viernes, 12 de octubre de 2012

Minino~ 6

Hola a todos, tengan un buen fin de semana *-*

Dos días habían pasado de aquel incidente. 

Simone volvió a recoger a Bill de la escuela, haciéndole sentir patéticamente infantil. Pero ella tenía sospechas extrañas con respecto a la amistad que tenía con Tom.

Había tenido una conversación seria con Bill, intentando saber qué había pasado exactamente aquella vez que entró a la casa lloroso. Pero Bill no le había dicho más que excusas, ella podía percibirlo, así que no insistió, lo descubriría tarde o temprano.

Es que Bill no sabía cómo explicar por lo que había pasado. Él no lloró por pena, era un llanto diferente, uno de emoción, una emoción de saber que a Tom él le gustaba, eso le causaba temor…

Bill no había vuelto a ver a Tom. Cuando estaba en casa, se moría de ansiedad por visitarlo, pero se contenía, tenía temor y algo de vergüenza. Eran sentimientos fuertes que podían dominarlo.

Simone manejaba de regreso a casa junto con él. Ambos en silencio… Bill cruzado de brazos miraba por la ventana. Suspiró.

—Es la quinta vez que suspiras, ¿pasa algo? —se animó a preguntar, mirándolo de soslayo. Bill la miró y negó con la cabeza—. Me estás mintiendo.

—Es que no me pasa nada, ¿qué de extraño tengo hoy?

—Sólo decía… —Simone no quería discutir con él. Tan rápido era adolescente, tenía que meterse eso en la cabeza.

Pasó el tiempo, estaban por llegar a casa y Bill se removía en su asiento, inquieto. 

—Mamá… —Ella volteó a verlo—. ¿Qué tan serio sería si le mostrara a alguien de confianza quién soy realmente? —Simone tragó saliva sonoramente. 

—¿Sabes todo lo que tuve que rogarle a Georg para que se mantuviera callado? Tener en la mente que alguien sabe de ti, tener todo ese estrés que uno de estos días no regreses a casa y vea en las noticias que han encontrado un… ya sabes, ni sé cómo te llamarían… para mí sería un sufrimiento porque eso lo sería para ti. —Bill se entristeció.

—Pero… no veo el sufrimiento para mí; digo, ¿tiene algo de malo tener una cola y orejas como las que tengo?

—No tiene nada de malo… no es eso. Es todo lo que pueden hacerte, estoy segura que te alejarían de mí, y quien sabe. Pienso en ello a cada momento, vivo para ti nada más desde que naciste inesperadamente, desde aquel día mi vida se modificó para tratar de darte una vida digna, como te la mereces, como una persona, porque eso eres, por eso vas a la escuela ahora, y te dejo visitar a los amigos que quieras.

A Bill se le formaron ideas en la cabeza, por alguna razón él quería “libertad” quería poder ser independiente y tener una vida como todos, como la de Tom… 

—No quiero mudarme de aquí. —Simone se angustió—. Quiero vivir en esta ciudad, me agrada, es grande y bonita, y en la escuela me va bien, tengo amigos… bueno, por ahora una amiga. Quiero estudiar fotografía y trabajar en una revista tomando fotos. —Simone estacionó el auto en el aparcamiento que quedaba cerca de su departamento y se quedó pensando con ambas manos puestas en el volante. 

—Es por el vecino, ¿verdad? —Bill enrojeció tratando de que la capucha que traía ocultara también su rostro. No dijo nada, permaneció callado, un tanto nervioso—. Es por él… no sé qué decirte… ¿Te gusta? —Simone palideció, tenía un hijo homosexual… tener que enterarse así tan pronto, como todo en la vida de su hijo, de todas maneras la decepcionó.

—No…—apenas dijo.

—Entendería si te gustara —quiso comprenderlo—. Es guapo y todo, parece buen tipo aunque…

—No lo sé… es que no sé cómo sería si me gustara yo… de esas cosas aún no sé. —Simone rió un poco y lo miró a los ojos, apartando un poco la capucha.

—Mi niño, te entiendo —le sonrió y Bill suspiró—. Pero hablaré con él.

—¡No! —se desesperó.

—¿Cómo que no? De todas maneras… es que, él es mayor que tú, no quiero que se aproveche de ti. —Frunció el ceño—. Nadie debe hacerlo Bill, ten cuidado con esas cosas… ¡Dios! —Su mente trabajaba cada tragedia. ¿Y si se aprovechaba de su hijo, de su inocencia? ¿Y si lo violaba él u otros? Vio cuán débil podría ser su Bill… y supo que debía hablar con él seriamente de temas sexuales. No creyó que tan pronto sería, pero su hijo ya era jovencito.

—De aquí a tres años más seré de su edad… ¿de qué te preocupas?

—Me preocupa lo que pueda acontecerte, sea con él o con algún otro tipo o tipa que se te cruce en el camino.

—¡Como si fuera fácil querer a alguien que no es humano! —gritó casi molesto.

—Eres humano Bill, que nadie diga lo contrario, y es fácil quererte. —Bill lucía frustrado. Era cada vez más frecuente alguna rabieta de adolescente, él no podía evitar cuestionarse ciertas cosas y Simone debía comprender por las etapas que estaba pasando. 

—No lo es… nunca podré mostrarme como soy porque… —Tragó saliva— cuando me vean así, con esto que tengo, se horrorizarán… —Su garganta se cerró, iba a llorar, pero su orgullo gatuno salió y prefirió girar su rostro, mirando hacia un lado, hacia la ventana y ahí quedarse. Simone suspiró resignada, ¿qué decirle?

—Eres especial.

—¡Ese es el problema! No quiero serlo… —Simone apoyó su cabeza en el volante y empezó a golpeársela hasta que Bill giró para verla—. No hagas eso. —Le codeó y Simone asintió.

—¿Bajamos? Hoy quiero hacer miles de galletas para ti, aún tengo energía.

Y así fue. Tener una madre joven era divertido, pero tener una vida aparentemente corta no. Aunque nada le faltaba, el hecho de sentirse único en todo el mundo, le causaba melancolía…

Las horas pasaron y comieron muchas galletas de diferentes sabores, con algo de leche claro. Y Luego Simone fue a descansar, era temprano, pero hacer galletas la había cansado.

Como cada noche, Bill no podía dormir. Así que abrió la ventana de su habitación miró hacia abajo, no había nadie, solo una pequeña calle que separaba su condominio de otro, y se dejó caer… Hace algunos años atrás lo hacía, aunque una vez casi se fractura una pierna. Pero ahora era alto y fuerte, sabía que si caía sería de pie y nada malo le pasaría. 

Llegó al suelo en sus cuatro extremidades después de pasar los seis pisos que tenía aquel edificio. Se levantó estirándose, haciendo sonar sus brazos, le había dolido un poco, se acomodó la capucha que se le había movido y metió su cola debajo de su polera, enredándola alrededor de su cintura. Cuando saltaba la necesitaba para mantener su equilibrio. 

Se cercioró de que nadie lo haya visto, y así fue. Caminó por aquel callejón y salió hacia la avenida principal. Esta vez no entraría a un supermercado, prefirió solo caminar.

No pasó ni cinco minutos hasta que sus orejas se percataron de una voz bastante conocida. Grave y armoniosa y su risa agradable y pícara. Era Tom, que al parecer caminaba por algún lugar, miró a todos lados buscando su voz, pero no lo veía.

De verdad estoy cansado… —Habían otras voces más que él no conocía, pero la de Tom, era inigualable—. Candy, puedo llevarte a casa, no hay problema con eso. —Siguió su voz y volteó una esquina, cerca al aparcamiento de autos, estaba el auto de Tom, un Ferrari plomo muy elegante. Bill se pegó a la pared para no ser visto, había una chica en el auto, una rubia de cabello ensortijado y de voz muy chillona.

Quería pasar la noche contigo, ¿para qué me traes entonces? ¿No era evidente? —agudizó su vista hasta mirar en el interior del auto, la expresión de molestia que tenía Tom, jamás lo había visto así antes, y esa chica, parecía estar molesta también. 

Me dijiste que querías las fotos para hoy, pues a eso vinimos… —Suspiró resignado—. Pensé que era lógico. —La chica se incomodó un poco, pero se le acercó. Bill cerró sus ojos, tenía miedo de ver lo que pasaría ahí, tenía mucho miedo de que algo le doliera, y así pasó… al abrir sus ojos, después de no escuchar nada, los vio besándose en los labios, con mucha intensidad, era como si ella le comiera la boca a Tom y éste con los ojos cerrados se dejaba hacer…

Vamos arriba… —jadeaba ella—. Vamos, como la otra noche, la pasamos muy bien, ¿a qué temes? Humm… —Sonaba tan sexual, Bill se estremeció ante eso, al escuchar la respiración de Tom algo agitada, aún a esa distancia.

Los vio a ambos salir del auto y ella tomada de la mano de Tom, era conducida hacia el departamento… Bill simplemente corrió hacia la nada, escapando de esa escena.

Le había dolido y mucho. Aún no sabía por qué, pero en su mente, aquel beso que le dio a esa chica simplemente le había partido el corazón y… y ni podía imaginar lo que harían allá arriba.

Tom por su parte, estaba entre excitado e incómodo a la vez. Candy era muy hermosa, pero no pasaba de ahí, una cara, un trasero bonito, pero ella en sí, era caprichosa y manipuladora.

Entraron al departamento y ella se le lanzó cual gatita en celo, besándole el cuello, colando sus manos desesperadamente por debajo de la chaqueta que tenía puesto el otro, metiéndolas directamente a su pantalón, tocándole específicamente para tener sexo ahí mismo, estimulándole, besándole, subiéndole la temperatura.

—Candy, Candy…

—Sí… así, gime mi nombre. —Atrapó su boca y le besó intensamente. Ella avanzó de tal manera que entró a su habitación y lo lanzó a la cama—. Quiero a mi novio, ahora… hazme tuya. —Tom jadeó, y la acarició, tratando de que ella no esté sobre él así de demandante, le estresaba un poco.

La recostó sobre su espalda y tomó sus muñecas, aprisionándolas contra la cama, ella jadeaba desesperada por sexo.

—Fóllame, Tom…

—Shhh… Candy, basta. —Frunció el ceño algo intimidado—. Tranquila por un momento. —Ella le puso mala cara, empezó a arreglarse la ropa.

—¿Qué te pasa?

—No quiero sexo hoy… además… —Que difícil—. Nuestra relación se ha vuelto eso nada más, no quiero más de eso…

—¡Qué quieres decir! —Se sentó en la cama terminando de arreglar sus ropas, estaba furiosa y la calentura se le empezó a bajar de golpe—. ¿Estás terminando?

—No quiero tener sexo Candy, no sé qué más quieres de mí, no puedo dártelo ahora… ni dinero porque no tengo lo suficiente para tus gustos, ni mi tiempo porque… si no te has dado cuenta, casi me despiden hoy por andar haciendo cada recado tuyo. —Una cachetada fuerte le impactó en la mejilla.

—¡Marica! ¡Impotente!

Candy se levantó y salió de ahí tan rápido como había entrado…

Tom se sentó en la cama, tratando que se le bajara la temperatura entre excitado y fastidiado… necesitaba descargarse, así que se fue al baño, puso algo de crema en una mano y se bajó la erección que tenía. Tomó una ducha y decidió dormir.

—Mañana será otro día… —se lamentó un poco, se había librado de Candy, pero en realidad se sentía solo.

***

Bill salía de la escuela a eso de las cinco de la tarde. Le había dicho a Simone que lo recogiera porque no tenía la más mínima intención de regresar con Tom a casa.

No quería verlo.

Simone estacionó su auto y bajó de él, caminó rumbo a la puerta de la escuela a esperarlo.

—Hola —saludó Tom con una sonrisa, ella se sorprendió de verlo ahí también—. Pensé que no podrías recogerlo, por eso vine por él. —Ella lo miró sospechosa y se cruzó de brazos.

—Hola… bueno, él me dijo que le recoja hoy…

—Humm… —No sabía qué decirle, así había acordado con Bill la última vez que lo había visto, pero al parecer él creía haber llegado tarde, por eso cuando lo recogía, no lo encontraba, entonces esta vez decidió ir más temprano—. Puedo regresar a casa y buscarlo allá.

Simone, a ella le molestaba un poco su actitud, aunque Tom le simpatizaba, no veía por qué tanto interés en su Bill.

—¿Qué tanto con Bill? —fue directa. Tom carraspeó un poco, pero trató de ser amable con ella.

—Simone… —Le canturreó—. ¿Por qué esa cara conmigo? Ya te expliqué que soy su amigo, ya sabes, él necesita uno, tú como su hermana mayor, pues… no podrías entenderlo como yo. —Ella suspiró resignada, él tenía razón. Pero le achinó los ojos, siendo desconfiada.

—¿No querrás aprovecharte de mi hermanito? —Alzó un poco la voz y Tom retrocedió un poco, alzando un poco las manos, tratando de calmarla, rió nervioso y hasta se sonrojó ligeramente.

—Oh, no, a mí me gustas las chicas, como tú, las chicas simpáticas, cómo crees que podría aprovecharme de un chico. —Tragó saliva, bastante nervioso recordando que le había besado en el cuello noches anteriores… y que al minino le había encantado tanto como a él…

Bill salía de la escuela, e iba con su amiga Astrid, con la cual se llevaba muy bien, era una buena chica. Ambos reían, trataba de concentrarse en su vida real, y no en todo lo que había pasado la noche anterior, quería olvidar ese episodio. 

Bill pudo divisar a su mamá hablando con Tom, aparentemente hablaban de algo gracioso, pues hasta reían. Sintió algo golpearle el estómago, una sensación de suma incomodidad, no quería ver a Tom, menos a buscándole… al parecer, interesándose en él con esa actitud de irlo a recoger.

—Tu amigo, está allá con una chica —le dijo Astrid dándose cuenta.

—Sí… la chica es mi hermana Simone, con ella me iré hoy.

—Entonces nos vemos mañana. —Ella parecía ilusionada—. Te quiero Bill, gracias por siempre estar cerca de mí… —Bill le sonrió suspirando, ella era muy buena. 

—Gracias a ti, mañana nos vemos. —Se le acercó y ella atrevida le besó cerca de sus labios otra vez, Bill enrojeció. No era la primera vez que hacía eso, al parecer a ella le interesaba, eso lo emocionaba, pero no estaba seguro… Sea como sea, no se lo diría a Tom, ni le pediría consejos de cómo conquistar a una chica, eso había sido un grave error.

¿Ahora con quien regresaba a casa? Caminó resignado, y bastante nervioso hacia aquellas dos personas importantes para él… moría de nervios por no saber qué decirles.

—Hola —dijo a penas estuvo cerca, ambos lo miraron y le sonrieron.

—Hola Bill. —habló Tom.

—Vamos Bill —dijo segura Simone.

Los tres caminaron juntos hacia el aparcamiento de autos ¿Con cuál de los dos regresar? Trató de no mirar a Tom a los ojos, le ponía nervioso, pero Tom se le acercó y tomó su brazo.

—Minino… ¿pasa algo? —Había notado su tristeza, pero Bill se agitó un poco—. ¿Podemos hablar cuando lleguemos a casa? —Sintió a Bill tensarse un poco. Simone vio de reojo algo preocupada, pero no intervino—. Minino… —El silencio de Bill le dolía.

—¡Suéltame! —Echó a andar rápidamente. Tom se detuvo extrañado.

—¿Qué le pasa? —preguntó a Simone, ella también estaba extrañada y aceleró el pasó para ir con Bill.

—No lo sé…—Ella no lo sabía en realidad, pero sospechaba

—Algo le hiciste, estoy segura de eso.

Tom se sentía más culpable, no debió tocarlo, ¡no debió! 

Regresando a casa, Bill no dijo nada, por más que Simone preguntó hasta el cansancio qué le pasaba, si podía hablar con Tom, si podía hacerle entender ciertas cosas, pero Bill se cerró.

Tom manejaba a casa, totalmente decepcionado, arrepentido y no sabía cómo arreglar lo acontecido.

Los tres llegaron a casa y por coincidencias de la vida se encontraron en el ascensor al mismo tiempo.

—Bill —llamó Tom algo preocupado. Simone lo miraba retadoramente, pero Tom era arriesgado—. ¿Puedo hablar contigo en privado?

—¡Hey! —chillo Simone. Bill se había puesto la capucha de una manera que ninguno podía ver sus expresiones. Estaba angustiado y trató de pegarse más a quien le brindaba seguridad en ese momento: Simone. 

—Simone, por favor —pidió Tom. El ascensor de abrió y los tres salieron, pero Tom tenía un nudo en la garganta por la actitud de Bill, tan fría con él. Así que se adelantó y lo tomó del brazo otra vez —¿Por favor? —suplicó intentando verle a los ojos, pero no podía, Bill agachó la cabeza y Simone fue con él tomándole del otro brazo.

—Suéltalo —dijo algo molesta.

—Deja de defenderlo como si fuera un niño, como si fuera tu hijo, juro que no le haré daño. —Bill se mordía el labio, empezaba a salirse de control todo—. Bill… —llamó otra vez y al fin alzó la cabeza mirándolo con rabia. 

—No me toques. —Alzó su brazo y ¡zas!… le metió un zarpazo en la mejilla.

Salió de la nada, de su instinto gatuno y un hilo de sangre salía del rasguño en la mejilla.

Simone enmudeció, pero rápidamente empezó a abrir la puerta de su departamento. 

Tom le miraba anonadado, con una mano en la herida que tenía y puso ver una lágrima de Bill bajando por su mejilla.

—Bill… —Pero Bill le dio la espalda adentrándose en la casa.

Tom retrocedió, se metió en la suya, y el nudo en su garganta se volvió un llanto de rabia… había perdido a quien él consideraba un buen amigo, alguien muy importante.

Casimir fue con él intentando consolarlo. Tom lo abrazó, su única compañía y ahí se quedó, sentado en el sofá hasta sentirse algo adormecido.

Bill se encerró en su habitación, no podía explicar a Simone por lo que estaba pasando, ni él mismo lo entendía. Pero aquel beso con esa mujer no salía de su mente, ni todo lo que había llorado caminando por las calles desoladas toda la noche sintiéndose miserable.

Alguien tenía que pagarlo de alguna manera, así que ese alguien fue el mismo causante del dolor principal, el del amor…

Dolor del amor, el pequeño Minino~ está enamorado u_u Veremos qué más pasa...

14 comentarios:

  1. Ouuuuu!!! el minino esta enamorado! >_< pobre u.u al menos Tom se libro de Candy, uff!! quiero ver que pasa en el siguiente, actualiza pronto porfissssss!!

    saludes para ti..

    Meoww!! :"3

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    1. meoww <3 sí, está enamorado... veremos si es correspondido o no o de qué forma.
      Besos <3 no creas que se libró del todo de candy D:

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  2. Awww pobre Minino enamoradoooo T.T snif snif

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  3. awww :)...el gatito esta enamorado!! <3 ..x3 ..ke tierno!! *w* ...me encanta!! :3 ...espero ke se contenten pronto esos dos ^^ ...Gracias!!! ;D ...espero el proximo!! ;) ...SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!!! <3

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    1. :* hallo <3 sí, está enamorado quizá por primera vez en su corta vida, veremos si con Tom logra conocer ese amor que tanto necesita
      besitos *o*

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  4. Mi-Mi- minino!!! *-* dolor de amor!!! ='( buaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!!!

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    1. si u_u dolor de amor nfn veremos qué más pasa~
      besitos<3

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  5. Pain of love... me recordaste esa canción con lo último que dijiste :33'.!

    Candy ella se le lanzó cual gatita en celo >____< la odie *nn*'.!

    Y el pequeño minino este celoso :SS.

    Buen capitulo Pink :33'.!

    Espero estes bien :33'.!

    Atte: July Ü'.!

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    1. Ahora que lo pienso, este capítulo se llamaba así, pain of love.
      Candy es odiable xdd pronto subiré el que sigue
      besitos <3

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  6. :O pobre mininooo! sufre :(
    tan lindo e inocente que es, apenas empieza a experimentar con el amor y ya salio herido :(
    espero Tom no se rinda y haga algo para remediar la situación...
    :D ya quiero leer mas de minino!! :D lo amo :3 aww mas que me imagino la combinación de Bill con un gatito :3 y se me hace muy adorable... (increible pensar que Bill puede ser mas adorable de lo que ya es xD)

    Cuidate! küsses!
    Criis.

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    1. si u_u sufre... por amor. Veremos qué hará Tom. Y >w< cuando lo imagino se me hace tan tierno con su colita y orejitas~
      Besos <3 <3

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  7. Todo va bien kon Minino bueno, es un decir, Simone tiene miedo de ke Thomas abuse de su hijito :C ambos se sienten atraidos,más dsps del beso de Thomas en el kuello, aunque para el gatito todo es konfuso :/ Y ahora ve al rastudo kon esa zorra buscona y kalenturienta !!! Fuck!(perdón) Y se siente kon el korazón estrujado y triste!!! :'C (estoy leyendo ES MI PREFERIDOOO, kreo ke lo sabes)besitos Lily :) ♥

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    1. hallo <3 sí sé que es tu preferido y aún me emociono con el regalito sexy que me diste *.* <3veremos cómo evoluciona esta historia
      besos <3

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