martes, 22 de enero de 2013

Vacaciones - 5

n_n saludos a Marihe~ Y espero disfruten el pequeño capítulo.
Por Bill:

La noche anterior no pude evitar sentirme conmovido, triste. Me había hecho una ilusión y cuando comprendí que estaba mal, no pude evitar sentirme mal… No estaba bien sentir algo por Tom, algo más allá que ser hermanos, no era correcto, así que lloré porque sentí celos cuando me hablaba de conocer gente aquí, yo sólo quería estar más tiempo con él y salir al bosque simplemente a jugar, a que me dibuje, a que me haga reír, y las cosquillas, todo eso y a ver si se repetía lo que creí soñar, un beso de Tom, casi puedo asegurar que fue real, pero cómo iba a pasar si soy su hermano.

¡¡¡¡Kikirikíííííííí!!!! El importuno gallo como siempre despertándonos de madrugada, pues con ese ruido tan feo no se podía seguir durmiendo.

Ambos despertamos y nos alistamos, nos esperaba un día diferente y tal vez eso me tenía de mal humor esa mañana, no quería nada diferente, yo sólo quería estar más tiempo con Tom, tan sólo eso.

Tom se fue a duchar y yo terminé de alistarme, me maquillé y traté de arreglarme lo mejor posible. Tom hizo lo mismo después de ducharse y realmente se veía bien.

Luces bien dije para romper el hielo.

Yo creo que tú luces mejor siempre. Eso me gustó, así que le sonreí mientras salíamos de la habitación—. Pero si tú dices que luzco bien espero encontrar alguna chica para pasar rato. Me sonrió, pero eso me dolió, él buscaría a alguien allá donde iríamos, tal vez debería hacer lo mismo e intentar pasar un verano normal, tener una experiencia de alguna aventura con alguien.

Pues veré que encuentro allá también… En realidad no era mi intención, pero bueno, no me iba a cerrar.

Bien, buena suerte. Me sonrió.

Ya afuera mi abuelo nos leyó una lista de cosas para subir a la camioneta que nos llevaría al pueblo de Oberhaverbeck. Uno a uno subimos todo lo que se vendería en aquel lugar… un trabajo algo arduo para mí.

—Bien jovencitos, ¿las cajas de huevos, gallinas, leche, yogurt y queso están todas en la camioneta?

—Sí, todo —contestó Tom algo cansado pues él había hecho casi todo el trabajo.

Bien, suban entonces. Y así lo hicimos.

El viaje duró media hora, y empezamos a adentrarnos en un pueblo, Tom y yo no hablamos, cada uno pensaba en sus cosas.

Bien jóvenes, llegamos, ahora es cuestión de sacar todo esto de aquí y llevarlo a esa tienda y eso es todo. Tom y yo bajamos y nos pusimos a hacer lo que el abuelo mandó. Después de un largo tiempo al fin habíamos terminado y mi abuelo nos llamó a dentro de la tienda a tomar algunas sodas y pastelillos cortesía de la casa.

Vengan —nos llamó—. Aquí tienen. Nos dio las sodas y pastelillos.

Gracias —dije sentándome en las mesas que había en ese lugar, Tom hizo lo mismo y se nos acercó un hombre mayor, el dueño de la tienda.

¿Ellos son tus nietos? preguntó a mi abuelo.

Sí Alfred, él es Bill y él es Tom, ambos son gemelos de mi única hija Simone Kaulitz.

Mucho gusto —saludamos cortésmente Tom y yo, y él nos extendió la mano.

El gusto es mío. ¿Saben jóvenes?,  hoy el pueblo está de fiesta, voy a llamar a mi nieto Georg para que les haga conocer el pueblo.

Llamó a ese joven y salió a nuestro encuentro y nos lo presentaron, parecía muy amable, me miraba mucho, bueno, en si cada persona que me veía se quedaba mirándome por un buen rato, no se veía alguien con los ojos y las uñas pintadas así no más y claro que a mi hermano también lo miraban por las rastas que tenía y la manera peculiar de vestir.

¿Por qué no les haces conocer el lugar? Ellos vienen de Hamburgo de seguro querrán conocer más Oberhaverbeck. —En realidad no estaba tan entusiasmado, era un pueblo pequeño, ¿qué podría hacer aquí? pero mi abuelo nos insistió pasar la mañana y la tarde ahí y después regresar a eso de las seis para retornar a la casa, un día libre, lo que Tom quería, no me quedaba otra opción que acompañarlo o me quedaría con los dos ancianos comiendo pasteles en la tienda.

Salimos los tres de ahí y caminamos un sendero hasta adentrarnos más en el pueblo, había mucha actividad, una feria y mucho comercio.

—Y bien —dijo Georg—. ¿Dónde quieren ir?

—¿Hay algún cine? —pregunté curioso.

—No, cine no, pero hoy es el día de San Bernardo así que hay un rodeo de caballos y toros en el coliseo, es muy popular. —Nada que sea con maltratos de animales me gustaba, definitivamente no quería ir.

—¡Qué divertido! —dijo Tom—. Bien, vamos ahí. —Le codeé disimuladamente él sabía que si veía sangre, si fuera una corrida de toros o algo donde un animal padeciera me pondría realmente mal.

—Bill —me susurró—. Tranquilo, no pasará nada, si vemos que está mal nos vamos, ¿te parece? Vamos, hemos venido a divertirnos, deja esa cara. —Y me abrazó como dándome ánimos, entonces le devolví la sonrisa y acepté ir.

—Aquí es —dijo Georg—. Saben, tengo unos amigos que quieren venir, espérenme aquí que voy a llamarlos —dijo para después irse por ellos.

—Tom, no sé si es buena idea.

—Bueno, ¿qué sugieres? —preguntó un poco molesto.

—Nada. —Le volteé la cara, otra vez las cosas se tensaban entre nosotros, no quería seguir arruinando más las cosas, él quería diversión, pues bien.

Georg llegó con tres amigos y una amiga algo loca.

—Chicos, ellos son mis amigos Paúl, Andreas, Mike y ella es Ximena. Saludamos a todos y me di cuenta que la tal Ximena se quedó mirando a Tom muy descaradamente, claro que primero me miró así a mí, pero no le hice caso, esa rubia me parecía muy falsa.

Qué extraño tu cabello Tom, jijiji Reía como una cualquiera.

El tuyo me gusta, eres muy linda. Qué atrevido Tom, nunca lo había escuchado coquetear con una chica.

Qué bueno que las cosas empiezan bien —habló Georg—. Pasemos al rodeo, ya va a empezar.

Ya adentro busqué sentarme cerca de Tom, no conocía a todos esos tipos y pues como me miraban realmente no me caían nada bien, me parecían algo vulgares, no lo sé, no me sentía cómodo. Cuando estaba apunto de sentarme en la tribuna la chica, la tal Ximena se interpuso y se sentó junto a Tom, así que me senté junto a Georg arriba de ellos dos.

Empezó el rodeo o como se llame, habían muchos vaqueros e incluso payasos, no lo entendía la gente se emocionaba por tonterías. Mi vista se centraba en Tom hablando y hablando con la tipa esa frente a mí.

Wow, eso fue genial ¿lo viste? preguntó Georg codeándome.

Sí, jeje —mentí, no sabía a qué se refería.

—¿Cuál es tu favorito?

—¿De qué?

De los vaqueros, ahora van a montar a un toro.

El toro es mi favorito.

No, me refiero a cuál de las personas.

Oh sí, bueno por ninguno, me voy a favor del toro a ver a cuantos vota al suelo. Sonaba muy borde, pero no estaba de humor, ese tipo de espectáculos no eran nada de mi preferencia, en parte me parecía cruel y lo peor es que Tom lo sabía y seguía conversando con esa tipa, lo que más me molestaba era escuchar la risa de esa chica, era muy desagradable y aguda.

Que dices, mira ese de ahí el que tiene el sombrero de rojo es famoso, se llama Cristian, el dura mucho sobre un toro. Oh sí, como si me importara.

Ah, interesante.

Pasaba y pasaba el tiempo y más se hacía el evento aburrido para mí. La chica se puso de pie y Tom le siguió.

Bill llamó Tom antes de irse, la chica lo tenía de la mano—. Sólo vamos por unas bebidas, ¿deseas que te traiga algo? Trataba de comunicarle con la mirada que me sentía incómodo ahí, que no me dejara.

—No deseo nada, pero…

Tranquilo, voy y vuelvo, no me tardo. Puso su mano en mi cabeza y después se fue, con esa tipa.

Me quedé esperándolo por mucho rato, creo que pasó cerca de veinte minutos y otras personas ocuparon los asientos vacíos que dejaron. Empecé a preocuparme y para colmo el espectáculo se iba poniendo feo para mí, iban a torear un toro o algo así y no iba a soportar que lo matasen en mi delante, eso sería terrible.

Georg —llamé.

—¿Sí?… wow ¡Mátalo! —gritó al torero—. ¡Ole!

Este… ¿Van a matar al toro?

Ojalá.

¡Qué! Me asusté y cerré mis ojos no quise ver nada. La situación se puso fea cuando toda la gente gritó, supe que habían matado a ese toro, cuando abrí mis ojos vi a algunas personas jalando con sogas al animal muerto. Me sentí mal, tenía nauseas y Tom no regresaba, y si sabía que habían matado un animal en mi delante no le importaba, Me puse mal y quise salir de ahí.

Al querer levantarme Georg me tomó de brazo.

¿Qué pasa, Bill?

Nada, es sólo que quiero ir a buscar a mi hermano.

Tranquilo, está con Ximena de seguro están en otra parte ahora, tu hermano tiene suerte, Ximena es ufff —¡Qué horrible!, me sentí aun peor, Tom de seguro estaba acostándose con esa tipa mientras yo aquí acabé de presenciar la matanza de un animal públicamente.

Bueno, la verdad es que quiero irme.

Oh, claro, el espectáculo ya terminó, para que empiece el otro demorará algo, te parece si vamos por ahí a tomar algo con mis amigos aquí. Los chicos me miraron expectantes y no me quedó otra que asentir, salir de ahí era lo que más deseaba.

—¿A dónde vamos? —pregunté al poder salir de ese horrible lugar, suspiré hondo un poco más aliviado.

A la taberna de Lucas, vamos anímate, el rodeo fue genial.

—dijo el tal Andreas—. Me gustó cuando le clavó la espada al toro, que precisión. El estómago se me encogió, eso no tenía nada de emocionante, quería olvidarlo, quería olvidar este día más horrible.

Al llegar a la taberna que resultó ser un bar de mala muerte, nos sentamos alrededor de una mesa y ellos pidieron un trago que me pareció dulce, y empezamos a brindar… «Tom donde estás»



Por Tom:

Se supone que iríamos por unas bebidas, alguna gaseosa, Ximena tenía sed, pero cuando estábamos afuera me pidió que la acompañase a su casa a pedir permiso para quedarse más tiempo conmigo en la tarde. Ella era una chica divertida, oh sí, era muy linda de cuerpo perfecto un genial bronceado y esos vaqueros que llevaba puesto le caía muy bien, genial para pasar el tiempo.

Bueno, y cuanto falta para llegar a tu casa, mira que debemos regresar.

Falta poco, es ahí ¿la ves?, la casa de color blanca. Caminamos hasta ahí y ella me tomó de la mano y me hizo pasar.

Ximena, debemos regresar.

—Sí, lo sé. —No sé por qué, pero notaba que en esa casa no había nadie—. Dónde están tus padres.

En el torneo, bueno, mi papá debería estar aquí, pero no está. Rió divertida.

Oh, ya veo. —Se me lanzó encima tirándome en el sofá de su sala, era demasiado descaro, pero me gusta jugar un rato—. Ximena, ¿no crees que es arriesgado?

No, quiero estar contigo. Me besó y le correspondí, pero en mi mente apareció aquel dulce beso que le di a Bill. «Bill», pensé y me separé de Ximena.

—Sabes, ¿por qué no regresamos al rodeo para decirle a mi hermano que pasaré la tarde contigo, te parece? Me miró haciendo un puchero.

Pero de seguro ya no están allá, de seguro ya han matado al toro y la gente se ha ido y…

—¿Van a matar un animal? Me asusté, si Bill veía sangre o alguna crueldad se pondría mal, yo pensé que se trataba de un rodeo, donde sólo se monta caballos locos y toros, cosas así, pero no que matarían algún animal.

—Bueno sí, de seguro ya ha terminado.

¡Maldición! Ximena, debemos regresar, es que debo ver si Bill está bien.

Pero qué tanto, si tiene tu edad no es un niño, además está con Georg, ¿me dejarás así? No quería claro, pero Bill, él no me perdonaría haberlo dejado así en un evento de esa clase.

Lo siento, en la tarde la seguimos te parece, pero debo regresar.

Así que ambos salimos y caminé lo más rápido que pude para entrar en ese lugar, y efectivamente habían matado un animal, pero no había señal de Bill y los demás chicos, empecé a angustiarme eran las doce del mediodía y faltaba mucho para las seis de la tarde hora de regresar a la tienda donde el abuelo nos esperaría. Ximena me tomó de la mano y me sacó de ahí.

y bien que dices, ¿regresamos a mi casa?

Lo siento, pero antes debo encontrar a mi hermano. —Estaba preocupado y si se había puesto a llorar o hacer un escándalo, de seguro estaba mal.

Pero no está, dónde lo buscarás.

Dímelo tú, tú eres la que conoce este sitio, dónde pudieron irse tu amigo Georg con los otros chicos.

A muchos lugares, yo que sé pero si tu hermano esta con ellos está bien…

Aun así debo encontrarlo. Había una angustia en mi pecho por más que tenía a Ximena a mi lado tan linda, no podía dejar de pensar en Bill y lo que más deseaba era verlo así me grite por dejarlo, así quiera golpearme no sé sólo quería estar junto a él…

Ay Tom e_e espero aprendas una lección de esto, muajaja >:D

5 comentarios:

  1. Hay Tom siempre tan idiota, algo no me da buena espina en Georg y sus amigos espero el proximo :)

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  2. Y entonces Tm encuentra a Bill besando a una tipa! :O o peor aún, un tipo! :O :O Toma Toma vv... Ok no xD
    me emocione xD

    cuidate! besos!
    Criis.

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    Respuestas
    1. Toma Tom* ¬¬ no sé por qué ultimamente se me van letras.. :$

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    2. jajjja verás cómo lo encuentra >:3 y verás en qué circunstancias jaajaj
      besos <3

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