lunes, 15 de octubre de 2012

Mejor amiga - III

Hallo a todos, espero hayan tenido un buen inicio de semana. Les traigo el siguiente capítulo de este minific. Saludos *-*

Luego de aquel raro beso, Annie evitó verle a los ojos. Estaba bastante avergonzada y confundida que lo único que pudo hacer fue retroceder un poco, dar la vuelta y seguir andando colina abajo para llegar a su casa. Bill la siguió, aún con su corazón acelerado y sorprendido de lo que había pasado. Quería hablar con ella, decirle que… que no se arrepentía, que la quería y que no tuviera miedo. Pero Annie caminaba descendiendo la colina lo más rápido que daban sus piernas, aunque Bill, por ser un chico, era más rápido así que la alcanzó tomándole un brazo. 

—Annie, espera… espera —habló algo agitado, pero ella no lo miraba. 

—Suéltame Bella, debo regresar a casa, de seguro mi mamá está molesta. —Se liberó de su agarre y sus pies resbalaron con el barro que la lluvia causó, haciendo que ella cayera de trasero y luego se deslizara colina abajo, gritando desesperada. 

Más abajo, un pequeño riachuelo la esperaba. Había mucha vegetación, así que pasando un poco algunas flores, terminó dentro del pequeño riachuelo. 

Bill bajaba apurado mirando aquello, tratando de evitar la risa, aunque estaba preocupado, sabía que Annie era algo delicada, aquella caída quizá la habría rasguñado. 

Annie estaba tan avergonzada que, sentada en plena agua, no se movía de ahí, agitada respiraba tratando de sacar plantas de su cabeza y de su blusa, tanto lodo que tenía encima. 


Bill llegó donde ella y metió sus pies, con todo y zapatillas, a aquel pequeño río para alcanzar a su amiga. 

—Annie… Annie… —decía hasta llegar cerca de ella. 

—Déjame aquí. —Ella no quería verlo, se sentía fatal, su día había sido mierda y ahora terminaba en un río llena de barro, se había resignado. 

—¿Te quedarás ahí hasta que anochezca? Vamos, salgamos de aquí. —Le extendió su mano y Annie se la tomó, total, qué más daba, Bella era su mejor amiga. 

Annie trataba de no mirar a su amiga a los ojos, estaba bastante nerviosa y lo único que quería era regresar a casa. Al tomar la mano de Bella y escucharla reír un poquito, se sintió avergonzada, así que con su pierna, mientras se levantaba, la enredó en la pierna de Bella haciendo que se cayera estrepitosamente dentro del agua. 

Ahora “ambas” estaban iguales… empapadas en agua y barro. 

Bill no pudo evitar reír a carcajadas ahí sentado en el agua, todo había sido tan estúpidamente divertido. Annie también reía algo más relajada, y luego suspiró esta vez levantándose definitivamente de ahí. Bella la siguió y trató de secarse un poco. Estaban hechas un desastre total. 

—Bella, no sé cómo regresaré así a casa… mi mamá me va a castigar y sabes cómo es ella. —Después de tanto reír caía en cuenta de ese gran detalle. La madre de Annie era un poco histérica, más si se trataba de alguna cosa mala que Annie haya hecho. Bella la miró y extendió una mano, la otra, con un poco de temor se la cogió. 

—¿Vamos primero a mi casa? Allá tengo ropa seca, te presto algo y así regresas a casa seca. —A Annie le pareció buena idea. 

Totalmente mojadas, salieron del riachuelo y luego tomaron el camino en la pradera. Estaba por oscurecer y el atardecer era bellísimo, pero ninguna le prestó atención. Annie se sobaba los brazos tratando de darse calor, mientras que Bill la miraba de vez en cuanto imaginándose qué sería si ella se dejara abrazar por él y si debía hacerlo o no realmente. 

Aquella situación estaba irritándole un poco… ¿por qué simplemente no podía tocarla? Había una especie de barrera en el ambiente y temía mucho romperla. 

Por su parte Annie no podía quitar aquel beso de su cabeza… que gran error había sido, ahora resultaba que había arruinado la amistad con la persona más importante en su vida, ¿cómo volverían a ser las cosas como antes? Qué difícil sería todo partir de ese momento. 

Luego de casi veinte minutos de camino, llegaron a la casa de Bill. Al parecer su mamá estaba ahí porque las luces estaban encendidas. Bill tragó saliva, él no había pedido permiso para salir, rogaba para que no le hiciera alguna escena delante de Annie. 

—Annie, entremos por atrás. —Era buena idea, así podía subir las escaleras directamente a la alcoba de Bill. 

Así lo hicieron. Los labios de Annie titiritaban de frío, aunque Bill también los tenía medio morados porque ya era casi de noche y sus vestimentas estaban húmedas. Subieron sin hacer mucho ruido al segundo piso. Luego, Bill miró a ambos lados del pasillo y cerró su puerta tratando de no ser ruidoso. 

Claro que Simone se había percatado que había entrado a la casa y no lo había hecho solo. Ella no quiso interrumpir nada porque se percató que era Annie, una niña risueña y bastante femenina, ideal modelo para Bella, confiaba que así sea. 

Aunque por su mente no pasaba ni un poco que pudiera aparecer algún romance entre ellos dos, no creía capaz a Bill enamorarse de una chica, le había metido en la cabeza desde muy pequeño que sería esposa de un buen hombre y que así sería feliz. Lo cierto era que cuando Bill fue muy conciente que era un chico, pensó quedarse solo para siempre porque no podía imaginar que alguna chica lo quisiera en semejantes condiciones ambivalentes, y en su mente no estaba la idea tan siquiera de estar con un hombre ni como farsa, ni mucho menos para satisfacer a su madre. 

En la habitación, Bill le pasaba unas toallas y buscaba en su armario alguna ropa decente como para Annie… qué difícil era. Entre tanta ropa extraña que tenía recordó que Simone le compraba algunas muy al estilo de Annie pero que Bill jamás usaba, salvo que su mamá lo amenazara con alguna cosa fuerte, entonces usaba esa ropa, pero por lo general eran muy pocas veces. 

Sacó unos vaqueros y una polera algo floreada y se lo pasó. Annie tomó las prendas y luego miró a los ojos de Bill. 

—Hemm… ¿puedes voltearte? —Primera vez y le pedía eso. Antes simplemente se quitaba la blusa en su delante y hasta vino a su mente que Bella le había visto todo alguna vez. 

—Claro… —Algo avergonzado se dio la vuelta y escuchó cómo la otra se sentaba en su cama y abría sus pantalones para sacárselos, y luego escuchaba cómo se vestía. 

Bill estaba aún mojado de pies a cabeza, pero se había centrado en que Annie estuviera mejor, y ella suspiró. 

—Terminé, ahora tú —Bill volteó y ella le lanzó la toalla—. Estás empapada, te resfriarás si no te quitas esa ropa. —Bill asintió. 

—Pues, ¿puedes darte…? —Antes que terminara la frase, Annie le dio la espalda y Bill desde su posición comenzó a cambiarse. 

Trataba de ser rápido y así fue, en un abrir y cerrar de ojos estaba cambiado con una polera un poco holgada y sobre ésta se colocó un suéter para abrigarse. 

—Creo que debo regresar a casa. Hoy fue un día… ni sé cómo describirlo —sonrió tímida—. Pero gracias Bella, por estar aquí. —Sus mejillas se colorearon un poco y suspiró para luego ponerse en pie, debía irse… 

—Annie —habló antes que avanzara más hacia la puerta para abrirla e irse, Bill tomó con mucha delicadeza su brazo causando un estremecimiento en la otra poniéndose rígida—. Antes que te vayas… yo… —estaba nervioso, pero debía hablar— Quiero decirte que… 

—Lo que pasó allá arriba fue un error mío —habló tajante, matando cualquier acción que el otro pretendía—. Espero y lo tomes así, no quiero perder tu amistad Bella, es importante para mí. 

—Para mí también, pero… —no sabía cómo decirlo. 

—Debo irme, como te dije, hoy no fue un día bueno. —Miró a Bella a los ojos, y le sonrió un poco—. Déjame ir por favor… —Eso le dolió un poco, pero la soltó y ella terminó por salir de su habitación para luego bajar las escaleras rápidamente y salir de la casa. 

Annie corrió desesperada por la pradera ya en oscuras, sentía deseos de llorar y no entendía por qué. Solo quería llegar a su casa, entrar a su cuarto y tirarse en su cama a descargar su corazón… 

Así fue. Sus padres no le cuestionaron nada cuando llegó y ni quiso cenar. Allá en su habitación, lloraba a mares tocándose los labios. Primero Tom le había besado tan rudamente como nunca antes en su vida, se lamentaba por ello, su primer beso había sido con alguien que no merecía la pena. Y luego, estaba el pequeño beso con Bella, casi ni lo recordaba, ¿qué pasaba con ella?, ¿acaso le gustaba Bella? Eso era sumamente incorrecto en su mente… Bella sería su mejor amiga por siempre, así debía ser, así que tomaría distancia, aunque le costara, debía hacerlo. 

*** 

Pasaron algunos días y Simone castigó a Bill unas cuantas veces. Ella sentía que perdía el control sobre él y que con castigo las cosas volverían a ser como antes, pero quizá estaba equivocada, lo único que causaba era que Bill cada vez más pensara en el día de escapar de ahí y liberarse de todo lo que ella había causado en él. Ahora más que nunca se sentía “él” y quería hacérselo saber a Annie alguna vez. Claro, es que ella era su mejor amiga, y le tenía confianza. Pero cuando pudo salir de casa e ir donde Annie, ella no quiso verlo. Eso le hizo sentir muy mal. Regresó a casa totalmente desanimado, se sentía morir. Ella había mandado a decir con su mamá que simplemente no quería verlo sin ningún tipo de explicación. Y dio media vuelta retornando. 

Así pasó un día más. Se sentía tan deprimido, aún buscaba la forma de acercarse a Annie, pero quizá debería buscar la forma de olvidarla. Ella no era para él, quizá ninguna mujer lo sería. 

Aquel día su madre entró a su habitación sin tan siquiera tocar la puerta, le traía algo de ropa, había comprado para su guardarropa después de cansarse de verla usar la misma camiseta y los mismos jeans por casi una semana. 

—¿Qué haces? —Cuestionó Bill bastante incómodo— No puedes entrar a mi cuarto así como si nada. 

—Claro que puedo, te hice un enorme favor, te compré algo de ropa para que dejaras de andar con esos harapos, ni que fuéramos tan pobres Bella, solo tienes que pedirme ropa y te la daré. —El rostro de Bill enrojeció un poco, no de vergüenza, sino de rabia pura, quería gritarle a su madre que lo dejara en paz. 

—No debiste. —Apretó sus puños reprimiéndose en alguna acción violenta—. Quisiera que me dejaras ser lo que soy… 

—Ya hablamos de eso alguna vez, eres mi niña, y eso no cambiará así tú quieras… serás feliz así, Bella. 

—¡No! No hables de la felicidad porque tú me la quitaste… —Simone la miró sorprendida, su hija se rebelaba de esa manera, ella no podía creerlo, se le iba de las manos cada día un poco más. Entonces sacó la llave de su cuarto. 

—Tendré que tomar medidas drásticas para que dejes de hablarme así, soy tu madre Bella y te quiero… —diciendo eso, salió encerrándola con llave. 

Bill gritó, maldijo y hasta la insultó, llamándola mala madre y dudando si tenía corazón o no. 

No sabía por cuanto tiempo se quedaría ahí metido, conociendo a su madre, quizá algunas semanas hasta que él se revindicara y decidiera ponerse algún vestido y sentarse en una silla para que ella le peinara algún lindo peinado de niña. Humillante para él. 

Las horas pasaron y el cielo se oscureció. Estaba recostado en su cama con su pijama y miraba los reflejos que los árboles hacían al interior de su habitación en la penumbra, salvo por la luna que iluminaba esa noche de verano. 

Podía ver siluetas deformes y monstruosas como queriéndole llevar hacia algún lugar y luego escuchó las pisadas de alguien en su jardín. Pensó que era algún animal, se asustó un poco. Pero luego de abrir su ventana no pudo creer quien estaba abajo. Era Annie, en pijama y con sus manos se acariciaba los brazos algo descubiertos, Bill palideció y no supo qué hacer o qué decir. 

—Tenía que verte —dijo ella con la voz casi entrecortada—. Necesitaba pedirte disculpas por ser… por ser tan infantil… —Bill abrió la boca para replicar, pero no sabía qué decirle, la garganta se le había secado y ella seguía ahí abajo mirándolo con interés, había caminado tanto en pijamas hasta llegar a su casa. 

Él terminó por abrir su ventana y ella lo miró expectante de algo, no salían palabras de su boca, pero Annie, tan atrevida como era, se acercó un poco a la pared y empezó a querer subirla. 

—Espera Annie, no, puedes lastimarte… —Empezó a agitarse, lo ideal sería que él bajara por ella, no al revés, pero Annie parecía decidida—. Annie, espera… —Ella dio un mal paso y cayó de su intento de subir, miró a Bill y le sonrió. 

—Subiré Bella, subiré por ti... 

Había tantas cosas que le podían hacer sentir una chica, pero si se trataba de Annie, él las pasaba todas, como sentirse un poco Julieta arriba en su balcón y verla a ella internar ir por él…

Los papeles se invirtieron un poco, pero veremos qué es lo que annie tiene que decirle<3 Besos a todos.

8 comentarios:

  1. Por un momento pensé que Bill se pelearía con su madre y se iría de casa...
    :O que incomoda situación entre Annie y Bill... ya quiero saber como se da cuenta Annie que Bella es un él... :S como ira a reaccionar? :S

    Cuidate! küsse!
    Criis.

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    1. hallo <3 aún tiene 15, es difícil que se vaya de casa al menos tan pronto, pero ganas de pelear con su madre no faltarán.
      En el próximo capítulo se descubrirá la verdad, ya verás *o*

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  2. Ya quiero que Bella le diga que es BIlLL!!!!! Muy muy emocionante *---*

    Saludos <3

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    1. jijiji pronto se lo dirá *o* enel siguiente capítulo.
      Besos <3

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  3. ya ke le diga ke no es "ella" si no "el" ... :3 ...y tambien k ya se vaya de su casa ke estar con su "intento fallido" de madre ¬¬'...xD...me encanta!! ^^...Gracias!! ^^.. espro el proximo!! ;D .. SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!!! <3

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    1. jojojo todos quieren que la verdad sea descubierta, pronto subiré lo que sigue. Veremos si logra salir de su casa o no.
      Besos <3

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  4. Awwww me recordó tanto a la pelicula de los dalmatas cuando roger y anita se caen al lago jaja ya se va poniendo romántico, ojalá que las cosas salgan bien entre ellas y su madre no se entrometa más >:[
    Saludos Pink~~

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    1. *o* siii, recuerdo la película, era de mi niñez <3 y awww que linda escena *-* y veremos cómo mejora o no las cosas entre "ellas" hahaha
      besitos *-*

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