n_n saludos a Marihe~ Y espero disfruten el pequeño capítulo.Por Bill:
La noche
anterior no pude evitar sentirme conmovido, triste. Me había hecho una ilusión
y cuando comprendí que estaba mal, no pude evitar sentirme mal… No estaba bien
sentir algo por Tom, algo más allá que ser hermanos, no era correcto, así que
lloré porque sentí celos cuando me hablaba de conocer gente aquí, yo sólo
quería estar más tiempo con él y salir al bosque simplemente a jugar, a que me
dibuje, a que me haga reír, y las cosquillas, todo eso y a ver si se repetía lo
que creí soñar, un beso de Tom, casi puedo asegurar que fue real, pero cómo iba
a pasar si soy su hermano.
—¡¡¡¡Kikirikíííííííí!!!! —El importuno
gallo como siempre despertándonos de madrugada, pues con ese ruido tan feo no
se podía seguir durmiendo.
Ambos
despertamos y nos alistamos, nos esperaba un día diferente y tal vez eso me
tenía de mal humor esa mañana, no quería nada diferente, yo sólo quería estar
más tiempo con Tom, tan sólo eso.
Tom se fue a
duchar y yo terminé de alistarme, me maquillé y traté de arreglarme lo mejor
posible. Tom hizo lo mismo después de ducharse y realmente se veía bien.
—Yo creo que tú luces mejor siempre. —Eso me
gustó, así que le sonreí mientras salíamos de la habitación—. Pero si
tú dices que luzco bien espero encontrar alguna chica para pasar rato. —Me sonrió,
pero eso me dolió, él buscaría a alguien allá donde iríamos, tal vez debería
hacer lo mismo e intentar pasar un verano normal, tener una experiencia de
alguna aventura con alguien.
—Pues veré que encuentro allá también… —En
realidad no era mi intención, pero bueno, no me iba a cerrar.
—Bien, buena suerte. —Me sonrió.
Ya afuera mi
abuelo nos leyó una lista de cosas para subir a la camioneta que nos llevaría
al pueblo de Oberhaverbeck.
Uno a uno subimos todo lo que se vendería en aquel lugar… un trabajo algo arduo
para mí.
—Bien jovencitos, ¿las cajas de huevos, gallinas, leche, yogurt y queso
están todas en la camioneta?
—Sí, todo —contestó Tom algo
cansado pues él había hecho casi todo el trabajo.
—Bien, suban entonces. —Y así lo
hicimos.
El viaje duró
media hora, y empezamos a adentrarnos en un pueblo, Tom y yo no hablamos, cada
uno pensaba en sus cosas.
—Bien jóvenes, llegamos, ahora es cuestión de
sacar todo esto de aquí y llevarlo a esa tienda y eso es todo. —Tom y yo
bajamos y nos pusimos a hacer lo que el abuelo mandó. Después de un largo
tiempo al fin habíamos terminado y mi abuelo nos llamó a dentro de la tienda a
tomar algunas sodas y pastelillos cortesía de la casa.
—Vengan —nos llamó—. Aquí
tienen. —Nos dio las sodas y pastelillos.
—Gracias —dije sentándome en
las mesas que había en ese lugar, Tom hizo lo mismo y se nos acercó un hombre
mayor, el dueño de la tienda.
—¿Ellos son tus nietos? —preguntó
a mi abuelo.
—Sí Alfred, él es Bill y él es Tom, ambos son
gemelos de mi única hija Simone Kaulitz.
—Mucho gusto —saludamos
cortésmente Tom y yo, y él nos extendió la mano.
—El gusto es mío. ¿Saben jóvenes?, hoy el pueblo está de fiesta, voy a llamar a
mi nieto Georg para que les haga conocer el pueblo.
Llamó a ese
joven y salió a nuestro encuentro y nos lo presentaron, parecía muy amable, me
miraba mucho, bueno, en si cada persona que me veía se quedaba mirándome por un
buen rato, no se veía alguien con los ojos y las uñas pintadas así no más y
claro que a mi hermano también lo miraban por las rastas que tenía y la manera
peculiar de vestir.
—¿Por qué no les haces conocer el lugar? Ellos
vienen de Hamburgo de seguro querrán conocer más Oberhaverbeck. —En realidad no estaba tan
entusiasmado, era un pueblo pequeño, ¿qué podría hacer aquí? pero mi abuelo nos
insistió pasar la mañana y la tarde ahí y después regresar a eso de las seis
para retornar a la casa, un día libre, lo que Tom quería, no me quedaba otra
opción que acompañarlo o me quedaría con los dos ancianos comiendo pasteles en
la tienda.
Salimos los tres de ahí y caminamos un sendero hasta adentrarnos más en
el pueblo, había mucha actividad, una feria y mucho comercio.
—Y bien —dijo Georg—. ¿Dónde quieren ir?
—¿Hay algún cine? —pregunté curioso.
—No, cine no, pero hoy es el día de San Bernardo así que hay un rodeo de
caballos y toros en el coliseo, es muy popular. —Nada que sea con maltratos de
animales me gustaba, definitivamente no quería ir.
—¡Qué divertido! —dijo Tom—. Bien, vamos ahí. —Le codeé disimuladamente
él sabía que si veía sangre, si fuera una corrida de toros o algo donde un
animal padeciera me pondría realmente mal.
—Bill —me susurró—. Tranquilo, no pasará nada, si vemos que está mal nos
vamos, ¿te parece? Vamos, hemos venido a divertirnos, deja esa cara. —Y me
abrazó como dándome ánimos, entonces le devolví la sonrisa y acepté ir.
—Aquí es —dijo Georg—. Saben, tengo unos amigos que quieren venir,
espérenme aquí que voy a llamarlos —dijo para después irse por ellos.
—Tom, no sé si es buena idea.
—Bueno, ¿qué sugieres? —preguntó un poco molesto.
—Nada. —Le volteé la cara, otra vez las cosas se tensaban entre
nosotros, no quería seguir arruinando más las cosas, él quería diversión, pues
bien.
Georg llegó con
tres amigos y una amiga algo loca.
—Chicos, ellos son mis amigos Paúl, Andreas,
Mike y ella es Ximena. —Saludamos a todos y me di cuenta que la tal Ximena se quedó
mirando a Tom muy descaradamente, claro que primero me miró así a mí, pero no
le hice caso, esa rubia me parecía muy falsa.
—Qué extraño tu cabello Tom, jijiji —Reía como
una cualquiera.
—El tuyo me gusta, eres muy linda. —Qué
atrevido Tom, nunca lo había escuchado coquetear con una chica.
—Qué bueno que las cosas empiezan bien —habló
Georg—. Pasemos al rodeo, ya va a empezar.
Ya adentro
busqué sentarme cerca de Tom, no conocía a todos esos tipos y pues como me
miraban realmente no me caían nada bien, me parecían algo vulgares, no lo sé,
no me sentía cómodo. Cuando estaba apunto de sentarme en la tribuna la chica,
la tal Ximena se interpuso y se sentó junto a Tom, así que me senté junto a
Georg arriba de ellos dos.
Empezó el rodeo
o como se llame, habían muchos vaqueros e incluso payasos, no lo entendía la
gente se emocionaba por tonterías. Mi vista se centraba en Tom hablando y
hablando con la tipa esa frente a mí.
—Wow, eso fue genial ¿lo viste? —preguntó
Georg codeándome.
—Sí, jeje —mentí, no sabía a
qué se refería.
—¿Cuál es tu favorito?
—¿De qué?
—De los vaqueros, ahora van a montar a un toro.
—El toro es mi favorito.
—No, me refiero a cuál de las personas.
—Oh sí, bueno por ninguno, me voy a favor del
toro a ver a cuantos vota al suelo. —Sonaba muy borde, pero no estaba de humor, ese tipo de espectáculos
no eran nada de mi preferencia, en parte me parecía cruel y lo peor es que Tom
lo sabía y seguía conversando con esa tipa, lo que más me molestaba era
escuchar la risa de esa chica, era muy desagradable y aguda.
—Que dices, mira ese de ahí el que tiene el
sombrero de rojo es famoso, se llama Cristian, el dura mucho sobre un toro. —Oh sí,
como si me importara.
—Ah, interesante.
Pasaba y pasaba
el tiempo y más se hacía el evento aburrido para mí. La chica se puso de pie y
Tom le siguió.
—Bill —llamó Tom antes de
irse, la chica lo tenía de la mano—. Sólo vamos por unas bebidas, ¿deseas que te
traiga algo? —Trataba de comunicarle con la mirada que me sentía incómodo ahí,
que no me dejara.
—No deseo nada, pero…
—Tranquilo, voy y vuelvo, no me tardo. —Puso su
mano en mi cabeza y después se fue, con esa tipa.
Me quedé
esperándolo por mucho rato, creo que pasó cerca de veinte minutos y otras
personas ocuparon los asientos vacíos que dejaron. Empecé a preocuparme y para
colmo el espectáculo se iba poniendo feo para mí, iban a torear un toro o algo
así y no iba a soportar que lo matasen en mi delante, eso sería terrible.
—Georg —llamé.
—¿Sí?… wow ¡Mátalo! —gritó al torero—. ¡Ole!
—Este… ¿Van a matar al toro?
—Ojalá.
—¡Qué! —Me asusté y cerré
mis ojos no quise ver nada. La situación se puso fea cuando toda la gente
gritó, supe que habían matado a ese toro, cuando abrí mis ojos vi a algunas
personas jalando con sogas al animal muerto. Me sentí mal, tenía nauseas y Tom
no regresaba, y si sabía que habían matado un animal en mi delante no le
importaba, Me puse mal y quise salir de ahí.
Al querer
levantarme Georg me tomó de brazo.
—¿Qué pasa, Bill?
—Nada, es sólo que quiero ir a buscar a mi
hermano.
—Tranquilo, está con Ximena de seguro están en
otra parte ahora, tu hermano tiene suerte, Ximena es ufff —¡Qué
horrible!, me sentí aun peor, Tom de seguro estaba acostándose con esa tipa
mientras yo aquí acabé de presenciar la matanza de un animal públicamente.
—Bueno, la verdad es que quiero irme.
—Oh, claro, el espectáculo ya terminó, para
que empiece el otro demorará algo, te parece si vamos por ahí a tomar algo con
mis amigos aquí. —Los chicos me miraron expectantes y no me quedó otra que asentir,
salir de ahí era lo que más deseaba.
—¿A dónde vamos? —pregunté al poder salir de ese horrible lugar, suspiré hondo un poco más
aliviado.
—A la taberna de Lucas, vamos anímate, el
rodeo fue genial.
—Sí —dijo el tal Andreas—. Me gustó cuando le
clavó la espada al toro, que precisión. —El estómago se me
encogió, eso no tenía nada de emocionante, quería olvidarlo, quería olvidar
este día más horrible.
Al llegar a la
taberna que resultó ser un bar de mala muerte, nos sentamos alrededor de una
mesa y ellos pidieron un trago que me pareció dulce, y empezamos a brindar… «Tom
donde estás»
Por Tom:
Se supone que
iríamos por unas bebidas, alguna gaseosa, Ximena tenía sed, pero cuando
estábamos afuera me pidió que la acompañase a su casa a pedir permiso para
quedarse más tiempo conmigo en la tarde. Ella era una chica divertida, oh sí,
era muy linda de cuerpo perfecto un genial bronceado y esos vaqueros que
llevaba puesto le caía muy bien, genial para pasar el tiempo.
—Bueno, y cuanto falta para llegar a tu casa,
mira que debemos regresar.
—Falta poco, es ahí ¿la ves?, la casa de color
blanca. —Caminamos hasta ahí y ella me tomó de la mano y me hizo pasar.
—Ximena, debemos regresar.
—Sí, lo sé. —No sé por qué, pero
notaba que en esa casa no había nadie—. Dónde están tus padres.
—En el torneo, bueno, mi papá debería estar
aquí, pero no está. —Rió divertida.
—Oh, ya veo. —Se me lanzó encima
tirándome en el sofá de su sala, era demasiado descaro, pero me gusta jugar un
rato—. Ximena, ¿no crees que es arriesgado?
—No, quiero estar contigo. —Me besó y
le correspondí, pero en mi mente apareció aquel dulce beso que le di a Bill. «Bill»,
pensé y me separé de Ximena.
—Sabes, ¿por qué no regresamos al rodeo para
decirle a mi hermano que pasaré la tarde contigo, te parece? —Me miró
haciendo un puchero.
—Pero de seguro ya no están allá, de seguro ya
han matado al toro y la gente se ha ido y…
—¿Van a matar un animal? —Me
asusté, si Bill veía sangre o alguna crueldad se pondría mal, yo pensé que se
trataba de un rodeo, donde sólo se monta caballos locos y toros, cosas así,
pero no que matarían algún animal.
—Bueno sí, de seguro ya ha terminado.
—¡Maldición! Ximena, debemos regresar, es que
debo ver si Bill está bien.
—Pero qué tanto, si tiene tu edad no es un
niño, además está con Georg, ¿me dejarás así? —No quería claro,
pero Bill, él no me perdonaría haberlo dejado así en un evento de esa clase.
—Lo siento, en la tarde la seguimos te parece,
pero debo regresar.
Así que ambos
salimos y caminé lo más rápido que pude para entrar en ese lugar, y
efectivamente habían matado un animal, pero no había señal de Bill y los demás
chicos, empecé a angustiarme eran las doce del mediodía y faltaba mucho para
las seis de la tarde hora de regresar a la tienda donde el abuelo nos esperaría.
Ximena me tomó de la mano y me sacó de ahí.
—y bien que dices, ¿regresamos a mi casa?
—Lo siento, pero antes debo encontrar a mi
hermano. —Estaba preocupado y si se había puesto a llorar o hacer un escándalo, de
seguro estaba mal.
—Pero no está, dónde lo buscarás.
—Dímelo tú, tú eres la que conoce este sitio,
dónde pudieron irse tu amigo Georg con los otros chicos.
—A muchos lugares, yo que sé pero si tu
hermano esta con ellos está bien…
—Aun así debo encontrarlo. —Había una
angustia en mi pecho por más que tenía a Ximena a mi lado tan linda, no podía
dejar de pensar en Bill y lo que más deseaba era verlo así me grite por
dejarlo, así quiera golpearme no sé sólo quería estar junto a él…
Ay Tom e_e espero aprendas una lección de esto, muajaja >:D
Hay Tom siempre tan idiota, algo no me da buena espina en Georg y sus amigos espero el proximo :)
ResponderEliminarXDD sí, vereos qué más pasa >:3
Eliminarbesos <3
Y entonces Tm encuentra a Bill besando a una tipa! :O o peor aún, un tipo! :O :O Toma Toma vv... Ok no xD
ResponderEliminarme emocione xD
cuidate! besos!
Criis.
Toma Tom* ¬¬ no sé por qué ultimamente se me van letras.. :$
Eliminarjajjja verás cómo lo encuentra >:3 y verás en qué circunstancias jaajaj
Eliminarbesos <3