudó para darse cuenta que todo tiene etapas. Su primer amor había terminado, listo, debía seguir con su vida, y así fue.

Para Bill fue difícil a su manera. Tantas cartas escritas las cuales no recibía respuesta, tantos nuevos juramentos no hechos. Se sentía cobarde, quizá lo era. Él quería estar cerca de Tom, sabía que si volvían a estar cerca otra sería la situación, Tom estaría mucho mejor y por ende él.

Pero al no ver ninguna respuesta de Tom a ninguno de sus cortos mensajes, supo que era el fin de todo… Entonces decidió salir más de casa, conocer gente, tratar de olvidar los malos momentos, vivir el presente y llegó Astrid a su vida, una castaña de la escuela, una chica linda, capaz de llenar ese vacío que había comenzado a sentir.

Y los años comenzaron a pasar como siempre suelen hacerlo, tan rápidos que se vuelven imperceptibles, adormeciendo a todos con el pasar del tiempo.

Bill entró a la Escuela de Bellas Artes allá en Francia junto a Astrid. Eran inseparables y ella nunca supo que Bill tuvo alguna vez un novio. Él no lo había comentado con nadie, para todos era considerado heterosexual y en parte Astrid afirmaba ese concepto.

Tom por su lado, había intentado tener un novio. Había conocido a un tipo agradable llamado Mike. Era lindo y risueño como alguna vez lo fue Bill. Pero tenía muchos novios, Tom quería solo uno, pero Mike le había propuesto una relación abierta. Él no aceptó.

Pasaron cuatro años y ambos tenían dieciocho. Se consideraban mayores de edad, se sentían independientes y capaces de enfrentar a la vida como debe de ser.

Tom se alistaba para dormir, un día estresante había terminado y al día siguiente tendría prácticas de anatomía. Pero antes de poder descansar, revisó su E mail percatándose de un mensaje nuevo con un remitente conocido “Bill Kaulitz”. Los años que habían pasado habían aminorado sus reacciones emocionales. Si antes su corazón latía mucho, su estómago se encogía de la emoción y sus manos temblaban ansiosas por dar clic y saber qué le decía; ahora todo se resumía en un bostezo y una ceja levantada de la sorpresa.

Hizo clic sin muchas ganas, estaba pensando que se trataba de alguna cadena de esas que se mandan a muchos contactos. Pero luego de abrirlo se percató que era algo personal.

“Tom, después de mucho te escribo pues estoy regresando a Hamburgo por un tiempo, no sé si aún te acuerdes de mí, pero quise avisarte pues… por si me ves en la calle, voy con mi novia, ella quiere conocer donde crecí. Un abrazo.”

Tom rió sarcástico y le dio eliminar.

Pero aquella noche no pudo dormir bien. Él dormía en la cama que alguna vez compartió con Bill. En aquel suave colchón había descubierto cómo amarlo de manera carnal. Aquella noche confusa llegó a su mente otra vez. Cómo pudo haber sido capaz de tanto. A Bill le había dolido mucho, pero lo emocional pudo más. Cada que Tom pensaba en ello un nudo extraño se formaba en su vientre.

Le habían dado a probar parte del pastel y luego se lo quitaron, esa era la sensación que sentía.

Aspiró fuertemente sobre su almohada, tenía la esperanza de que oliera aún a Bill, pero no era así. Hace cuatro años ese olor lo sumergía en un llanto prolongado, mas ahora solo había un resentimiento.

—Bill —rió fastidiado—. ¿Para que vienes si ya te olvidé?

Cerró los ojos y lo vio. Aquel niño con el cabello negro, sonriente con los labios húmedos de fresas… Esa mirada resaltante, y lo caliente de su piel, lo húmedo de sus besos y lo angosto y placentero que fue estar en él. Su risa sonora, y sus suspiros cerca de su oreja. Sus atrevidos cumplidos por teléfono, sus promesas… Estaba siendo ahogado por los recuerdos lindos y a la vez dolorosos, una mezcla contradictoria de todo.

—Ven, ven que no quiero verte…


***


Una semana había pasado. Bill había podido adivinar que Tom no le respondería, estaba creyendo que Tom había cambiado de mail pues cada vez que le escribía esporádicamente éste nunca le respondía. Suspiró resignado, ya era cosa del pasado, debía asimilarlo.

Viajó así, una tarde y llegó a la casa de su padre que no estaba pues tenía otra familia, Bill prefirió no conocer a la nueva mujer de su padre ni menos a sus medios hermanos. Así que se hospedó con Astrid en aquella casa temporalmente.

—Si mi padre viene nos iremos a un hotel, ¿de acuerdo? —Ella asintió.

—Haré lo que tú quieras, ésta es tu casa, es tu país. —Bill le sonrió, qué haría sin ella.

Dormirían en una sola cama y no sería la primera vez, Bill y ella habían dado el siguiente pasó hace ya un año atrás. Las ganas de afirmar su sexualidad le impulsaron a ello, aunque precisamente no fue por amor como la vez que se entregó a Tom, el último día… Aún estaba en su mente aquellas intensas sensaciones y lo amable que fue Tom con él, se preguntaba si aún Tom pensaba en él, lo dudaba, ya no eran adolescentes, eran jóvenes, la realidad era otra. Dudaba verlo.


***


Un día agitado y aún no terminaba, era la tarde y estaba caminando rumbo hacia la estación del tren para regresar a su departamento. Caminó despreocupado hasta que alguien llamó a su tras, Tom se dio la vuelta indiferente hasta que se topó con aquellos ojos delineados y ese chico de cabellos largos le sonrió.

—¿Tom? —preguntó y el de rastas ladeó la cabeza mirándolo fijamente, que lindo chico… Y por esas finas facciones y el lunar que tenía debajo del labio le indicó quién era.

—Bill… ho-hola —apenas dijo algo nervioso, él estaba solo y tenía en una mano un cono de helado de fresa.

—Hola… —miró a ambos lados y se lamió el labio—. No pensé encontrarte, te mandé un mail diciendo que regresaría por un tiempo.

—Sí, que gusto —habló como un robot de fingido, no sabía qué decirle, estaba nervioso—. ¿Estás por tomar el tren?

—Oh, no… —esquivó su mirada—. Pasaba simplemente por aquí, mi auto está estacionado a unas calles más allá… Y solo decidí venir por estos lados por un helado…

—Helado de fresa —le sonrió.

—Sí, ya sabes… —Llevó el cono a su boca y le dio una lamida captando la atención del de rastas—. Bueno… ¿Quieres un helado? ¿Estás ocupado? —Tom tenía que regresar a casa y estudiar, estaba ocupado, si le decía eso no estaría mintiéndole y se libraría de Bill en una, pero por un momento lo dudó. Quería saber de Bill, de cómo estaba y si… y si le odiaba por todo lo que pasó cuando no podían tenerse cara a cara…

—Pues, tengo un poco de tiempo…

Caminaron juntos hacia una heladería, una a la que habían entrado hace cuatro años y se habían dado su primer beso, en la primera cita, todo había sido perfecto aquella vez. Pero ahora Tom no podía tener la seguridad de nada, menos Bill, tenía el presentimiento de que Tom lo odiaba o guardaba rencor.

Se sentaron en las mesitas blancas y Tom pidió un helado de vainilla, nada de fresas, eso significaba regresar a esos viejos juegos y remover heridas, él lo tenía claro. Bill pidió otro helado de fresa en copa.

—Y bien, ¿dónde está ella? —preguntó Tom despreocupado, sabía que Bill tenía una novia.

—Está en casa —le sonrió—, está algo enferma, el viaje le ha chocado y es muy delicada.

—Oh, ya veo… —Bill le miraba directamente a los ojos, Tom se sentía un poco intimidado, pero no lo demostraría.

—¿Y tú? —preguntó con una sonrisa—. Cuántas novias tienes o… no sé, si estás saliendo con alguien.

—Nadie —habló escueto. Bill se sorprendió.

—Deberías… digo, tener a alguien, un chico como tú estando solo es tan… no sé, eres el ideal de novio de muchos. —Tom frunció el ceño.

—No me interesa, ¿de acuerdo? —Bill tragó saliva.

—Ya, no quise molestarte. —Agachó la mirada y se concentró en su helado. Las cosas parecían tornarse frías.

—No sé por qué tienes que mencionar eso justamente si… Olvídalo. —Bill bufó fastidiado.

—Tom, tenemos dieciocho, ya no somos niños, podemos hablar las cosas claras. —Algo retumbó en Tom con esas palabras, una incomodidad.

—Con que eso deseas, pues seré claro, no me interesas Bill, ha pasado tanto tiempo, tanto he sufrido, lo que más quiero es dejar de pensar en ti y en todas tus promesas no cumplidas. —A Bill se le cayó la cuchara que tenía en una mano.

—¿Promesas no cumplidas? Yo traté mucho Tom, no sabes todo lo que pasé, me ganaba castigos en el internado cada vez que estaba chateando en la sala de cómputo, tú no sabes por lo que pasé. —Era verdad, Bill era arriesgado y trataba de ver maneras, aunque no siempre coincidían, ese era el problema—. Y pues, tampoco me interesas, tengo novia, lo único que quiero es estar en paz contigo porque significaste mucho…

—Solo fui una experiencia más para ti, solo eso, no arregles tus palabras. —Bill golpeó la mesa frustrado.

—¡No entiendes! ¡Lo intenté!

—¡Terminaste conmigo por un mail horrible, dejando atrás todo lo que prometiste!

—¡No quedaba otra opción, tú sufrías cada que yo te escribía! ¡Y la carta con la foto que te mandé te causó mal! ¿Qué querías que haga? Dime Tom, qué hubieras hecho tú. —Sus corazones latían veloces, estaban airados removiendo sentimientos y recuerdos que querían estar sepultados para que no dolieran.

—Hubiera seguido amando, hubiera cumplido la promesa. —Bill se mordió la lengua ante ello, no quería entrar a la esfera de sentimientos y Tom no tenía planeado decirlo, no debió haberlo hecho, pero las cosas ya estaban dichas.

—Aishh, Tom —negó con la cabeza—. Mejor lo paramos aquí…

—Estoy de acuerdo.

Los helados se terminaron y luego hablaron de sus carreras profesionales y de Francia, Tom sabía que debía despedirse pronto, tener a Bill cerca le recordaba al Bill del cual se había enamorado tan profundamente que fue capaz de querer morir cuando éste le terminó. Mejor mantener distancia.

—Bueno, ha sido un gusto verte Bill, has cambiado mucho…

—También ha sido un gusto, y sí, tú has cambiado también, estás mucho más guapo. —Rió bromeando, tratando de romper esa tensión en ambos.

—No lo vuelvas a decir —le dijo serio y Bill frunció el ceño.

—¿Sabes Tom?, creo que me odias, me confunde eso, llegó a pensar que nunca me has querido, que lo que pasó a los catorce solo fue un juego para ti.

—Sabes que no fue así, no tienes idea de cómo eso cambió mi vida. —Esquivó su mirada—. Bueno, ese es mi tren, debo irme.

—¿Puedo abrazarte? —pidió acercándose tímidamente. Y Tom le abrió los brazos.

—Gracias por venir… —susurró Tom al oído. Y luego tuvo que irse.


***


Dos días después, Tom caminaba por la estación del tren con un cono de helado de vainilla. Perdió un tren a propósito y luego suspiró resignado, tomaría sí o sí el que seguía.

—Tomi… —Una voz a su espalda sonó, era él, otra vez. Se giró sobre sus talones y lo vio, con un cono de helado de fresa, vestido muy provocativo con unos jeans ceñidos y una polera roja con estampado, su cabello estaba como una melena de león y usaba maquillaje, todos lo veían en la calle, Tom le repasó con la mirada de pies a cabeza, eso emocionó a Bill un poco.

—Hola, que sorpresa… y wow, que lindo estás, ¿así se visten en Francia? —Bill asintió riéndose.

—Creí que te encontraría hoy y mira, te encontré. —Tom sonrió picaronamente, él también lo esperaba, pero no se lo diría.

—Coincidencias otra vez, yo espero el tren. —Y justo un tren frenaba cerca suyo—. Creo que este…

—Entiendo. —Lo miraba serio. Bill se le acercó para despedirse—. Que te vaya bien. —Pero Tom aprovechó esa cercanía para darle un beso en la mejilla. Bill se sobresaltó y separó, mirando fijamente a Tom, pestañeando muchas veces con la boca semiabierta—. Tomi… —Y Tom lo jaló de una mano plantándole un beso en sus labios que tensó mucho al pelinegro. Cerró sus ojos lentamente recordando aquellos labios con un piercing en ellos, era único.

—Quédate, Bill…

—Pero si tú eres el que está por irse —habló ruborizado y muy cerca de sus labios. Tom le rodeó la cintura.

—No, quédate en Hamburgo para siempre. —Bill cerró los ojos y luego empujó a Tom para separarse.

—No puedo… no sé qué pasa contigo, me confundes Tom, no debiste besarme, además… ya sabes, tengo a Astrid. —Tantos impedimentos dichos en una oración, Tom suspiró tratando de calmarse, pero luego una idea no muy buena cruzó su cabeza y tomó una mano de Bill para luego jalarlo rumbo al tren que estaba estacionado—. ¡Tom, qué haces!

—Me aprovecho. Solo por hoy, será mejor que cooperes.

—¿Qué? Suéltame, qué pretendes.

Todo el camino eran gritos, Bill comenzaba a ponerse nervioso, pero Tom, cada vez estaba más decidido.

Llegó a su departamento y subió con Bill casi peleando.

—Tom, en serio, no quiero entrar contigo, hablo en serio.

—Entrarás y luego te irás, nada más te pido eso. —Bill tragó saliva y luego que la puerta se abrió, fue empujado por Tom.

—Me estás asustando… No quiero hacer nada indebido.

—¿A qué le temes? —preguntó Tom acorralándolo contra la pared, poniendo ambas manos a los lados de su cabeza, impidiendo que salga—. Sabes que soy incapaz de hacerte daño.

—No quise venir aquí… las cosas a la fuerza sabes que no me gustan. —Tom quitó ambas manos de la pared.

—Está bien, tú ganas —habló serio, Bill tenía razón—. Ahora puedes irte, lamento la molestia, voy a llamar un taxi para que venga por ti.

—Espera, no… Es que no es molestia. —Se mordió el labio.

Y se quedó en su departamento. Tom le preparó un batido de fresa el cual Bill al principio probó de la punta de su dedo y le dio el visto bueno. Luego se sentaron en el sofá a ver fotografías, rieron un momento como cuando eran novios y luego Bill apoyó su cabeza en el hombro de Tom.

—¿Qué sería si aún fuésemos novios? —suspiró—. De seguro sería como esto… —Tom le encaró y tomó su rostro—. No… no lo hagas.

—Tú lo quieres Bill, lo veo en tus ojos.

—Siempre lo he querido, pero tú no me has creído, te cerrabas…

—Es el pasado… este es el presente —diciendo eso lo besó y lo agradable fue saber que Bill le correspondió, aún sus labios eran con sabor a fresas…

Minutos después, las cosas se volvían cada vez más intensas en aquel sofá. Pero el celular de Bill vibró en sus pantalones, lo cual sacó y contestó rápido aún con la respiración agitada.

—Es ella —dijo agitado—. Aléjate un poco. —Se sentó en el sofá y trató de respirar normal. Tom por su lado, puso ambas manos en su rostro, comenzaba a ofuscarse y estaba confundido.

Cómo había sido capaz de llevarse a Bill consigo sabiendo que se iría, que tenía una novia, definitivamente era masoquista, sabía que lo lamentaría cuando Bill decidiera ir con su novia.

—Dentro de poco iré, descuida, sí, estoy bien… Sí… Un beso —y colgó la llamada.

Miró a Tom y puso una mano sobre su hombro.

—Déjame… —Bill se sintió mal.

—Bueno, creo que es mejor que me vaya… Pero quiero que sepas que a pesar de todo no me arrepiento de lo que pasó hace cuatro años ni de lo que pasó hace segundos… —Tom lo miró a los ojos, Bill decía la verdad.

—¿Ni de lo que pueda pasar después o ahora? —Bill asintió con un poco de temor. Su mente le decía que debía pararse e irse, pero su corazón deseaba recordar al primer amor de su vida.

Era una lucha, una lucha que terminó con ambos sobre la cama de Tom, revoloteando todo ahí, quitándose la ropa sin mucho pudor y demandando mucho del otro.

Tom sentía que explotaría, era la misma sensación de hace cuatro años, solo que esta vez sabía cómo hacerlo, no es que haya tenido práctica, simplemente había averiguado cosas. Y Bill, él nunca había vuelto a estar íntimamente con un hombre después de Tom, así que aquella experiencia era especial, exclusiva, solo de ellos… Como a los catorce, solo que sus cuerpos habían cambiado un poco y no había tanta vergüenza como la primera vez.

Tom se irguió sobre Bill para contemplarlo así, gimiendo y disfrutando, con ambas manos sobre sus hombros, arañándole y pidiéndole más. Ambos se miraban a los ojos.

—No te vayas, Bill —susurró al oído mientras le lamía.

—Debo… ahh…

Estaban haciendo el amor intensamente, hasta las lágrimas y no era la primera vez que pasaba, solo que ahora tener que irse era algo más voluntario que siendo obligado por alguien.

Sentados en el borde de la cama, ninguno quería hablar, ni verse, tampoco tocarse. Había una sensación de culpa, de incomodidad.

—Lamento todo esto —habló Bill.

—Yo también… No sé qué decirte… sé que te irás. —Bill suspiró otra vez.

—Si tan solo pudiéramos mantener esto a la distancia sería… no sé, yo regresaría contigo —Bill dijo, pero Tom se sintió incapaz de ello.

—¿Supiste que casi me mato? —Bill lo miró asustado—. Temo recordar ciertas cosas… No me siento capaz, sé que en algún momento querré verte con tanta desesperación y sé que no se podrá, entonces… Me sentiré morir.

—Lo lamento, no sé qué más decirte.

—No digas nada…


***


Una semana después Bill regresó a su vida en Francia y Tom a la suya. Al parecer ya no había esperanza para ellos, así lo sentían. Bill intentó comunicarse por Internet, pero otra vez Tom no contestaba ningún mensaje.

Y luego de seis meses, Tom caminaba con un cono de helado de fresa por la estación de tren.

—Hola… —Hasta que Bill apareció con un cono de helado de fresa.

—¿Estás aquí? ¿Cuándo viniste? —Tom le sonreía sorprendido, su corazón volvía a la vida como hace cuatro años.

—Vine por dos semanas… —agachó la cabeza.

—¿Con Astrid? —Bill asintió medio penoso—. Ya veo… —El tren se estacionó para que los pasajeros suban y Tom le extendió una mano la cual Bill tomó con una sonrisa. La mano de Bill estaba fría, estaba ansioso por retornar a sus brazos, cosa que Tom también compartía.

Dos semanas, tan solo dos semanas podría ser suyo.


Como dije, esto no sería como lo que vivieron en la primera parte de "Helado de Fresa"...  Pronto subiré lo que sigue. Besos

12 comentarios:

  1. *O* Si de por si helado de fresa era una fic Genial, esta pinta para ser muy interesante c:,
    Tienes razon las personas cambian y estos dos ya no son los mismo. Espero con ansias en segundo capítulo :D

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  2. o dios que inicio tan mas genial, espero el proximo >.<

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  3. :O Ok es cierto que no es igual que en Helado de fresa,
    pero siento que solamente en cuando a romanticismo
    porque... esos dos aun se quieren
    y en cierta forma, creo que aún tratan de ver
    la manera en como estar juntos... xD
    Pensé que sería algo así como que se odian a morir..
    pero veo que no xD que bueno! :D

    cuidate! besos!
    Criis.

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  4. O.O como me recordo a mi primer amor ... nada es igual cuando uno d elos dos esta lejos ... y yo estoy en un internado mmmm pink ame este capi ... espero la apses genial...

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  5. OMG!! Sabia que serian diferentes :c Debo confesar que llore mientras leia hehe Es que me puse a recordar como eran antes y... TToTT
    Bueno soy muy llorona y sencible hehe xd
    wow, este primer capitulo me a impresionado, no sabia Bill tendria novia, pense que T0m seria el de la novia ._. eso me sorprendio!
    Me a encantado, se nota que se siguen amando :') supongo.
    Espero con ansias en siguiente cap!! :D
    Cuidate xoxo ^-^

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    1. Me olvidaba decir que cuando Tom beso a Bill despues de tanto tiempo, pense que estaba soñando ._. hehe

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  6. Awwwwwwwwwwwww que bellezaaaa comoq uise esta continuacion... la seguire con mcuhas ganas de verdad

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  7. gracias por subirlo *_* pues si tom no hubiera sido cobarde y aceptado la propuesta de bill se hubieran ahorrado tanto dolor, pero como yo se que queria reflejar en el fic en ese entonces :/ me da penita que se amen pero solo sean amantes :(
    espero con ansias el proximo
    att. cris :)

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  8. wow O.O...ke tierno!! x3...ay si mucha culpa y pudor ¬¬...si como no ¬¬.. xDD...me encanta! :3...no kiero adelantarme pero..creo ke abra muy muy grandes problemas cuando se enteren muchas personas...sobre todo Astrid ...Gracias! ^^..

    SALUDOS BESOS Y APAPACHOS! <3..

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  9. Nuevamente disculpas por lo atrasado en lectura y komentarios pero ya te imaginaras leo kasi todos los fics de aqui, en fb y en otros blogs tmb ;) y me kayó komo balde de agua fria ke billito estuviera kon esa Astrid y Thomas aún solo; me dolió la discusión y los reproches de uno y otro( bueno era previsible) pero kede O.O kon lo rápido ke olvidaron ese mal reencuentro al encontrarse nuevamente terminando ambos follando komo en su primera vez ;) el sentimiento de kulpa y arrepentimiento de ambos lo doy por verdadero pero aún más el kariño, el deseo y la pasión ke
    albergaron el uno por el otro tantos años konvirtiendolos ahora en AMANTES!!! :) "Tiempo de amor
    amor a oscuras que tan sólo un cigarillo de vez en cuando alumbra éste amor que vive en penumbras
    ...que vive en penumbras." Se me vino la estrofa de esa kanción "A ESCONDIDAS" ;) INSUPERABLE KPI!! TKUM DamitaRosa :) ♥

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    1. hallo <3 gracias t i por comentar aunque sea tarde, lo valoro mucho <3
      veremos qué mas pasa, este fic es enredado Xd verás que crecen un poco más en cada capítulo
      muah <3

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