domingo, 13 de enero de 2013

Vacaciones - 3

Hola a todos n_n~ espero tengan un buen inicio de semana. Quería agradecerles infinitamente el hecho de que ahora sean 90 seguidores, me emociné, muchas gracias por eso y espero no defreudarlos~ Los quiero.
Por Tom

Mi pequeño hermano se había puesto a llorar por un pollo, sé que hubiera aprovechado la situación para burlarme de él, pero no, algo me lo impidió, tal vez sus lágrimas sinceras, tal vez esa manera de sincerarse conmigo, tal vez su preciosa cara y sus ojos acuosos. Me sorprendí de mi mismo cuando le di aquel beso en la mejilla, quizá se me había pasado la mano, pero quería que dejara de llorar, no me gustaba verlo con esos ojitos así de rojos, llenos de lágrimas.

Fui a darme una ducha, estaba sudado después de haber cortado leña… ¡qué cosas las de mis abuelos!, pero debía adaptarme pues estaría por lo menos un mes aquí.

Aquella mañana fue algo rara, al entrar a la habitación, después del baño, veía a mi hermano nervioso, de seguro la experiencia de haber visto el animal morir lo tenía raro todavía. Así que no se me ocurrió mejor cosa que sacarlo de la habitación para explorar los alrededores de la casa, ver la granja y los animales que mis abuelos tenían. Él aceptó y salimos a caminar.

Ya afuera nos encontramos en una huerta, había muchos árboles de frutas entre otras cosas y pasando la huerta estaba el establo de animales.

—¿Quieres verlos? —pregunté.

—Sí, vamos. —Aún estaba serio, pero me miraba de reojo todo el tiempo, así que me acerqué a él y le codeé.

—Hey Billy, ¿por qué esa cara? —Bajó la mirada y me sonrió, algo pasaba, de seguro lo del pollo—. Bueno, ven aquí. —Lo abracé trayéndolo conmigo y entramos al establo.

—Tom, ¿de cuándo acá eres amable? es que es raro. —Bueno, tenía razón, pero no había otra persona con quien interactuar en este lugar que no fuese él.

—Bueno, digamos que no hay otra persona con quien hablar. —Y su sonrisa se desvaneció—. Pero me agrada estar aquí contigo —lo dije sincero—. Trataremos de llevarnos bien ¿no?

—Sí, quiero llevarme bien contigo.

—Genial, mira esos caballos, ¿quieres tocarlos? Ven. —Lo jalé de la mano y así pasamos aquella mañana mirando animales. Habían tantos ahí e incluso encontramos al gallo que nos había despertado en la mañana.

—Maldito gallo, aquí está fresco descansando —dije.

—Jajaja Tom no seas malo, es nuestro despertador natural.

El tiempo pareció volar mientras estaba con Bill. Ya era la tarde y teníamos hambre así que regresamos a la casa y ahí nos esperaba la abuela con el almuerzo.

Nos sentamos los cuatro a la mesa y ellos pidieron la bendición y todo eso. Luego al ver nuestros platos nos dimos cuenta que era pollo con verduras, perfecto para mí, pero pude percibir que para Bill no lo era.

—¿Qué pasa, Bill? – Preguntó mi abuela.

—Oh, nada

—¿Por qué no comes?

—Sí como. —Tomó algunas verduras y empezó a comer. Me miró de reojo y por debajo de la mesa le toqué la pierna como para apoyarlo, se sobresaltó y yo le sonreí.

—Abuela —llamé—. ¿Tendrás un poco de ají?

—Oh, sí cariño, un momento. —Se levantó de la mesa y fue a buscar. Con mi tenedor le robé su presa de pollo a Bill y él me sonrió.

—Gracias —me susurro. Mi abuelo ni se dio cuenta estaba entretenido en su comida. Bill hizo algo que me sorprendió, por debajo de la mesa me apretó de la mano, volteé a verlo y se sonrojó. Algo dentro de mí saltó, eso no era normal, pero bueno, mi mente muchas veces no era normal, digamos que a veces pensaba cosas de la gente, algunas no muy buenas, y claro el sueño que había tenido con él había sido el colmo.

Al terminar de almorzar hubo tiempo de descanso mi abuela se fue a su recamara, mi abuelo decidió ir a ver a los animales, pero como Bill y yo ya los habíamos visto desistimos de acompañarle, ambos fuimos a nuestra habitación.

Cada uno se recostó en su cama y buscamos entretenernos con algo, la vida ahí era realmente aburrida, de las peores. Él decidió sacar un libro de su maleta y ponerse a leer y yo pues tenía mis hobies, uno de ellos era la guitarra y otro era dibujar, tenía un libro de bocetos y tenía la intención de buscar algo qué dibujar, por lo general dibujaba a persona, chicas específicamente, chicas lindas, novias mías, algunos considerarían mi arte pornográfico, pero no lo veía así, era arte para mí.

Saqué mi libro y busqué sentarme cerca de la ventana, había un bonito paisaje que quería dibujar para entretenerme, no había a quien dibujar ahí y no pensaría en la abuela, no, eso no seria arte.

—Tom —me llamó desde su cama.

—¿Qué?

—¿Qué haces?

—Intento dibujar algo.

—Oh, tú con tus dibujos. —Él sabía que me gustaba dibujar, pero no sabía cómo dibujaba, no sabía qué cosas dibujaba. En casa teníamos habitaciones diferentes y claro yo no le mostraba nada mío a él.

—¿Qué dibujaras?

—Un paisaje

-—Ah.

—Ajá.

Pasó algunos minutos de silencio, y no podía concentrarme, miraba el bendito paisaje y nada, no me salía el boceto.

—¡Ahh, esto es una mierda, no me gusta! —dije tirando sobre la cama el libro y busqué en mi maleta algo con qué distraerme.

—Oh, esto está bueno. —Al voltear Bill tenía en sus manos mi libro; claro, no debía tirar mis cosas así no más, compartíamos la habitación, pero no las cosas así que me acerqué molesto e intenté quitárselo, pero él me dio la espalda ojeando el libro.

—Deja Bill, son mis cosas, trae acá eso.

—Espera está bueno, ohhh —Abrió los ojos sorprendido y me ruboricé un poco, de seguro era alguno de mis dibujos de alguna chica.

—Bill, dame eso. —Subí a su cama y se lo quité pero él lo volvió a tomar y empezamos a forcejear.

—Tom eres un egoísta, deja que vea un poco.

—No, Bill. —Me paré sintiendo que me agarraba del brazo y me levanté junto con él de la cama, lo miré de reojo y le sonreí, es que tenía una cara de curioso total, hasta que me volví a sentar y le di el libro de mala gana—. Bueno, míralo pero no me digas nada, hay cosas que te pueden asustar, así que eso no es mi problema.

—Tom esto es… no sé. —Estaba que miraba un dibujo que hice de una de mis novias, estaba desnuda sobre una cama, después de ya saben, me gustaba pintarlas con ese rubor especial que tenían después de una actividad sexual.

—Es arte, sabes que me gusta dibujar.

—Sí, pero pensé que dibujabas, no sé, dibujos animados como los que tenías en la casa, dibujabas manga, e incluso Pokemon y Dragon ball, recuerdas los dibujos de Pikachu, tú me regalaste uno una vez. —Oh sí, mi vergonzoso pasado artístico cómo olvidarlo, dibujaba esas cosas y sí recuerdo haber hecho algunos dibujos para Bill como el de Pikachu que tanto le gustaba.

—Sí lo recuerdo, pero esto es otra cosa, ya somos grandes.

—Sí, a eso me refiero, ahora sé por qué no me dejabas entrar a tu habitación, de seguro tenías este tipo de dibujos tirados por ahí.

—Jaja pues sí. —Vi que seguía ojeando y mirada cada dibujo con asombro.

—Tom, ¿ella no es Heidi, la chica que llevaste a la casa una vez? —Le quité el libro, pues claro que habían muchas chicas ahí que él conocía y que las mire desnudas no era correcto.

—Sí, basta por hoy Bill.

—Pero quiero ver más.

—No, son cosas privadas.

—¿Te acostabas con todas ellas? —En realidad no, a algunas sólo les pedía dibujarlas y aceptaban de lo más gentiles, tan atrevidas ellas, no dudaban en quitarse la ropa.

—Con todas… —Mentí, es que tenía una reputación ganada, y a pesar de que Bill era mi gemelo, aún no había la confianza suficiente para contarle mis cosas privadas.

—La tal Bell, ¿está ahí también? —empezó a reír—. De seguro no alcanzaría en una hoja.

—Oye, ya basta con eso. —Me hizo recordar mi vergonzoso sueño, si tan sólo lo supiera de seguro paraba de reírse y me tomaría como enfermo.

—Jaja, Tom, hay mucha luz afuera, no quiero estar aquí en la habitación, si vamos afuera, puedes buscar mejores paisajes para pintar. —Era buena idea.

—Bueno, vamos.

Salimos y estuvimos paseando en la huerta hasta salir de la granja, le quería enseñar el bosque por donde fui en la mañana con el abuelo a buscar leña. Había árboles muy lindos y de seguro muchos animales como le gustaban a Bill.

—Oh, que genial —dijo cuando empezamos a adentrarnos.

—Sí, es un bosque, hace algo de calor pero es hermoso.

Hubo un silencio entre nosotros, caminamos hasta llegar a una rocas que yacían cerca de algunos árboles y Bill se sentó ahí y me miró, un poco ruborizado, debió ser el calor. Me paré cerca de él y empecé a observar el paisaje con mis manos en los bolsillos, no sabía qué hacer, habían muchos árboles ahí, todo aburrido.

—Tom —me llamó en un susurro.

—Humm —dije mirando el bosque.

—Eh, yo… —Lo miré—. Si… puedes dibujarme.

—¿Quieres que te dibuje?

—Sólo si tú quieres, me gusta cómo lo haces. —Era una buena idea, no lo había hecho antes con un chico.

—Pues claro, es una buena idea. —Y me sonrió, aún tenía ese rubor un sus mejillas, algo muy malo empezó a pasar por mi mente—. Bueno, pero no me sale dibujar la ropa, además eso que llevas puesto no es nada artístico Bill.

—Oh, ¿qué pretendes? —Alcé una ceja, quería ver hasta dónde llegaba, qué era capaz de hacer—. ¿Quieres dibujarme como a esas chicas? —dijo sorprendido abriendo los ojos como platos.

—¿Acaso tú no quieres? —pregunté acercándome un poco, bueno, tal vez no era buena idea, pero debía intentarlo. Él retrocedió un poco y miró la roca que yacía ahí y se sentó, me miró y se quitó la polera…

—Ya está, ahora puedes pintarme. – Se recostó en la roca y no dejaba de mirarme todo ruborizado, debía reconocer que me gustaba verlo así… pero no, no debía pensar en esas cosas…aunque iba a seguir jugando.

—Bueno, está bien, pero si te quitas los pantalones… —dije sugerente.

—Tom, no, no quiero desnudarme, así estoy bien. —Por alguna razón lo veía sexy, estaba mal verlo así, sin embargo, era algo que no podía evitar.

—Es que, bueno, entonces desabróchate en pantalón y así te pintaré, además esa estrella luciría mejor, ¿no crees? —Me miró como dudando y después miró su estrella tatuada, así que se desabrochó el pantalón bajándose el cierre lo abrió un poco y luego me miró.

—¿Así está bien? —Realmente se veía muy bien, pero faltaban los detalles sí que me acerqué a él y empecé a acomodarlo.

—A ver, pon tu mano sobre tu cabeza. —Sí, al estilo Titanic, claro que Leonardo no pintó a su gemelo, bueno ni tuvo uno—. Ahora ponte un poco de costado.

—Esto me parece raro.

—Es arte, Bill —dije sonriéndole, él me miró, tenía las mejillas sonrosadas, se veía perfecto para dibujarlo—. Ahora falta algo. —Me acerqué a su rostro y él se encogió un poco—. Tu cabello. —Se lo toqué y acomodé un poco, poniendo algunos mechones sobre su fino rostro, se sonrió un poco sintiendo cosquillas.

—Creo que así nunca empezarás a dibujarme.

—Creo que ya está, quédate así. —Estaba recostado con una mano sobre su cabeza y tenía la otra a su costado.

—Será mejor que te apures pues si no lo has notado estoy sobre una piedra, esto no es un mueble ni una cama. —Al decir eso último agachó la mirada como avergonzado.

—Bill, debes alzar la vista, así no podré dibujarte. —Me alejé un poco de él. Ahora debía encontrar un buen ángulo, así que me senté sobre el pasto frente a él tratando de obtener una buena vista, y claro que era buena.

—Bueno, quédate quieto. —Abrí mi cuaderno y saqué mis materiales que tenía adherida al libro de dibujo—. Sabes, eres muy lindo… —dije mientras delineaba los primeros trazos y su respiración se agitaba.

—Oh, gracias —Y bajó la mirada.

—No, Bill debes mirarme.

—Oh, está bien. —Y así lo hizo. No era como pintar a las tantas chicas que pinté allá en Hamburgo, esto era diferente y no solo porque dibujaba a mi gemelo, era diferente porque me sentía así.

—Podrías bajarte un poco… para ver la estrella mejor, sólo un poco. —Bajó su mirada y abrió un poco más sus jeans, lo veía nervioso—. Así está bien, ahora relájate.

—¿Te falta mucho? —preguntó con una voz temblorosa, no quería que la pasara mal.

—Bueno, en sí falta un poco, ¿estás bien? —suspiró y asintió, luego me sonrió, le devolví la sonrisa.

Continué dibujándolo estando conforme con el dibujo, había pasado ya tanto tiempo y en parte miraba a Bill un poco más cansado, así que di algunos retoques al dibujo y lo terminé.

—Terminé —dije acercándome a él para ayudarle a vestirse. Esta sesión había sido la más extraña y en parte excitante que había tenido en mi vida.

—Quiero verlo, Tom. —Se apoyó en mi hombro un momento mientras buscaba su polera y se abrochaba los pantalones.

—Claro.

—Me duele el cuerpo, sólo un poco. —Había estado en esa piedra recostado por mucho tiempo, así que pasé mi mano por su espalda como tratando de sobarle para que le pasara el dolor. Se pegó más a mí y abrí el libro para que pueda ver el dibujo.

—Aquí tienes. —Lo tomó en sus manos asombrado.

—Wow Tom, en verdad dibujas muy bien, está muy lindo.

—El lindo eres tú, me gustó dibujarte. Incliné la cabeza un poco pues mis palabras no sonaron correcta. Bill me miró a los ojos y le sonreí, fue cuando se acercó y me quiso besar en la mejilla, como yo lo hice en la mañana con él, pero cuando se acercó más, giré el rostro hacia él… fue cuando sus labios rozaron a los míos, fue un accidente del cual disfruté un milisegundo porque Bill, al percatarse de ello, se separó de inmediato.

—Perdón… —musitó ruborizado hasta las orejas. No sabía qué decirle… en realidad quería besarlo, probar de sus labios, mi mente otra vez tejía esos pensamientos incorrectos, así que dejé de mirarlo enfocándome en el suelo—. No fue mi intención… —decía muy arrepentido, así que tomé su mano y luego lo miré.

—Tranquilo Bill… —No encontraba palabras para explicarle que ese accidente me gustó. Él suspiró y luego me soltó la mano para luego tomar el dibujo que le había hecho.

—No pensé que me pintarías algún día, ¿lo harás otra vez?

—Claro, pero con una condición.

—¿Cuál?

—La próxima vez será sin nada… ya sabes. —Me frunció el ceño y luego se levantó de la roca poniendo sus manos en su cintura, mirándome como reclamándome.

—¡Eres un depravado, Tom! —Me dio la espalda, lo miré como buscando las palabras en su mente, apretó los puños… no sabía cómo interpretar eso—. Pintas desnudas a las mujeres con las que te has acostado, ¿no?

—Sí. —¿A qué venía eso?

—Pues tendrás que acostarte conmigo si quieres pintarme así. —No me lo esperaba, intenté hablarle, abrí la boca para decirle, pero no salió nada, simplemente me agarró por sorpresa—. Pero como eso nunca pasará, olvídate de pintarme. —Y salió corriendo de ahí como si alguien lo perseguiría para hacerle algo.

—¡Espera, Bill! —Me levanté y salí tras él—. ¡¿Quién dice que no pasará?! —Me asusté de mi propia pregunta.

Sólo era un sueño, uno depravado, pero mi corazón latía expectante… este maldito lugar jugaba con mi mente de esta manera…

Hum... empieza la aventura :D

13 comentarios:

  1. :O :O :O
    Bill tambien me sorprendio con eso :O
    :S pero... Tom tiene razon, ¿quien dice que no pasara? ... Bill debe cuidarse ante su propia propuesta...

    Cuidate, besos!
    Criis.

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    1. hallo <3
      jijijiji quén dice eso, no? >:3 veremos si pasa o no
      muah<3 <3

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  2. aadsadsdasdads quien dice que no pasara!! oh margott *-* te loveo pinkie pie ♥

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    1. margott? XDDD me gustó esa expresión
      gracias por el amor *-*!!!

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  3. Wooow! "¡¿Quién dice que no pasará?!" ame esa parte♥
    Pero pues claro que pasara! :) Y yo se que Bill también lo quiere éwé

    Que estés bien, Cuídate.
    Besos

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    1. jijiji sí, ese Tom!
      besos veremos qué más pasa y si realmente lo hacen o_o

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  4. ammm ola disculpa que me entrometa pero que no esta historia ya estaba escrita
    x q no la publicas toda de una bez

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    1. hola n_n sí, es un fic que ya lo había terminado hace años y pienso subirlo poco a poco :3
      muah

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  5. oies si es siero esta estaba en otra pagina ya asta me se el final si no kieres que lo cuente mas bale que pongas kien lo hizo en brdad y que lo pongas todo x q estas robando el derecho a autor

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    1. e_e es mi fic y está en otro blog, es verdad, pero lo escribí yo y si lo has leído en otro lado y tiene un nombre que no es "Pink Girl" deberías darme el link para denunciarlo porque "Vacaciones" es el segundo fic que he escrito hace ya años.

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    2. "Si no quieres que lo cuente más vale que pongas quién lo hizo en verdad"
      Estás amenazando a la dueña de Vacaciones, Anónimo.
      No sé si tienes poca vergüenza en venir hasta su blog y dejar tremenda idiotez de comentario, aunque pensándolo bien es así, al fuzgarlo por tu ortografía. Te aconsejaría ordenar de mejor manera tus ideas y después, animarte a responder, porque en vez de lucir "justiciera" con reclamos de derechos de autor, solo se ve una chiquilla que no tiene idea ni de dónde está parada.

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    3. En verdad, esto es algo que me molesta mucho. ¿Vienes a amenazar al autor? Creo que primero deberías replantearte a qué tipo de autor sigues, puesto que si no es bajo el nombre de ''Pink Girl'' (lo cual lo dudo puesto que ahora la tachas de plagiaria) entonces es a él al que deberías de decir todo lo que vienes a "reclamar". Te aconsejaría que replantees bien lo que dices, antes de hacer acciones como éstas y venir a decir algo de lo que no tienes la más mínima idea.

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  6. amm olap si es cierto vaciones lo escrivio pink y bueno yo puse el comentario de qe si lo ponias mejor todo de una vez (solo el 1ro e.e no el segundo) soy chico y amo esta historia


    pero por diosss ya quiero leer!!!!!!!!!! WAA AMO LA HISTORIA

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