Póster - 48

No quise dejar pasar este día sin publicar otro cachito de fic. Espero les guste.

Bill tenía ambas manos cubriendo su rostro, como jugando con su cabellera larga y negra. Tom no lo miraba, sólo estaba recostado tomando sol un tanto nervioso, Bill había enmudecido luego que él le había dicho que sí le importaba.

El pelinegro simplemente no sabía cómo explicarle todas esas sensaciones incómodas que sentía por dentro, así que calló evitando algún tipo de conversación, pero Tom quería insistir.

—Aún espero. —Se atrevió a decir.

—No sé qué esperas, déjame en paz. —Se levantó de su sitio y decidió meterse a la piscina a sumergirse completamente para no tener que pensar. Sin querer, Tom lo siguió, no le insistiría en saber sus razones o explicaciones de su pésimo carácter, así era Bill, así debía aceptarlo Tom.

A Bill le gustaba provocarlo, sea directa o indirectamente, buscaba la forma de hacerlo, era parte de su plan aunque Tom sospechaba de eso, sabía que Bill tramaba cada cosa que hacía, por eso no cedía ni le creía cuando le insinuaba algo.

Bill se le acercó y luego se sumergió en el agua con una sonrisa atrevida, Tom rió y Bill asomó la cabeza tirando su única prenda fuera de su cuerpo, estaba desnudo en el agua y Tom se puso algo serio, su corazón dio todo un brinco.

—A que no te atreves —insinuó con seductora voz.

—Claro que no, no me desnudaré.

—Cobarde.

—Solo no soy desvergonzado.

—Bah, tonterías, somos dos chicos, podemos vernos todo, ¿no crees? Pareces mujer hablando así. —Se rió burlón y Tom le tocó su cadera desnuda borrando esa sonrisa de su rostro.

—Mira quien se está sonrojando como una mujer… —canturreó cerca de sus labios.

—¡Es el calor, tonto! Yo no me sonrojo —dijo echándose un poco de agua en las mejillas.

—Sí lo haces, constantemente y conmigo precisamente; luego inflas tus mejillas y suspiras. Te ves muy bonito así. —Bill alzó una mano y presionó en el hombro de Tom hundiendo su pulgar en su carne para que le mire a los ojos, Tom se quejó un poco por el dolor.

—Jamás hago eso —dijo serio mirándolo retadoramente.

—Sí lo haces, cada noche cuando te arropo en la cama y te doy un beso en los labios, lo veo en el Bill que escondes, al que me prohíbes acercarme.

—¡Ese no soy yo! ¡Cuántas veces tengo que decirte que es peligroso, no puedes acercarte a él, menos besarle! —Tom sonrió y luego rió para sus adentros.

—Nada ha pasado, ¡nada! —gritó molestando a Bill quien dio un manotazo en el agua salpicando hasta su rostro—. No pasará nada, ¿quieres saber por qué? Porque te mintió, ese sujeto que te dijo que encontrarías la solución aquí, te mintió porque quería burlarse de ti, vengarse de las maldades que le hiciste y lo tienes bien merecido. La única razón por la que no te abandono en esta isla es por tu otro lado, ese Billy que me gusta mucho y también porque tengo todo gratis aquí; me gustan estas islas. —Quizá Tom estaba siendo rudo con él, en el fondo sabía que no debía hablarle en ese tono menos insinuarle cosas que hieran su orgullo, pero lo prefirió así.

Bill dejó de mirarle a los ojos, se sintió pequeño, eso no le gustaba y sabía que si le refutaba ocasionaría una pelea y eso le llevaría a estar más lejos de lo que ya estaba de su meta, conquistarlo. Y luego recordó algo.

—Tampoco quieres a ese otro lado mío, sé que no lo quieres, todo lo que dices es para fastidiarme más el día. —Y es que si Tom quería de verdad al Bill tierno hace tanto el otro hubiera desaparecido y el tierno quedado en su lugar.

Se sumergió en el agua nadando como Dios lo trajo al mundo y salió por las escaleras de metal. Tom tragó saliva al ver su desnudez en pleno día, se quedó petrificado en el agua mientras Bill entraba así al búngalo haciendo sonar las puertas de vidrio, se notaba ofuscado.

Tom suspiró tratando de no pensar alguna perversidad con lo que vio. Cerró sus ojos por un momento suspirando hondamente, no había sido bueno decirle sus verdades otra vez, se sintió culpable. Así que saliendo de la piscina, a paso lento, fue tras Bill.

¿Qué pasará? :x