Hola a todos *-* Vaya, no pensé que se atreverían a leer un hetero n_n gracias por los comentarios y por eso decidí traer el siguiente capítulo.
Algunas semanas habían pasado desde su cumpleaños. Resultó que en la noche su mamá le había preparado una fiesta sorpresa, se supone que debía usar el vestido y portarse elegante. Pero Bella escapó, así de simple. Se percató del ambiente y de las intenciones de su madre. Entonces, armándose de valor, se internó en el bosque toda la noche. Y claro, al regresar al día siguiente, recibió un castigo severo. ¿Realmente debía regresar? Se hacía esa pregunta, pero no había otro lugar a donde ir.
Estaba en casa de Annie como siempre, aunque sabía que su mamá la había castigado justamente sin salir un mes, no podía evitar visitarla, total, era su mejor amiga, su propia mamá así lo había deseado y Bella no podía evitarlo.
—¿Qué tanto te arreglas? —preguntó cuando estaba arriba en su habitación. Annie le daba la espalda mirando hacia el espejo mientras Bella estaba sentada en su cama.
—Bella, ¿me harías un enorme favor? —Se dio la vuelta y la miró—. Pues, le dije a Tom para salir hoy…
—¡Qué! —Annie estaba algo sonrojada.
—Bueno, en realidad él me pidió salir, pero no sé… ya sabes, estas cosas me ponen nerviosa, ¿qué harías tú? —Bill estaba algo molesto, no pensó que ella aceptaría salir con alguien como Tom. Se cruzó de brazos y empezó a pensar.
—Pues, simplemente no saldría con él, menos con Tom específicamente…
Se puso a pensar si podría salir con algún chico. Cuando era niño, a veces se imaginaba como las jovencitas al lado de un joven apuesto y eso las hacían felices. Pero él nunca lo vio como felicidad, estaba cada vez más claro que no le gustaban los chicos por más chica que parecía.
Annie se le acercó algo nerviosa y se sentó a su lado. Estaba usando un blusa escotada, tenía su hermoso cabello largo hecho un moño, por lo tanto lucía un largo cuello, tenía puesto unos vaqueros ajustados, se veía muy provocativa lo cual no pasaba desapercibido por Bill, quien vestía una simple polera blanca con unos jeans azules, tenía el cabello suelto y liso, y esta vez se había delineado un poco los ojos, Annie le hacía recordar usar su regalo, él no podía negarse.
Annie suspiró algo nerviosa, y le miró.
—Bella… —hizo un puchero—. ¿Y si no le gusto?
—¿Quieres gustarle? —Abrió los ojos sorprendido.
—Bueno, él me agrada… ¿nunca te ha gustado un chico? —Bella pestañeó varias veces y evitó la mirada, era evidente que eso le molestaba.
—No me gusta ninguno… —Hubo un silencio algo incómodo—. Pero entiendo que te guste Tom.
—Sí, aunque, solo físicamente, por ahora, ni lo conozco, ¿cómo te parece? —Bill sonrió de lado, ¿que cómo le parecía ese chico?
—Pues, la verdad, es bastante petulante, ¿lo has visto? Cree que puede tener a todas las chicas del mundo, y algunas tontitas caen, luego él las deja y busca otra, así sucesivamente, eso pienso de él, que es un patán —Annie lo miró algo desilusionada.
—Waa… me quitaste las ganas de salir.
—Además, mira cómo quieres salir Annie. —Miró su escote—. Con semejante chica linda, ¿cómo no va a querer aprovecharse? —Ella se compungió ahí sentada. Bill la abrazó.
—Pero tengo curiosidad, Bella, ¿me ayudarías?
—¿Ayudarte? ¿A qué?
—A… ¿podrías estar cerca? Solo si tú quieres… me refiero a… a si puedes vigilarnos. No sé dónde me llevará y está por llegar. —Miró el reloj de su habitación, pronto tocaría la puerta para su ansiada cita.
Bill, ahí sentado, suspiró resignado y asintió ante la atenta mirada de Annie, quien se emocionó por ese sacrificio de su mejor amiga y le abrazó, llenando de besos sus mejillas que poco a poco se colorearon, avergonzándose un poco por tanto desborde de cariño inesperado.
—Annie… basta.
—Jijiji, gracias Bella, eres la mejor amiga que jamás he podido tener. —Bella le sonrió a su amiga emocionada, y luego su mirada descendió sin querer a esos pechos algo descubiertos que podían notarse por el semejante escote que tenía.
—Pero cámbiate esa blusa, o no hay trato. —Annie, quien tenía ambos brazos sobre los hombros de Bella, se le quedó mirando tratando de entender su punto.
—¿Crees que no estoy decente? —Bella le sonrió.
—No, estás muy atrevida, así que cámbiate por otra blusa mejor.
Annie fue a su ropero, y de espaldas a Bella, se quitó la blusa, le obedeció, y seleccionando una mucho más recatada, se la puso.
Bill, desde su asiento, intentaba concentrarse en alguna otra cosa que no sea en la espalda desnuda de su mejor amiga. Suspiraba, intentando no pensar en los nervios que sentía al mirar de vez en cuando de reojo y luego cerrarlos, o pestañear seguido moviendo una pierna de lo ansioso que estaba.
—¿Qué tal esta? —Se dio la vuelta y le mostró una blusa blanca ceñida pero no escotada que le tallaba muy bien su fina silueta.
—Está genial, muy linda —le sonrió—. ¿A qué hora vendrá?
—En este instante supuestamente.
No esperaron ni cinco minutos cuando la madre de Annie avisó que alguien llamaba la puerta, así que ambas “chicas” salieron de la habitación, una más entusiasmada que la “otra”.
Ya abajo, Tom esperaba en la puerta. Un chico bastante apuesto, de mirada pícara, y rastas en su cabeza, uno de los chicos más populares del condado. Aunque tenía dieciséis años, poseía la fama de ser todo un casanova. Pero eso no lo sabía la madre de Annie, quien al ver que su hija saldría con un apuesto jovencito, simplemente la dejó.
Annie lo saludó bastante emocionada, y luego Bella evitó el saludo del besito en la mejilla, tratando de no parecer descortés tuvo que sonreír risueña a cada rato, a la fuerza.
Los tres salieron, y tal como era el plan, Bill los seguiría sin que ellos se dieran cuenta, solo para cuidar a Annie de que nada malo le pasara.
Vio a la pareja caminar por el sendero que llevaba al pueblo principal, y ahí de seguro, Tom la llevaría por algún helado, o a ver una película, quién sabe dónde.
Bill seguía disimulado con un dolor extraño en el vientre por verlos así de cerca. Se suponía que era su amiga, pero la idea de que tuviera una relación con Tom, le molestaba mucho, y hasta pensó que si Tom hubiera sido un buen tipo, igual sería su fastidio. Su molestia no era porque Tom sea un patán, era porque estaba cerca de Annie…
La pareja llegó al pueblo y Bill se ocultó detrás de algunos autos que estaban estacionados en una calle. Efectivamente, la llevaría por un helado. Con el ardiente verano, era ideal.
En aquella heladería, Annie, estaba nerviosa por no saber cómo mantener una conversación “normal” con el chico de mirada provocativa, jugaba con su piercing en su labio inferior y la miraba comer un helado de vainilla.
—Está muy bueno, gracias Tom.
—De nada hermosura, te mereces esto y más. —Ella se sonrojó un poco—. ¿Qué me dices de ir a mi casa? No vayas a pensar mal —rió con una risa suave—, es que allá tengo mi guitarra, y me dices que te gusta cantar, ¿te parece si hacemos algo de música? —A ella le pareció genial esa idea, aunque por otra parte se sintió más nerviosa por tener que entrar en casa de un chico.
—Bueno, solo si… si es un momento. —Él le sonrió provocativamente, casi relamiéndose los labios.
—Claro muñeca, ¿vamos?
Y así fue… Caminaron por el pueblo hasta llegar a una casa que estaba cerca de un bosque muy bonito. Ambos entraron, Annie podía percibir que hacía mal, pero no sabía cómo decirle eso, temía que se decepcionara de su inocencia, que la tomara como una niña, y ella hace mucho no quería ser tratada como tal.
Ya dentro de la casa, se sentó en el sofá de su sala. Ella trataba de escuchar si había alguna otra persona en ese lugar. Pero no, al parecer no había nadie, entonces, ahí sentada, empezó a mirar a todas partes mientras esperaba a Tom quien había ido por su guitarra.
Cuando éste regresó, se sentó a su lado y tomó su pierna acariciándola hasta que ella se ruborizó.
—Bien, ¿qué quieres cantar? Yo toco de todo. —Aún no dejaba de tocar su pierna a lo que ella retrocedió un poco para evitar ese contacto algo íntimo.
—No lo sé… alguna conocida… —Tom sonrió y empezó a tocar.
Lo cierto era que Annie estaba tan nerviosa que dudaba poder cantar sin que le temblara la voz, y Tom… él solo hacía eso para “ablandar el terreno”. Annie le gustaba y mucho, no iba a esperar un “no” por respuesta. Pero iría lento, lo que para él significaba lento: esperar algunos minutos nada más.
Por oro lado, Bill esperaba afuera de la casa detrás de algunos arbustos. Estaba muy enfadado, pero no con Annie, estaba molesto con Tom porque él pudo percibir sus intenciones, hasta se las imaginó. Temía por Annie, pero simplemente no podía hacer nada.
Miró hacia el cielo, los rayos del sol se ocultaban bajo algunas nubes espesas que le indicaban que quizá llovería, una lluvia en verano después de un calor abrasador, era lo ideal, aunque precisamente en ese momento, no lo deseaba.
Su mente tramaba una serie de ideas de cómo sacar a Annie de ahí, estaba casi convencido que algo malo podría pasarle. No debió dejarla salir con él, debió haber hecho algo para impedirlo. Pero ya era tarde.
Pasó casi media hora y Tom estaba algo ansioso. Haber tocado la guitarra para que Annie cantara algo, no había sido buena idea. La niña estaba algo asustada, entonces él dejó de lado su guitarra y acercándose, pasó uno de sus brazos por los hombros de ella. Annie se puso muy nerviosa pero no encontraba las palabras para decirle que no quería hacer nada indebido. Aunque por un lado, Tom estaba tan provocativo, era realmente muy guapo, y su manera de tratar era a base de halagos y palabras bonitas. Annie se sintió algo acorralada entre lo que quería y lo que debía hacer…
—Annie, ¿alguien te ha dicho alguna vez que tus ojos son preciosos? —Tenía su rostro cerca de ella, y solo pudo encogerse más en el asiento sonriéndole tímidamente y suspirando, tratando de no estar nerviosa.
—Pues, en realidad no… —Terminando de decir aquello, los labios de Tom fueron sobre los suyos, y la besó, algo más que un beso tímido.
Annie se agitó un poco, tratando de alejar a Tom, pero no pudo. Aquel beso fue excitante para ella, no podía negar ese hecho, aunque se sentía muy incómoda por dejarse así nada más y no tener el control sobre ello.
Sus manos perdieron fuerza y dejó que Tom tomara el control total de ella. Trató de relajarse y permitirle que la besara un poco más, lo estaba disfrutando. Pero no esperó que Tom le tocara las piernas y subiera sus manos hasta sus pechos. Eso la asustó un poco y se removió algo desesperada, pero Tom era más fuerte, y con el peso de su cuerpo la recostó en el sofá, entonces Annie pudo imaginar que si no paraba aquello, quizá perdería su virginidad ahí mismo con un hombre que no conocía muy bien por más apuesto que él sea.
—Tom… ahh… espera, espera —logró decir cuando dejó de besarla en los labios para luego bajar un poco y besarle rudamente en el cuello—. No quiero…
—Tú quieres preciosa, tú quieres… seré gentil, no dolerá, lo juro. —Abrió los ojos asustada y casi gritó tratando de levantarse—. Shh, no grites —La miró molesto—. Ni que te estuviera violando.
—Quiero irme… déjame —Estaba asustada, ella no pensó que Tom sería así de directo en todo.
Él no la dejó ir, tomando de sus brazos la detuvo y presionó su cuerpo entre sus piernas haciendo que las abra más, ahora sí, ella estaba aterrada. Y como lo estaba, logró mover su cuerpo de tal forma que terminó por botar a Tom al suelo, aprovechando ella, con el cuerpo tembloroso, correr hacia la puerta de la casa y salir lo más rápido que dieron sus piernas.
Afuera estaba lloviendo y corrió sin rumbo buscando algún lugar en dónde esconderse y sentirse a salvo para poder regresar a casa.
Mientras tanto, Bill se percató que ella había salido así, con su cabello hecho un desastre y que corría cerca del bosque, adentrándose en él. La notó desesperada y no dudó en seguirla.
—¡Annie! —Gritó algo desesperado, ella seguía corriendo hasta que se detuvo al ver a su amiga llamándola—. Estoy aquí… —Annie corrió a sus brazos totalmente desesperada y avergonzada por lo que había pasado.
—No quise Bella, no quise nada de lo que casi pasa. —Empezó a llorar en sus brazos, totalmente angustiada, y casi ni podía mirar a Bella a los ojos, se sentía fatal y muy tonta. Bella la abrazaba consolándola.
—Entiendo, no es tu culpa… no llores así. —Pasó la yema de sus dedos por su lloroso rostro, y luego la volvió a abrazar—. Ese me las paga —dijo entre dientes.
—Gracias por esperarme… pensé que no estarías, quiero ir a casa, no me siento bien —titiritaba de frío y por el llanto, se sentía humillada, pero en los brazos de su amiga, logró encontrar cariño y sobretodo apoyo.
La lluvia empezó a ser intensa haciendo que sus ropas se pegaran al cuerpo por lo mojadas que estaban.
Bill empezó a sentirse bastante incómodo; uno, por tener que verle el cuerpo de esa manera a su amiga; y dos, porque ella se percataría que él no tenía nada que lo haga como chica… carecía de pechos porque era un chico. Pero Annie estaba aún nerviosa, que poco le importó notar que detrás de la camiseta de Bella se delineaba un torso masculino.
Caminaron de la mano por el bosque, cortando camino para llegar a sus casas, pasando una colina para no tener que ir por el pueblo en semejantes condiciones. Annie no dejaba de estar junto a Bella, descubrió que sin “ella” las cosas serían distintas y catastróficas.
—Bella, ni sé cómo agradecerte, eres más que una mejor amiga, eres… —La miró tratando de buscar alguna palabra en su corazón—, eres la persona que más quiero —diciendo esto agachó la cabeza pensando en sus palabras y lo íntimas que habían sonado.
Bill la miró y se detuvieron cerca de un arrollo arriba en la colina, debían de bajar y llegar a casa. Pero no quería apresurar el paso después de lo que Annie le había dicho, así que con el corazón bombeando a mil, tomó su rostro y la besó cerca de sus labios quedándose quieto ahí en la comisura de sus labios esperando alguna reacción de Annie, ella algo asustada, no se movió, esperó que Bella hiciera algo, pero no hubo movimiento alguno, Annie tomó su cintura y la pegó más a ella… entonces Bill se separó para esta vez besarla en sus labios.
Annie se sintió confundida, absolutamente confundida… a ella no le gustaban las chicas, ninguna chica le había gustado en la vida, y mientras pensaba, no podía aceptar que Bella le podía gustar, pero simplemente la quería… y eso era más fuerte que saber que, aparentemente, Bella era una chica.
Pero, estaba equivocada…
¿Qué pasará entre las dos? ¿Podrá Annie darse cuenta? Pronto se verá... Besos a todos :*
jamas pensé que Bill dijera cosas feas de Tom...
ResponderEliminarTom, ni en un fic hetero se comporta, es mas... salio mucho peor vv
y pues.. aaah! que emoción! beeso!! xD
no pensé que hubiera beso tan pronto...
Annie es lesbiana!! Ok no... xD
estoy ansiosa por saber como se descubre todo
Cuidate! küsses!
Criis.
Hallo <3 jijii lo entiendo, es la costujmbre de leer fics twincest :3
EliminarAnnie no es lesbiana XD pero bueno, ella también se cuestionará eso... veremos qué más pasa.
Besos :*
Me encanta esta historia c:
ResponderEliminarincluso aunque sea hetero y no sea a lo que estoy acostumbrada, de vez en cuando también esta bien leer algo más de chicas, aunque estas no lo sean del todo, (al menos no Bella)c:
Besos Chica Pink~
Cuidate!
*-* no sabes lo mucho que me alegra que pienses eso *-* wuiii y sí, esto salió medio raro, pero bueno :3 por los capítulos finales ya no se ve mucho del Bill/Bella chica xd
Eliminarbesitos <3
Me gusto mucho pink, primera vez que leo un hetero jeje :) Siiiiii! Quiero que Ani descrubra que Bella es Bill *--* Que emoción, ajajajja pobre Tom, lo dejaron con ganas lero lero xD
ResponderEliminarHallo <3 qué feliz me haces *-* y que no me hagan bulling por esto *-* pues pronto se verá cómo lo descubre~
EliminarTom creo que no volverá a pasar xdd
Besos :*
me esta gustando mucho esta historia :3 .... yo leo de todo un poco y ay algunas ke me llaman la atencion desde el primer capitulo .... y esta es una de ellas ;) ... asi ke puedo decir ke me encanta!! ;D .. espero el proximo :D ... solo espero ke Tom no vuelva hacer lo ke hiso ¬¬' ...jeje xD ..SALUDOS BESOS Y APAPACHOS !! ;3 ..
ResponderEliminarmuchas gracias por esa disposición a leer de todo *-*!!!! y sobre Tom, pues creo que es el único capítulo en donde aparecerá :/ veremos en qué desemboca esta pequeña historia.
EliminarBesitos <3