martes, 30 de octubre de 2012

Minino~ 9

Hola a todos n_n Un capítulo más de este fic que se llama "Pequeño héroe" verán por qué. Gracias por el hermoso regalo que me dieron alguna vez *-* lo valoro. >.< no tengo escrito quién fue u_u espero me lo hagan saber.


Tom había ido por él a la escuela. 

Aunque Bill salía junto a Astrid, ella ya podía percibir que Bill había cambiado en pocos días. Tenía una mirada intensa, más energía y a veces se pasaba el tiempo pensando… ella poco a poco, se percataba que no podría tener oportunidad con él, quizá a Bill le gustaba ese hombre que lo recogía seguido. Y claro que no estaba equivocada. 

—Ahí está él otra vez. —Vio cómo Bill se emocionaba y hasta suspiró—. Sí, ve por él y sé feliz —habló pesadamente. 

—Sí, debo irme, nos vemos mañana Astrid. —Tomó la iniciativa y antes que ella lo besara, él le plantó un beso en la mejilla. Sus labios serían para Tom, así lo había decido. 


Caminó bastante nervioso sujetando su mochila en el hombro, tratando de no sonrojarse cuando Tom le diera un pequeño beso en sus labios antes de que entrara a su auto. 

—Hola minino. —Le sonrió provocativamente apoyado en su auto mientras lo veía bajar la cabeza y suspirar algo tímido. 

—Hola… —Tom se le acercó tomando su mentón y le dio un pequeño beso en sus labios, los cuales Bill lamió después de que se separaran. 

Dentro del auto, Tom puso algo de música. No había un plan en específico, solo quería pasarla junto a Bill. Y recordó que hace algunos días atrás, le había dicho a Bill que si él quería y si Simone autorizaba, podía hacerle un tatuaje. Era una idea atrevida, debía ser tomada con responsabilidad, así que Tom decidió saber si aún el menor pensaba en ello. 

—Bill, ¿pensaste lo del tatuaje? Sigue en pie mi propuesta. —Le sonrió y Bill también lo hizo, claro que había pensado y mucho. 

—Sí, Simone no quiere, pero no creo que le importe de aquí a un año… ella aceptará cuando ya lo tenga. 

—Entonces, podemos planearlo hoy, ¿qué dices? —Bill se emocionó—. Amaré tatuarte si así lo prefieres. 

—Yo quiero. —Bill debía pensar qué le gustaría que le tatuara, más o menos tenía una idea, quería trascender y tatuarse algo realmente infinito. 

Tom tenía un tatuaje de una palabra muy linda y su año de nacimiento… A Bill solo pudo ocurrírsele tatuarse alguna figura que signifique algo, pero, ¿qué sería? 

Fueron hacia un barrio un poco extraño. Tom le decía a Bill que no se separara de él ni un momento, al parecer quería comprar insumos para cuando Bill esté listo, poderle hacer el tatuaje. 

Aquellas calles eran angostas, y había edificios algo antiguos por ese vecindario, todo parecía tétrico y hasta había una ventisca fría que los hacía titiritar. Bill se acomodó mejor su capucha y se aferró al brazo de Tom. 

—¿Qué lugar es este? —preguntó mirando los edificios, y que ambos se adentraban por entre éstos aparentemente buscando algo. 

—Es Lübars, aquí compraré lo que necesito para tatuarte, será solo un momento, tú no te separes de mí. —Bill no lo haría. 

Caminaron adentrándose a un callejón y luego doblaron una esquina. Bill agudizó sus orejas por debajo de la capucha, tratando de escuchar algún sonido. Entraron en una especie de tienda, adentro había toda clase de accesorios para tatuajes y piercings, entre otras cosas que se pueden utilizar para accesorios en el cuerpo. Bill se quedó sorprendido. 

—Sólo estaremos aquí un momento, descuida. —Tom podía notar su especie de nerviosismo. Bill no era de conocer muchas cosas por obvias razones, en sus cinco años de vida aún no había visto muchas cosas, solo conocía el mundo que su mamá le mostró, algo limitado. 

Tom se apresuró en comprar todo lo que necesitaría, no quería que Bill se sintiera incómodo. Así que metieron los insumos en una bolsa y se dispusieron a salir. 

Ya el sol se ocultaba y hacía del lugar algo fantasmal y medio peligroso. Tom no tenía temor, había estado por esas zonas varias veces, pero Bill nunca había visto algún lugar semejante en ninguna de las ciudades donde había estado en su corta vida. 

Se disponían a salir de esos callejones en donde había negocios extraños, Tom pasó su brazo por el hombro de Bill para tranquilizarlo. Pasaron por unos edificios que parecían desolados, tenían algunas ventanas rotas y dentro de ellas no se distinguía nada, aparentemente. 

Bill pegó su cabeza cerca del hombro de Tom, se sentía reconfortado y protegido. Hasta que creyó escuchar algo… sus orejas siguieron aquel extraño sonido, que era desesperante, como gritos de una persona que se quejaba. Empezó a inquietarse. 

—¿Todo bien? —Tom preguntaba consternado porque sintió un estremecimiento de Bill y lo vio inquietarse—. Ya estamos saliendo, estás conmigo. —Pero sus palabras no lograban menguar su inquietud. 

Bill podía escuchar cada vez más nítido, gritos de una mujer que provenía específicamente de uno de los edificios desolados de aquella calle. Sus piernas dejaron de caminar y su cuerpo empezó a ponerse frío por lo que sus orejas empezaron a captar. Los gritos eran cada vez más desesperados, y su respiración empezó a hacerse irregular, Tom lo miró tomando su mano, viendo como él movía las pupilas de sus celestes ojos como buscando algo… 

—¿Bill? —Parecía no percatarse del mundo, ensimismado en lo que escuchaba, ignoraba la voz de Tom—. Saldremos de aquí. —Intentó jalarlo, pero éste mantenía los pies firmes en el pavimento. 

—Debo… Hay alguien arriba. —Miró hacia arriba, una ventana rota en el cuarto piso—. Debo… —Cada vez su respiración era agitada, Tom no lo entendía—. Alguien está en peligro. —Tom lo miró sorprendido, no entendiendo a qué se refería exactamente. 

—¿Cómo lo sabes? —Bill frunció el ceño y cada vez estaba más agitado—. ¿Estás bien? —Posó una mano sobre su hombro, y Bill miró aquel edificio, repasándolo una y otra de abajo hacia arriba—. ¿Bill? 

—Ayúdame Tom… —Se acercó al edificio—. Debo ver qué pasa, solo… quiero saber si ella está bien o no. —Tom tomó su mano deteniéndolo. 

—Si me dices que hay peligro, puedo llamar a la policía, pero no creo que puedas entrar ahí, está cerrado. —Bill miró hacia arriba, podía imaginarse saltando y logrando entrar por la ventana. Si tan solo Tom pudiera entender aquello. 

—Creo poder subir… no estoy seguro. —Tom frunció el ceño, ni podía imaginarse eso, y aún no creía del todo que Bill podía escuchar a alguien allá arriba. 

—No oigo nada Bill, además no podrás subir esto, es muy alto y no hay ninguna escalera… —Pero podía ver en el rostro de Bill una total desilusión cuando le dijo todo aquello así que suspiró—. Minino… no sé qué pretendes —lo veía inquieto. 

—Espérame aquí —diciendo eso, Bill simplemente saltó hacia la pared tratando de subirla sin necesidad de utilizar su cola como equilibrio, quería hacerlo no muy rápido, no quería asustar a Tom quien al verlo corrió para cogerlo de las piernas, mas Bill estuvo fuera de su alcance. 

—¡Bill! —Tom estaba sorprendido por su pelinegro así de atrevido y decidido, más que eso, arriesgado—. No te muevas o te caerás. —Bill estaba sujeto del borde de una ventana, y se iba a impulsar aún más para terminar de subir, solo debía hacer cálculos mentales de distancia y fuerza para no caer, o para no tener que sacar su cola por si sintiera que su equilibrio fallaría. 

—Creo poder, Tom, solo quiero ver si está bien. —Los ojos de Tom estaban abiertos como platos, estaba asombrado de cómo Bill había podido saltar y trepar aquella pared, y pretendía seguir subiendo. 

—Espera, no, no subas Bill, deja que llame a la policía, quiero creerte, pero bájate de ahí. —Bill suspiró resignado pero luego se estremeció por el grito de una mujer ahí dentro, sintió como se le escarapelaba en cuerpo, entonces miró abajo a Tom quien tenía los brazos alzados hacia él para querer sostenerlo por si se cayera. 

—Espérame aquí… —diciendo eso, se impulsó de tal manera y pudo llegar al segundo piso, y luego al tercero, y seguido al cuarto, subiendo la pared como un gato, rápido y con movimientos fuertes. Escuchó que Tom gritó su nombre muchas veces, pero no se detuvo—. No me dejes Tomi, ya vuelvo… —Fue lo único que dijo antes de adentrarse por la ventana, deslizándose al interior oscuro, su visión nocturna se activó, así como todos sus demás sentidos, incluso sacó su cola la cual movía desesperado de un lado al otro antes de calcular cuál sería su próximo movimiento. 

Escuchaba respiraciones, muchas de ellas, y eran respiraciones agonizantes, extrañas que le escarapelaban el cuerpo. 

—¡Ahh! ¡No más! —Estaba ahí la voz de la mujer, al fin nítida y clara. 

Escuchó golpes provenientes de una habitación. Al parecer aquel lugar era un almacén abandonado de algo, habían tantas cajas y mucho polvo por todas partes, Bill avanzó hacia donde provenía la voz, parándose detrás de la puerta pensando en qué hacer. 

Entonces la puerta se abrió un poco y pudo mirar al interior. Casi gritó al ver a una mujer ensangrentada en el suelo sobre una manta, tenía las piernas abiertas de par en par y las manos atadas a una tubería que sobresalía en el suelo, estaba recostada ahí casi respirando con dificultad, intentando mantenerse lúcida. Entre sus piernas había mucha sangre y eso produjo en Bill náuseas y mucho susto. Pero la mujer no estaba sola. Vio a dos hombres cerca, uno de ellos se puso entre las piernas de la adolorida mujer y entró en ella, su grito desesperó a Bill quien pateó la puerta y se hizo presente. 

—¡Déjala! —habló con su pequeña voz. Ambos hombres se levantaron de ahí y guardaron en sus pantalones sus asquerosos miembros. Habían estado violando a esa mujer por mucho rato y de muchas maneras. 

Bill salió de esa habitación que estaba un poco iluminada por una pequeña lámpara que aquellos hombres tenían y se ocultó en la oscuridad de la otra habitación, en donde estaba la ventana por donde había entrado. 

Su corazón latía asustado, y casi temblaba. Logró caminar con cuidado mientras estos hombres salían a su encuentro con cuchillos en manos, y uno de ellos encendió una linterna en la oscuridad de la habitación. 

—Asqueroso niño, da la cara —habló uno de ellos, era un hombre grande y obeso, realmente feo. 

Bill vio una silla cerca y la tomó, uno de los hombres, el más pequeño, escuchó aquello y enfocó su linterna hacia la esquina de la habitación. Bill corrió casi sin hacer ruido e impactó con la silla la cabeza de éste, viéndolo caer luego inconciente. El hombre grande se percató de ello y casi corrió con toda la intensión de herirlo con el cuchillo que tenía en una mano. 

—¡Ven aquí mocoso! —Pero justo cuando quiso herirlo, Bill había desaparecido de su vista. El hombre empezó a buscarlo con su linterna, enfocando a todas partes, eso era extraño… aquel chico parecía bastante rápido y ágil, anormalmente ágil. Enfocó hacia una parte de la pared en donde pudo ver una sombra, una muy extraña que quedó en su mente por el impacto, aquella sombra tenía una cola y dos orejas de gato en la cabeza —¡Qué eres tú! —Casi gritó, su mano tembló pues aquella imagen lo asustó mucho, y mucho más fue cuando en plena oscuridad dos ojos brillaron. 

—Déjala… —dijo una voz misteriosa y el hombre obeso comenzó a mirar a todos lados, enfocando con su linterna de manera desesperada hacia donde él creía que venía esa voz— Maldito —diciendo eso Bill corrió cerca del hombre, le arrebató la linterna, apagándola y quedando los dos en la oscuridad. 

Entonces el hombre reaccionó y corrió hacia la habitación en donde estaba la mujer herida para así matarla y tomar la lámpara para buscar al intruso que había arruinado sus planes. 

Pero Bill fue aún más rápido y cerró la puerta del cuarto en donde permanecía la mujer, para luego subirse sobre unas cajas, tomar una y lanzarla con todas sus fuerzas a la cabeza del hombre alto, éste gritó estrepitosamente, cayó al piso removiéndose, fue cuando Bill bajó y cogió el cuchillo de ese hombre y le pateó la entrepierna con tanta fuerza que el hombre dio un grito desgarrador y se encogió ahí con ambas manos en su adolorida parte afectada, maldiciendo y casi ni se le entendía porque el dolor pudo imposibilitarlo. 

Bill abrió la puerta, todo su cuerpo estaba temblando, y su respiración estaba muy sonora. Frente a él, la mujer casi inconciente estaba aún amarrada y sangrante. Haciendo trisas sus miedos avanzó hacia ella y luego cortó las sogas de sus muñecas amoratadas y sus brazos cayeron a los costados de ella, tomó sus rodillas y le cerró las piernas. 

—¿Estás bien? ¿Me escuchas? —La mujer movía la cabeza de un lado al otro, intentado despertar de su inconciencia. Bill se quitó la chaqueta para cubrir parte de su cuerpo desnudo. Y ella abrió los ojos, viéndolo de cerca—. Estás a salvo, te sacaré de aquí… —Ella sonrió un poco, tratando de cooperar con sus movimientos, y su mirada estaba fija en aquellas raras orejas de sobre su cabeza y luego vio como éste niño movía la cola de un lado al otro… 

—¿Quién eres? —Bill abrió los ojos, estaba tan evidente delante de ella. Ocultó su cola y luego tomó los brazos de la mujer para querer alzarla un poco. 

—No importa quien soy… lo importante es que te sacaré de aquí. —Pero había un problema, Bill tenía la cabeza descubierta y sus orejas podían ser evidentes, aquella mujer se la estaba viendo… Pero luego algunas luces de colores rojos y azules destellaron cerca de una ventana, la policía estaba estacionada allá abajó. Se levantó sorpresivamente y con movimientos rápidos se asomó por la ventana de afuera. Tom estaba abajo con celular en mano y tres patrullas de policías aguardaban frente al edificio. 

—Oh, mierda… —Se agitó. Regresó a la habitación donde estaba la mujer quien se había puesto de costado y tomado la chaqueta de Bill intentaba cubrirse con ella su adolorido cuerpo para poder levantarse… él necesitaba esa chaqueta para regresar con Tom, pero la mujer lo necesitaría más, además, su chaqueta blanca con rayas negras ahora tenía manchas rojas de sangre y otros fluidos. Ya no era suya—. Debo irme… espero y ellos puedan ayudarte. —La mujer lo miró a lo ojos—. La policía está aquí, y de seguro subirá… 

—Gracias… —susurró aún anonadada por las orejas raras de ese chico. 

—Te recuperarás, ya verás, ellos solo tomaron tu cuerpo, más no tu alma —diciendo eso, salió de ahí viendo que el hombre obeso seguía retorciéndose en el suelo, volvió a patearlo hasta que ya no gritó, y por si acaso permaneció en la oscuridad hasta que vio al primer oficial de policía entrar por una puerta encontrando a los hombres en el suelo, abatidos. 

Bill aprovechó para salir por una de las ventanas intentando no hacer ruido, y subir más el edificio para llegar a la azotea. Desde ahí podía ver a Tom preocupado, se veía tan lindo así. Pero Bill estaba sin la capucha, no podía bajar, y ¿cómo rayos regresaría a casa? Él no conocía ese lugar, debía bajar. 

Saltó un edificio y divisó algo de ropa tendida en los cordeles. Oh, qué genial, había una chaqueta, aunque era negra, no importaba, debía ponerse una con capucha y así lo hizo. Eso era tener suerte. 

Bajó de ese edifico y caminó sigiloso por entre las pequeñas calles hasta llegar al edificio en donde la policía sacaba a dos hombres esposados, uno alto y otro bajo, luego, una mujer envuelta en una manta era llevada hacia una ambulancia. Tom estaba ahí todavía hablando con un oficial, Bill no se acercó mucho, quería observarlo. 

—Señor, le juro, mi novio entró ahí… ¿seguro que solo ellos tres estaban? Es horrible lo que le pasó a esa mujer… —Bill se estremeció por la palabra que usó hacia él, lo había llamado “novio”, así que vio la hora de acercarse. 

—Tomi —lo llamó desde una distancia. Tom casi corrió por él. 

—¡Por Dios! —Tomó su cintura y lo alzó un poco, para luego abrazarlo—. Bill, me asustaste, cómo hiciste eso, cómo lo escuchaste, ¡cómo pudiste subir eso! ¡Por dónde bajaste! —Tantas preguntas que él no podía contestar. Pero se dejó abrazar. 

—Vámonos de aquí, ahora Tom, ahora o tendré que escapar. —Su mente calculó que era el momento de huir o la policía lo interrogaría… y sería el fin. 

—Pero… —Tom era jalado por un ansioso Bill y claro que Tom se dejó, siendo sacado de aquel lugar a paso apurado. 

La policía ni se percató de aquello, estaban enfocados en buscar alguna evidencia de otras víctimas en aquel edificio que ninguno vio que el testigo principal se estaba yendo. 

—¡Bill! —Lo detuvo cuando llegaron al auto—. Deberás explicarme todo. —Abrió la puerta del copiloto y Bill entró, un ansioso Tom corrió hacia la otra puerta entrando en su auto muy rápido. 

Bill estaba nervioso, mucho, no quería mentirle a Tom, pero tampoco quería decirle la verdad. 

—Mi amor, eso fue… ni sé lo que fue, ¿cómo escuchaste que pasaba algo malo? —Bill no sabía qué responder. 

—Lo intuí… —se mordió el labio—. Lo vi en mi mente. —Tom se sorprendió mucho, aún no sabía tanto de Bill, pero éste empezó a sentir algo de culpa por tener que mentirle. 

—¿Lo intuiste? —Se quedó petrificado—. Y esa manera de subir las paredes… ¡Dios, Bill! No sé qué decirte, me sorprendiste demasiado hoy. —Los nervios de Bill podían ser notorios, Tom lo observaba detenidamente— ¿Esa chaqueta negra? —cada cosa lo ponía en evidencia. 

—¿Podemos regresar a casa? Por favor… —Los ojos aguados de Bill lo conmovieron. Tom acarició su rostro y se le acercó. 

—Minino, está bien, regresemos a casa, pequeño héroe, no olvidaré lo que hiciste hoy, tus poderes me sorprenden. —Sonrió cerca de sus labios y luego lo besó. Bill recordó algo. 

—¿Soy tu novio? —preguntó en un susurro, Tom lo miró sorprendido. 

—Claro que lo eres, ¿qué pregunta? —Bill sonrió notoriamente sorprendido por ello. Ahora sabía lo que significaba ese “estar contigo”. 

—Soy tu novio y tú el mío. —Tom asintió ante esa afirmación y fue cuando Bill casi de un salto se le lanzó en sus brazos para abrazarlo casi desesperadamente—. Mío, eres mío… —Tom trataba de procesar todo aquel comportamiento extraño. En cambio Bill, no podía creer que alguien como Tom sería parte de él, era más que sus expectativas. 

Tom rodeó su cintura y jalándolo un poco más, terminó sentándolo en sus piernas. 

—Soy tuyo Bill, y quiero que seas mío también. —Aquella sensación de pertenencia le quemaba por dentro, Bill asintió aún sin saber qué era exactamente “ser suyo”, pero sí tenía claro, que Tom le pertenecía. 

—Entonces soy tuyo. —Tom sonrió y lo besó, el minino lo rodeó con sus brazos, y se dejó besar, hasta que sintió las manos del otro quererle tocar por debajo de la polera, entonces se agitó y jadeó quejándose. 

—No… —se avergonzó, pero Tom entendió. 

—Fue mucha acción hoy minino, mañana será otro día y un nuevo comienzo… 

—Sí… llévame a casa por favor —Tom besó su mejilla provocando una pequeña risa en Bill. 

—Te llevo donde quieras, te hago lo que quieras, soy tuyo minino. —Bill se removió con gusto sobre las piernas de Tom ante todo eso, y rió un poco. 

Después de tanto miedo, que su día haya terminado así, en los brazos de Tom valía… valía mucho, ya que un día era como tres para él…

De todas formas ser diferentes puede resultar bien para otras personas, ¿no creen? Veremos cómo le va a Bill ahora que sabe que es novio de Tom. Pronto, el tatuaje~

10 comentarios:

  1. Subes el otro mañana? :D *-*
    Ok no :(

    me encanta la inocencia de Bill!! es tan lindo, tierno, adorable, hermoso! *u*

    "—Soy tu novio y tú el mío. —Tom asintió ante esa afirmación y fue cuando Bill casi de un salto se le lanzó en sus brazos para abrazarlo casi desesperadamente—. Mío, eres mío…" .... morí en esa parte... es que Bill es taaaan tierno! <3

    :) cada vez esta mas cerca el capitulo que espero leer :D ...te daré una pista -(si estoy bien y mi memoria no me falla)- tiene que ver con una gatita en celo... ;) sabes que capitulo es, cierto? :D

    Cuidate mucho!
    küsses!
    Criis. <3

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    1. Hallo *-*~ jajaja ya quisiera subir mañana, espero subir pronto <3 y claro que sé a qué capítulo te refieres XD me encantó hacer ese cap, espero pronto subirlo
      Besos <3

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  2. Hallo!! ...nunca te saludo verdad..? o.O ..ke falta de educacion tengo ¬¬'...es ke le emocion me gana :3 .. xDD..al igual ke el comentario de arriba yo tambien espero ese capitulo *w* ...no tardes mucho plis!! ... ok ya me calmo ^^...Gracias!! <3...espero el proximo!! ;D ...SALUDOS BESOS Y APAPACHOS!! ;3

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    1. Hallo <3 *-* tranqui, puedes saludar o no, o como quieras n_n~ así que también leíste ese capítulo, pronto llegará~ espero subir pronto.
      Besos y gracias por comentar <3

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  3. Genial capítulo Pink *-* Yo me quedé por aqui cuando leia en THficcion y no se de que capitulo hablan en los otros comentarios :S pero espero que subas pronto y asi ir leyendolos :P Cuidate! c:

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    1. Hallo <3 gracias *-* pues pronto sabrás, creo que es por los capítulos 14 o no recuerdo bien, pero pronto estaré subiendo lo que falta.
      Besos

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  4. Me gusta mucho la novela ,me preguntaba como podría mandarte un dibujo que hice
    http://www.facebook.com/humanoid.city.alien.bill.kaulitz mi face

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    1. *-* demasiado honor que me quieras mandar un dibujo *-* ya te agregué al fb~ el mío es Karla Pinks
      saludos y gracias

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  5. Bueno ya ke las demás lectoras lo dicen... llegue hasta el kpi 31 siiiiii :D y no veo las horas de leer los ke sigan ME FASCINA EL FIC Y TE LO KOMENTE DEMASIADAS VECES YA!!! Y kuando Minino le kuenta SU VERDAD!!:) esta bien, NO DIGO MÄS!!! soy ANSIOSA kuando amooo algo!!! Y este kpi me emociono y alegro kuando lo lei la 1ra vez!! Muchos besitos kuidate DamitaRosa :) ♥

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    1. Hallo <3 vaya, ya lo has leído gfnfgnf bueno, espero publicar esto hasta llegar a dónde me quedé y así poder terminarlo :3
      besos <3 espero pronto subir rápido.

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