Hola a todos, escribí este fic hetero hace algún tiempo y decidí incluirlo en mi blog. Un abrazo grande a quienes se atreven a leerlo *-* Este primer capítulo se llama "Quinceañera"
Resumen:
Aunque no era como todas, ella era su única amiga, su mejor amiga…
Rated: +16
Categorías: Hetero
Personajes: Bill, Original, Simone, Georg, Tom.
Advertencias: Contenido lésbico, travestismo, Lime.
Género: Romántico, Drama.
Pareja Principal: Bill - Original
Notas de autor: No quiero ofender a nadie con esto, el hecho que sea hetero no quiere decir que me he rebelado o algo semejante, es solo un fic y me gustó hacerlo, fue todo un reto.
Había amanecido. Otro día más empezaba y se removía en la cama, no quería abrir los ojos. Su cuerpo estaba enredado en las sábanas blancas de su cama. Pero el sol entraba por su gran ventana y los sonidos de las avecitas afuera le molestaban un poco. Vivir cerca de un inmenso jardín era agradable, pero a la vez tanta biodiversidad a veces le era molestia.
Se puso boca abajo y uno de sus pies topó de casualidad una caja que yacía sobre su cama. Entonces recordó qué día era… su cumpleaños número quince. Gran fecha.
Suspiró, y el fastidio empezó a incomodarle. Sabía qué podía contener aquella caja. La pateó hasta que escuchó que cayó al piso, pero no podía volver a dormir, así que se levantó sentándose y se arrastró en la cama hasta levantar aquella caja plana con una envoltura rosa pálida y un moño estrepitosamente exagerado, era de suponerse que era de su madre.
—Aishh… —Casi podía imaginar las intensiones de ella—. No puede estar pasando esto —soltó con fina voz.
Con sus delicadas manos, rompió sin cuidado aquella envoltura tan femenina. Dentro de la caja más papeles de tonos pasteles envolvían un delicado vestido, era lila claro y tenía algunos encajes que brillaban. Había una tarjeta adentro que prefirió no leer.
Terminó de levantarse y tomó aquel vestido. No sé lo pondría, no ese día, y quizás nunca.
Salió de su habitación después de haberse aseado y fue a la cocina, esperaba no cruzarse con su mamá, eso sería un buen regalo de cumpleaños, pero al salir y caminar por el pasillo, aún en pijama, la vio.
—Feliz cumpleaños —le dijo ella con una sonrisa—. ¿Te lo probaste? —Negó con la cabeza.
—No debiste gastar ese dinero en algo que no uso, lo sabes… no lo usaré.
—Son tus quince años, es una edad especial, eres una señorita…
—¡Calla! —Se alteró un poco—. No veo la hora de irme de aquí, en serio, al menos por mi cumpleaños, cállate… —Ella se le acercó y le plantó una bofetada. La quinceañera cayó al piso. Su madre aún era más fuerte.
—¡No me alces la voz! ¡Tú eres lo que eres gracias a mí!
Como pudo se levantó del suelo, limpiando sus ropajes. Trató de no mirar a su mamá, quería pasar de ella, aunque lo que había dicho era cierto, “gracias” a ella era quien era.
No olvidaría la mañana de sus quince años.
Vivía con su mamá en un pequeño condado en Haverbeck, Alemania. En aquel lugar había grandes extensiones de granjas y prados, y hasta pequeños bosques que dividían pueblos.
Su mamá era una contadora, y nunca le había hablado de su papá… Realmente no deseaba conocerlo.
Pensar en su vida le traía sentimientos encontrados, se sentía totalmente incomprendido en el mundo.
Caminó fuera de casa, quería escapar de todo, aunque se considerara fuerte, a veces simplemente no podía lidiar con las confusiones en su cabeza, especialmente concerniente a su identidad.
Simone siempre quiso una niña… Desde antes de estar embarazada, tejía pequeños roponcitos rositas, y cuando supo que estaba gestando, pintó una habitación totalmente rosa, con algunas flores y un inmenso arco iris, a su niña no le faltaría nada. Pero el destino no le concedió lo que ella había querido, por el contrario, le nació un bebé varón. ¿Quién no se sentiría feliz por tener un primogénito varón? Quizás muchas, pero Simone no. Y justamente al dar a luz, su carácter cambió por la tremenda desilusión, hasta pensó en darlo en adopción. En ese entonces, el marido que ella tenía, no soportó sus achaques y caprichosos y terminó por abandonarla.
Simone cayó en una depresión y en medio de esta, tramó cosas. Ella quería una niña, pues eso tendría.
Puso a su bebé los ropones que había tejido, y lo ubicó en la cuna con mantas rosas. Sería una niña sí o sí… Y eso le alegraba ya que, en cierta forma, era como rehacer su vida mediante de su “hija”.
El bebé era muy hermoso, así que lo bautizó Bill, pero cambió su nombre a Bella.
—¡Bella! —llamó Annie, su única amiga. Corría por el campo con una canasta de flores en su brazo.
Era muy linda de cabellos largos castaños y ojos café resaltantes, iban a la escuela juntas, aunque ahora en verano, Bella pasaba los días en casa, aburriéndose cada vez más.
Abrazó a su amiga y claro que ella sabía que era su cumpleaños.
—¡Feliz Cumpleaños! ¡Ahora tenemos quince, me alcanzaste! —rió agitada, Bella no dejaba de abrazarla.
—Sí… gracias por acordarte, no sabía que sabías mi cumpleaños.
—Las mejores amigas lo sabemos, ¿soy tu mejor amiga? Eres la mía —Bella le sonrió.
Si había alguien en ese su mundo que la podía entender, sería ella, Annie. Su amistad nació cuando eran niñas, ambas madres de ellas eran amigas, y claro que Simone quería que se relacionara con otras niñas como para que aprendiera a ser una.
Annie no sabía de su secreto. Nadie lo sabía. Incluso él mismo no lo sabía hasta algunos años cuando tenía ocho, en donde se percató que no era una chica a pesar de que lucía como tal. Eso le causó serias molestias con su mamá, pero ella supo cómo manejarlo. Lo llevó a un espejo y le hizo ver su imagen llorosa, sus finas facciones y le preguntó si era un chico. Bill negó con la cabeza, su imagen no lucía como tal… pero por dentro, él sabía que era diferente.
No veía las horas de ser libre de la presión de su madre.
—Tengo algo para ti, ven conmigo… —Tomó su mano y ambas caminaron por el camino de flores de aquella pradera.
Hacía mucho calor, tenían sombreros de paja que las cubría del sol abrasador.
Annie era de usar pequeñas blusas, tenía los hombros descubiertos. Bella por su parte prefería poleras algo anchas con pocos detalles.
—¿Dónde me llevas? No me gustan las sorpresas —rió un poco.
—Pues… quince años son Quince Años, Bella. —Tragó saliva recordando aquel vestido que su madre le había regalado en la mañana, esperaba y no sea algo así.
—Así que me llevas a tu casa. —Vivían a veinte minutos, cruzando una pradera. Ella asintió.
Llegando a la casa, ella le invitó limonada y luego subieron a su habitación. Annie era muy risueña, no paraba de reír de la nada y de muchas cosas.
Allá arriba, abrió las cortinas de su ventana y Bella se sentó en su cama, esperando la sorpresa. Annie sacó una cajita pequeña de uno de sus cajones y se la dio.
—¡Feliz cumpleaños amiga! —Tomó aquello algo entusiasmado y lo abrió.
Polvos de muchos colores y una brocha, un lápiz negro y otro rojo y un espejo incorporado. Abrió los ojos sorprendido.
—¿Qué es esto? —La otra puso los ojos en blanco.
—Es un set de maquillaje, se supone que ahora que tenemos quine años, podemos usarlo. —sonrió risueña—. Mírame, tengo brillo en mis labios y algo de sombra en mis ojos. —Los cerró y luego hizo un puchero que le hizo reír a Bella.
—Humm… —No sabía qué decir… Estaba algo molesto por el atuendo que su mamá le había regalado, habiendo podido invertir ese dinero en algo más útil que en un vestido que jamás usaría. Y ahora Annie le había regalado maquillaje. Pero su reacción con ella fue diferente… Annie le entendía, era su mejor amiga, así que aceptó el presente como algo especial— Gracias, aunque ni sé cómo usar esto, mi cara como que no es para maquillaje.
Annie se emocionó y se sentó a su lado tomando la caja de maquillaje.
—Te enseñaré, tienes un rostro tan bello, por algo te llamas Bella —rió Annie—. Esto te caerá muy bien, déjame ver… —Se le acercó un poco más y Bella retrocedió tomando la mano de la otra que tenía un lápiz negro queriendo atacar uno de sus ojos, qué peligro.
—No, no, espera… —Cerró los ojos y la otra niña se le vino encima, estaba muy juguetona—. Annie, no… —Ella se removía sobre él y éste decidió rendirse, ese tipo de cosas lo ponían bastante nervioso.
Entonces, con ella encima sentada en su vientre, se dejó pintar. Podía sentir primero que delineaba sus ojos, y luego aquel polvo le eran puesto en los párpados. Annie era muy cuidadosa.
—¿Seguro que no pareceré un payaso…?
—Uno no, jijiji, una payasa puede ser —rió aún maquillándolo, y hasta le puso rimel—. Sé que no te gustan mucho estas cosas de vestidos, zapatos altos, pero ya tenemos quince, ¿qué piensas de eso? —Bella suspiró bastante fastidiada… no quería tocar ese tema—. Lo siento…
—Descuida. Pienso que por tener quince justamente no me vestiré como mamá quiere… me siento bien así.
—Eso es bueno, ¿entonces no tendrás una fiesta como la que tuve yo?
—¡Claro que no! —Casi se agitó provocando un pinchazo en su ojo— Auch…
—No te muevas… —trató de relajarse—. Ni que mi fiesta haya sido un desastre, que mal me haces sentir. —Bella se removió un poco y tomó la cintura de su amiga.
—Lo siento, no es eso… me gustó tu fiesta, demasiado, estabas tan bonita con ese vestido, es que todo eso va contigo, conmigo no… aunque… hoy mamá me regaló un vestido. Pero voy a traértelo uno de estos días, de seguro te caerá perfecto.
Annie sonrió, pero sonrió por la creación que había hecho en la cara de su amiga.
—Wow… Bella, tienes que verte, es que… —Se levantó de sobre ella y la jaló de la mano—. Vamos.
Ambas se pararon y caminaron hacia el enorme espejo del ropero de Annie.
—Mírate… —Bella se asustó por un momento… tenía los ojos muy delineados y algo de brillo en sus labios.
No sabía qué pensar ante su propia imagen, debía sentirse muy femenina por tener esas facciones tan finas, pero él no pensaba como una chica y no se sentía como tal.
—Eres tan bonita —dijo la otra abrazándolo por la cintura.
Bella sonrió ante su imagen, todo lo que Annie hiciera con ella podía permitírselo. Todo…
Ambas chicas terminaron recostadas en la cama, mirando el techo. Bella le había regalado un cuadro que pintó una vez, era un paisaje de flores del campo y Annie no vio otro lugar perfecto en donde ponerlo que en el techo de su habitación, así cuando abriera los ojos miraría aquello y sabría lo bonito que es la vida.
—Estoy algo mal… —se quejó la mayor. Bella la miró de reojo—. En mis días, ya sabes, desearía ser hombre. —Rió y eso produjo un ligero sonrojo en Bill, aún no sabía por qué se había sonrojado.
—Espero y te mejores… ha de ser muy molestoso.
—Me sorprende que no te haya venido aún… es raro Bella, se supone que a los trece o catorce a toda chica le viene. —Bella le sonrió tímida.
—Soy afortunada entonces, es genial, espero y nunca me venga… es más, podría decir que no pasará. —Annie rió.
—Que positivismo, pero de esas cosas no se puede escapar. Tarde o temprano te llegará…
—Vamos a ver… —miró hacia el techo, había tantas cosas que por su condición no pasarían en él.
Hubo un silencio algo prolongado y Bella cerró los ojos.
—Bella…
—¿Humm?
—Hemm… no sé cómo lo tomes pero… Tom me invitó a salir —Bella abrió los ojos algo asustada y se giró para mirar a su amiga.
—¿Tom? —La otra asintió.
—Sé que no te cae. la verdad no sé qué siento por él.
—¿Sientes algo por ese…? —Se quedó pensando en alguna definición para ese chico de dieciséis años cuya fama era de tener muchas novias.
—No, no siento nada —rió un poco—. Sabía que reaccionarías así, aún no le he dado una respuesta… —Bella tenía el ceño fruncido de solo imaginar a Annie junto a ese patán.
—Él no te merece, Annie… —Ella se le pegó aún más y puso su cabeza sobre el vientre de Bella.
—Sabes… a veces pienso que si fueras un chico todo sería distinto, todo Bella, pero siempre serás mi mejor amiga.
Bella tenía los ojos muy abiertos, y su corazón empezando a acelerarse. Bajó la mirada y Annie se había dormido sobre su vientre. Pasó una mano por sus largos cabellos castaños…
Aquello último que le había dicho lo llenó de esperanza.
¿Tendrá esperanzas? Quién sabe. Lo sé, es un poco raro el fic, pero será porque me acostumbré a escribir slash que algo diferente me costó un poco, pero así salió.
Es la primera vez que leo un hetero que realmente valga pena y sea capaz de atraparme. Me gusto mucho pinki, que pasará con Bella/Bill y Ani? Hara acto de aparición Tom? O.o
ResponderEliminarSaludos!
Hallo! vaya, no pensé que te animaría, gracias. Tom aparecerá en el siguiente capítulo, este es un fic corto, así que verás cómo las cosas avanzan hasta que se termina.
Eliminarbesos <3
ja! me atreví a leerlo! xD que valiente soy! xD Ok no jejeje...
ResponderEliminarEstoy muy confundida, no logro acomodar mis ideas...
Pero, Bill, que digo, Bella, Bill.. ay no se como llamarle... :S la cosa es, ¿no es afeminado por pensar que era niña hasta los 8?, ¿no le causara algún trauma psicológico?... fue extraño, mediante leía el capitulo pensaba, le gusta Tom... y luego me decía: noo, es un fic hetero... es hetero... le gusta Annie...
y pues yo digo que si tiene esperanza, solo que no tengo ni la mas mínima idea de como se sabrá que es hombre...
:) lo hiciste bien Pink, siento intriga... créeme, ya quiero saber que sucederá!...
te apoyo en todo lo que escribas! :D
cuidate! küsses!
Criis.
*o* Criis <3 no lo imaginé! Bill es Bella por ahora :D y sobre tu pregunta, cuando era niño pensaba que era una niña, aunque se sentía diferente, no es afeminado, y claro que le ha causado problemas con su identidad, no creo que sea un trauma, pero sí problemas.
EliminarVeremos cómo se sabrá que es hombre :D
Gracias por el apoyo *-*!!! veremos~
besos <3
Wow jamas había leído algo así, primer capítulo y ya me has atrapado >w< Estaré al pendiente de la continuación :DD
ResponderEliminar*-*!! gracias <3 <3 pronto subiré lo que sigue, está completo y tiene 9 capítulos
Eliminarbesos <3
Muy interesante no puedo espera para ber k pasa con bella
ResponderEliminarPronto subiré el que sigue y veremos qué es de Bella/Bill
Eliminarbesos <3
No había leído este fic, pero no lamento haberlo hecho. Me encanta, es uno de los pocos heteros que voy a leer. Me parece muy tierna esa relación.
ResponderEliminarHallo <3 muchas gracias *-* me sorprende~ y no me costó mucho sacar un fic hetero, este nació fácil.
EliminarVeremos cómo evoluciona la relación.
muah <3
“Lo sé, es un poco raro el fic, pero será porque me acostumbré a escribir slash que algo diferente me costó un poco, pero así salió.”
ResponderEliminarPero, que dices! D: xD
esta Genial me agrada<3 seguiré leyendo. *-*
LaylaKaulitz