miércoles, 17 de octubre de 2012

Inalcanzable - 9

n_n siguiendo con las actualizaciones, hoy toca capítulo nueve de este fic. Saludos a todos <3

Tom le entregaba a Saki otra bolsa con peluches y éste tenía que ir a dejarla al auto, hacía eso por milésima vez mientras Tom solo podía concentrarse en Bill. 

—No más regalos, Tomi —pidió algo asustado. 

—¿Por qué? Yo quiero engreírte, así no más no puedo salir a una feria. —Le sonreía y le acarició el rostro. Bill temía por Saki, era la tercera vez que Tom le mandaba a guardar una bolsa de alguna cosa que era para él, y cada que Saki hacía eso miraba a Bill con rencor “el niño pobre sacándole plata al rico” esa era la percepción de Saki, así que Bill debía parar a Tom antes de que Saki estuviera hablando mal de ellos. 

—Por Saki… él se molestará. —Tom lo miró intrigado. 

—¿Saki? No, es su trabajo, le pagamos muy bien y hasta su familia está asegurada, descuida, además tendrá pronto una semana de vacaciones. —Tom le sonrió pensando en que Bill creía que explotaban a Saki, lo cual no era así, no entendió su punto, Bill veía a Saki como una amenaza. 

Entraron a una especie de castillo embrujado. Bill reía del miedo, y es que ver tantos monstruos adentro y ver a las mujeres abrazar a sus novios desesperadas le parecía chistoso, él no tenía miedo, y todo le pareció un interesante espectáculo. 

Tom le robó un pequeño beso cuando las luces del lugar se apagaron y Bill le tomó de la mano. Ya al salir, tuvieron que disimular. 

—Creo que es algo tarde —dijo Bill algo apenado. Tom asintió. 

—Te llevo a casa. 

—No, bueno, sí, pero mejor rápido. 

—¿Rápido? —Bill lo decía por Saki más que todo, pero no podía decirle eso a Tom. 

—Vamos simplemente. 

De regreso a casa, Tom le dejó todos los regalos que le había comprado, Bill trató de subirlos sin que su mamá se percatara. Habían algunos peluches que podían parecer románticos y es que lo eran. Bajó a despedirse de Tom y solo pudieron decirse adiós, Saki miraba con sospecha, Bill ya no quería más problemas. 

*** 

Tom, en casa, trataba de evadir los cuestionamientos de su mamá, él ya sabía lo que ella podría decirle, y estaba harto de eso. 

—¿Crees que no sé qué pretendes?, tengo ojos en todos lados, no sé qué haces con el hijo de la cocinera, ¿es que acaso no te das cuenta? 

—¿Cuenta? ¿Cuenta de qué? Sé a dónde quieres llegar con tus palabras, agradezco tu preocupación, pero no limitarás mis amistades, ahora estoy cansado, deseo dormir. 

—¡Tom! Ay, hijo, hablaré con tu papá de esto, no puede ser simplemente luego te volverás pandillero un hombre del mal por juntarte con ese tipo de gente. 

—¡Mamá! —gritó indignado. Muchas veces él había creído demente a ella y cuanto más años pasaba él lograba pensar que quizá sí. 

La señora Kaulitz salió de su habitación y fue a reunirse con Saki, el alto hombre se puso una mano en la frente, sabía que debía decirlo todo. 

—Dime, qué notaste. 

—Bueno, le llevó a la feria, no sin antes presenciar una pelea de ese niño con otro en los entrenamientos de futbol. 

—¿Es en serio? —chilló indignada y Saki asintió. 

—Sí, el chico es algo agresivo pues le golpeó a un compañero. Fueron a la feria y Tom le compró muchas cosas, Bill parecía emocionado todo el tiempo. Y bueno, el joven Tom me dijo que ya no sale con la niña Brigitte, que solo son amigos. 

La señora Kaulitz analizó eso y se puso fría, al parecer había descubierto un romance de su hijo con ese jovencito hijo de cocinera. Se indignó ante eso, ella no permitiría que el futuro de su hijo se vea arruinado por un don nadie. 

—Mi hijo… con ese. —Saki bajó la cabeza, en parte sentía culpa, pero bueno, ese era su trabajo—. Debes hacer algo, no sé, ayúdame a pensar en algo. 

*** 

—¿Señora Kaulitz? —Saludó con duda una de las cocineras al verla entrar a la cocina como casi nunca lo había hecho—. ¿Desea algo? 

—Shh… No estoy hablando contigo. —Ni le miró y pasó de ella. 

La cocina era amplia y detrás de la señora venía Saki. 

—Señora Simone —llamó Saki y ésta que estaba de espaldas se sobresaltó volteando algo sorprendida para luego limpiar sus manos en su delantal, estaba amansando lo que sería un buñuelo—. Acompáñenos. 

Apenas pudo asentir, salió por la puerta trasera detrás de Saki y la señora Kaulitz quien lucía seria. Lejos de las chismosas cocineras la señora de la casa la miró severamente. 

—¿Qué clase de madre es usted? Seré clara, su hijo se está metiendo en las narices del mío y de una manera que usted no podría creerlo. —Simone abrió la boca y sintió su garganta seca. 

—Señora, no mal interprete a mi hijo, él… 

—Shh, él engatusa al mío y lo vuelve rebelde y te diré algo, será mejor que mantengas a tu hijo lejos del mío, esta es una advertencia que te puede costar el trabajo. 

Simone trató de hablar, de defender a su hijo que sabía lo noble que él era, pero solo abrió la boca recibiendo una mirada de desaprobación y bajó la cabeza sintiendo vergüenza y rabia al mismo tiempo. Necesitaba el trabajo por desgracia. 

La señora Kaulitz regresó a la mansión y Simone se quedó pensativa y sí, estaba asustada pues pensaba en lo mucho que Bill estaba ligado al hijo de los Kaulitz y eso podía ser peligroso… 

«A mi hijo le gusta Tom», pensó asustándose de ese concepto. Su hijo estaba pasando por una confusión de su sexualidad, creyó ella. Debía hablar con él y advertirle. 

*** 

—¿Aló? —contestó Bill el teléfono. Simone lavaba los platos desde la cocina de su pequeña casa y vio como Bill corría escaleras arriba buscando privacidad. ¿Cómo le diría que se alejara de Tom? 

—Hola Bill… —Suspiró Tom acomodándose en su cama para dormir—. Hum, ¿sabes? En una semana… 

—Es tu cumpleaños —completó Bill—. Lo sé y me alegra, quince años, Tom. —El de trenzas rió ante eso, Bill apenas tenía trece—. Me pasarás por dos años. 

—Es verdad, será más responsabilidad para mí para… para quererte y protegerte. —Bill se retorció en la cama aullando como gatito feliz, tuvo que morderse el labio para no gritar. Había tantas emociones que hasta le hicieron sonrojar y eso que Tom no estaba viéndolo. Tom rió por escuchar toda su emoción, hasta podía imaginarlo—. Quisiera que vengas, es todo lo que quiero para mi cumpleaños. 

—Ow, Tom… —Se quedó pensativo—. Quiero ir, sí, pero no sé si mi mamá, ya sabes, si ella quiera además de seguro tendrás una fiesta tan grande. —Tom suspiró y chasqueó los dientes. 

—No quiero fiestas, estaba pensando que después de los saludos de mi familia desearía pasarla en la casita y si tú… —Tom sabía que estaba siendo muy atrevido, calló por un momento y Bill aún estaba expectante. 

—¿Si yo? —Bill quería sentir otra vez ese retorcijón agradable en su vientre, así que presionaría a Tom a completar su frase a como dé lugar. 

—Si tú quieres pasar ese día conmigo, solo si quieres. —Bill se mordió fuertemente el labio, la palabra “día” sobraba ahí si le estaba diciendo que luego de lo que sus padres le ofrecieren prefería pasarlo en la casita con él. La mente de Bill voló mucho en muchas circunstancias. 

—Pasar el día contigo… —repitió sintiéndose pequeño e ilusionado, como si su cuerpo no tuviera peso alguno, podía sentir su corazón bombeando a mil y sus orejas rojas. 

—Puedo pedir permiso por ti, para que pases el día entero… si tú quieres. 

—¿Dormir allá? ¿Dormir contigo? —susurró y Tom se sintió un poco culpable, se sentó en su cama y aclaró su garganta. 

—Aquí hay muchos cuartos. —No supo por qué decía eso y luego frunció el ceño—. Bueno, aún falta mucho, yo… debo ir a dormir, piénsalo, no te obligaré. 

—Yo quiero ir, sí, haré todo lo posible… ¿colgarás? 

—Debo, pero gracias, entonces te tendré en cuenta ese día. Gracias leoncito, nos vemos ese día… 

Ambos sabían lo difícil que era verse en la semana. Bill escuchó a su mamá llamando la puerta. —Hum, debo colgar —dijo Bill con pena. 

—Te mando un beso. 

—Otro. — colgó sintiendo muchas emociones recorrerle el cuerpo, pero luego de suspirar dijo un “pase” con voz seria y Simone entró algo consternada, Bill se dio cuenta de esa mirada extraña que tenía en sus ojos, como angustiada y ella se sentó en su cama. Simone veía esas mejillas sonrojadas y cómo intentaba disimular que tenía un celular bastante fino que Tom le había regalado para comunicarse. 

—Bill, debemos hablar y quizá tú… quizá no te guste esto que te diré. —Bill se sentó en la cama comenzando a preocuparse más, la mirada de su mamá lo decía todo, él no podía ocultar sus sentimientos que se le salían por todos lados. 

—Mamá… —se quejó tomando una almohada para abrazarla, se sentía descubierto y sus mejías ardían. 

—La señora Kaulitz habló conmigo. —Los ojos de Bill se abrieron mucho y no sabía qué decirle—. Quiere que te alejes de su hijo o… perderé el trabajo. No quiero ser drástica contigo, a mí me simpatiza ese joven pero hijo, sé lo que te está pasando. —Simone prefirió callar al verlo bajar la cabeza y en silencio sus lágrimas caer, ella pocas veces había visto a Bill llorar, la última vez fue cuando habían problemas en su casa, cuando se separaron sus papás—. Bill… 

—Muy tarde mamá, muy tarde esa señora pide eso si… si él y yo nos queremos ver. 

—¿Quieres que pierda el trabajo? —Bill negó con la cabeza y alzó la vista mirando con súplica el rostro de su mamá—. Hijito, no es correcto, no… tú no… 

—Él me quiere. —Simone se llevó ambas manos al rostro, negando con la cabeza semejante información. 

—Eres un niño, no permitiré que él y su familia te hagan daño, yo… 

—¡No! Nadie me hará daño, mamá, sé defenderme, sabré hacerles frente, él y yo. 

—Bill, debes decirle que perderé el trabajo, es más, yo misma hablaré con él en cuanto lo vea. 

—¡Mamá! 

—¡Tienes solo trece, Bill! Cuando seas grande me lo agradecerás, pero esas cosas… esas relaciones no funcionarán, estoy molesta con ese jovencito, él es mayor que tú y mira cómo te tiene. 

Simone se levantó de ahí y antes de salir avanzó donde Bill ocultaba su celular. —¡No! No me lo quites, mamá, por favor. —Sus súplicas lograron conmoverla, estaba hasta llorado y Simone accedió. 

—De acuerdo, pero deberás devolvérselo, te lo estoy advirtiendo, será mejor que tomes buenas decisiones Bill o tendré que intervenir. Ya que crees que no eres un niño te daré la oportunidad de arreglar esto, pero si nada haces, entonces intervendré yo. 

Salió y Bill se puso frío, titiritando de nervios, ¿cómo pediría permiso la semana entrante para asistir al cumpleaños de Tom? estaba perdido. 

*** 

—¿El cumpleaños del joven Tom? —preguntó Simone cuando le dieron la enorme lista de pasteles que tenía que preparar para el día siguiente. 

—Sí, mañana y su mamá quiere hacerle una fiesta a lo grande, está allá en la sala con una organizadora, su hijo cumple quince. —Simone frunció el ceño, ese jovencito era mayor. 

Simone casi no tenía descansos, la lista era enorme, no podía imaginar cuantos invitados asistirían a esa fiesta y ahora comenzó a preocuparse por si su hijo deseaba asistir a tal evento. Era lógico que fuera muy mal visto y quizá hasta perdería su trabajo. 

Por otro lado, Tom estaba un poco angustiado por la presión de su cumpleaños y sobretodo porque Bill no quería contestar sus llamadas en la semana. 

Regresó de sus clases de geografía y al entrar a casa vio a su mamá hablando con una señora organizadora de fiestas, parecía una cotorra dando órdenes de aquí para allá. Él se le acercó y ella sonrió. 

—Querido, ella es Natalie, es una experta organizadora de fiestas y claro, ha organizado eventos importantes para gente famosa, algunos artistas del mundo de… 

—Lo sé, un gusto. —Sonrió educado, pero regresó la vista a su mamá—. Mamá, deseo hablarte un momento. 

—Hijo, estoy coordinando esto… 

—Solo un momento. Si nos permite. —Hizo una reverencia a la señora quien asintió y Simone accedió a hacerle caso. 

—Dime, qué quieres. 

—No quiero esto, sé que lo haces para agradarme, pero no lo deseo, yo… saldré con amigos, no una fiesta. —la señora Kaulitz frunció el ceño y le lanzó una de sus peores miradas, estaba indignada. 

—No puedes Tom, ya casi está todo listo, mañana vendrán tus amigos, me encargué de eso, no puedes hacerme esto faltando un día. 

Tom se sintió acorralado, todos los planes que tenía para ese día peligraban por culpa de su madre. Le dio la espalda para subir a su habitación. 

Tomó su celular e intentó llamar a Bill por milésima vez y al no conseguir que respondiera bajó a la cocina con los puños apretados de frustración. Vio a la mamá de Bill preparando muchos pastelillos para su fiesta y Simone cuando lo vio se puso nerviosa, era tan notorio. 

—¿Desea algo? —preguntó ella. 

—Hablar con usted. —Ella se limpió las manos y muy nerviosa accedió. 

Ambos salieron al patio trasero, ella ya sabía lo que él le diría. 

—Joven, lo lamento mucho pero no se puede, no podrá ver a mi hijo porque puedo perder el trabajo. —Tom la miró extrañado. 

—Señora Simone yo… no quiero perjudicarla, Bill es solo un amigo especial. —Ella se cruzó de brazos y Tom tragó saliva, ¿acaso ella sabía? Podía notar su mirada crítica. 

—Mi niño tiene trece años —le dijo con voz algo ruda. 

—Lo sé y créame tengo buenas intenciones, lo juro, si él no me importara dejaría pasar este hecho así no más, pero me importa. 

—Por favor, joven Tom… —Era casi una súplica. Tom bajó la cabeza, ella no entendería. 

*** 

Bill estaba muy angustiado, él ni quería defraudar a Tom, él quería estar con él, que no existieran esas complicaciones entre sus padres, pero esto iba más allá de eso, eran diferencias de clases sociales y ante eso ninguno de los dos podía hacer algo para cambiarlo. 

Vio su celular, otra llamada perdida y esta vez entró un mensaje de texto. 

“Bill, si no das señales de vida yo pensaré que no quieres seguir y no sé qué pensar.” 

Eso fue terrible para Bill, él no quería confrontar el hecho que su mamá le había prohibido verlo, por eso no le contestaba ninguna llamada, pero esta vez tomó el teléfono y le devolvió la llamada. 

—Bill —contestó rápido y el menor suspiró. 

—Lo siento, Tom yo… esto es difícil. 

—No quiero tenerte atado a mí aunque yo quiero. 

—¡Yo quiero! —gritó suplicante—. Quiero estar contigo, lo juro, pero tengo miedo, es eso… —Tom suspiró bastante angustiado y es que sabía a lo que se refería. 

—Descuida Bill, esto lo tomaremos con calma, nada malo pasará con tu mamá, te lo garantizo. 

—Tom, mañana no creo poder ir… oh. Dios, es que no sé cómo iría a tu casa si tu mamá o la mía me lo impedirían. —Tom cerró los ojos un momento y suspiró sonoramente. 

—No vengas, aquí será una fiesta nada interesante, no vengas y te busco pasado mañana en la escuela. —Bill se quedó pensando por un momento. 

—Quiero ir pero… —La idea de pasarla en su casita del jardín se le hizo tan tentadora, Tom le había invitado ahí y Bill extrañaba mucho eso, estar con él a solas en un lugar pacífico. 

—Lo sé, además en serio que será una fiesta fea. 

—¿No estás molesto conmigo? 

—No —dijo Tom con suave voz—. No estoy molesto, estaba angustiado porque no me contestabas. 

—Lo siento, lo siento mucho, ni sé por qué lo hice, o sea, no sé cómo explicar esto que siento. 

—Lo hablaremos en persona, ¿te parece? 

—Sí. 

Se quedaron hablando un poco más y al colgar Tom sintió alivio de saber que Bill aún pensaba en él y no lo había olvidado. 

Mañana sería una fiesta muy incómoda para él, no sabía cómo pasaría ese día lleno de gente a la que no deseaba ver.

¿Irá o no irá a esa fiesta? Veremos, ya se acerca al capítulo en donde se quedó n_n besitos <3

8 comentarios:

  1. ira o no ira? no lo sé (?)... Ok no xD
    :D cierto.. ya se acerca el cap. :D
    ya quiero saber que sucedes despues de eso :D

    Cuidate! küsses!
    Criis.

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    1. jijji sí, pronto ya estaré escribiendo la continuación de este fic, veremos qué más sigue,
      Besos <33

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  2. :'( Da un poco de nostalgia leer este capitulo porque esta parejita que se quieren tanto y están tan ilusionados y depronto llega la realidad y les da una bofetada. La mamá de Bill puede perder el trabajo por esa relación :/

    Si, falta poco para que llegue en donde te quedaste, creo que falta 3 capítulos *-*

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    1. Creo qwue sí falta como 3 capis~ no lo he contado, pero ya se acerca n_n y bueno, la realidad será determinante en este fic, veremos si logran superarla o no.
      Besos <3

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  3. Adoro este fic, extrañamente amo los fics que en su mayoría son los menos seguidos, por que será? Este y el uno para el otro son mi pasión! Por cierto podrías subir el one shot de la Montaña??? Please :)

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    1. *-* gracias <3 y eso de amar los fics menos seguidos es lindo *-*~ no sé por qué sea, pero me pasa así a veces.
      "Perdidos en la montaña" lo subiré uno de estos días, ya lo he pensado.
      Besos <33

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  4. ay1 la sociedad y esa maldita idea de usar "rótulos"(piel blanca o negra o amarilla; rico o pobre; culto o inculto; etc), niveles o estratos sociales ke dividen, separan, enfrentan, konfrontan a las personas... Y lo sabia, a esa tipa solo le interesa ke su hijito no se junte kon "esa gente" y kree ke Billito es un aprovechador FUCK!Y HASTA AMENAZO A SIMONE KON DESPEDIRLA!!FUCK!y ELLA TEME KE EL RASTUDO KIERA "APROVECHARSE" DE SU INOCENTE HIJITO... PODRÁN ESTAR JUNTOS OTRA VEZ??? :'( iNTRIGADISIMA KIEROOO SABEEER!!! aCTUALIZA PRONTITO tkum ♥

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    1. hallo <3 sí u_u la sociedad de M que pone rótulos. esperemos no pase nada malo cuando tengan que enterarse :/
      besitos, pronto actualizaré

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