Póster - 23

No pensé actualizar rápido pero lo hago por Alexayue =) espero lo disfrutes.

Todos entraron a la mansión. Bill trataba de permanecer al lado de Tom aunque era jaloneado y recriminado por Georg. 

—Escúchame —encaró el castaño a Tom—. Esto no se quedará así, en estos momentos tendremos una reunión solo con Bill y tú te quedarás aquí. 

—Bill solo me recuerda a mí —contestó el de rastas sin temer. 

Bill miraba a todos lados siendo conducido a la mansión otra vez cogido del brazo por Dave y luego se le acercó Jost y Gustav. 

Entraron con él a una oficina enorme y lo sentaron ahí. David Jost se le acercó poniendo sus puños sobre la mesa encarándolo con una mirada de enojo. 

—¿Qué pasa? Si es alguno de tus juegos estúpidos de controlar al mundo, exijo lo dejes ahora, te lo exijo Kaulitz, nos estás arruinando, ¿cómo sacaré cara por ti si andas desapareciendo a tu antojo? La prensa terminará enterándose y luego tendremos que buscarte una novia para tapar tus tonterías homosexuales. —Bill lo miraba asombrado, con la boca abierta sin saber qué responder, se sentía ofendido, dolido, quería salir de ahí e irse con Tom a casa, a su casa. 

—Quiero ir a casa, quiero… 

—Señor —llamó Dave a David Jost—, Bill ha perdido la memoria temporalmente, no sabemos qué ha pasado, por eso recomiendo que descanse y si mañana no se recupera llamaremos a un psiquiatra, pero obviamente con mucha cautela para no levantar ninguna sospecha. 

—Con que pérdida de memoria, esto nos arruinará. —Miró a Bill—. Debes recuperarte, faltan dos días para salir de gira, si no te recuperas perderemos mucho dinero además que si cancelas conciertos ocasionarás un caos tremendo entre tus fans. Piénsalo. 

Lo que Bill no sabía era en qué pesar realmente, él no quería esa vida, estaba asombrado de todo lo que le decían y su cabeza comenzó a dar vueltas, Georg notó aquello. 

—Creo que él necesita descansar. —Se le acercó y Bill lo miró con cierto recelo—. Vamos, mejor descansemos. 

—Quiero ir a casa. 

—Estás en tu casa, te llevo a tu recámara. 

—Bien —interrumpió David Jost—. Mañana en la mañana tendremos una reunión para tomar previsiones por si amaneces aún desmemoriado, esperemos sea temporal como dijo Georg que te pasaba, igual veré sacarte una cita con un psiquiatra de confianza. 

Todos los presentes se dispersaron de ahí, Georg acompañó a Bill a su habitación principal, éste solo quería descansar, estaba estresado por tantos cambios, viendo y escuchando tantas cosas nuevas para él. 

Se sentó en la cama y Georg fue a su lado. —No te preocupes, velaré tu sueño. 

—¿Y Tom? ¿Dónde lo tienen? —Georg frunció el ceño. 

—Estará con Saki y los demás, lo tendremos vigilado pues creemos que es él quien te causa esto, no sabemos cómo, pero es él. No es de confianza Bill, es un fanático de esos peligrosos. 

—No lo es, es un buen tipo, me ha ayudado a pesar de que no recuerdo nada. —Georg rió burlón. 

—Se aprovecha, quiere que no tengas memoria para tenerte, es un egoísta, no sabe todo el daño que te hace así. —Bill se sintió incómodo comenzando a dudar… El póster que causaba ese problema lo tenía Tom, capaz y él era el culpable de todo… 

—Quiero descansar —dijo tocándose las sienes y Georg asintió. 

—Descansemos, también estoy cansado. 

—Solo, me refiero a que quiero dormir solo. —Georg lo miró algo fastidiado. 

—Soy tu novio. 

—No lo recuerdo, solo déjame en paz por favor… —Georg trató de ser paciente. 

—De acuerdo, mañana hablamos mejor. 

Salió de la habitación y Bill miró hacia el techo con algo de temor. Una luz estaba ahí, una extraña luz blanca que hizo que su corazón latiese asustado. —No puede ser… ¡No otra vez! —Doloroso, muy doloroso ser absorbido por eso hacia otra dimensión.

Va y viene, va y viene... la diva aparecerá en el siguiente capítulo...